الريــم
12-12-2022, 04:28 PM
La base de todos los caramelos que se produc?an en la f?brica era la glucosa, el az?car, con la que se amasaba una pasta a la que se a?ad?an colorantes y esencias con unas f?rmulas que en esta industria se suelen guardar a buen recaudo, y que daban lugar a distintos sabores. El trabajo, parcialmente mecanizado, inclu?a el amasado, moldeado, troquelado y envoltorio.
A Caramelos La Asturiana a?n le est?n entrando pedidos de clientes del extranjero que no saben que la f?brica ha cerrado y sigue pendiente del proceso de liquidaci?n de sus activos, seg?n explica Ferm?n Cuervo, uno de sus antiguos trabajadores. No habr? dulces ni para ellos ni para lanzar en buena parte de las cabalgatas de Reyes de toda Espa?a, a las que surt?a la f?brica gijonesa, que en un a?o normal "empezaba a trabajar en septiembre para producir 300.000 kilos ante el 5 de enero", apunta José Mar?a Rodr?guez, quien fue durante 38 a?os encargado de la firma, en la que ya hab?a trabajado su padre y a la que posteriormente se incorpor? su mujer.
Tras la ?ltima temporada navide?a, el pasado enero, el empresario vendi? la maquinaria a una compa??a extreme?a y los trabajadores se echaron a protestar a la calle, en la que se han quedado tras el cierre de una compa??a en la que el caramelo de eucalipto era la base del negocio, a cuya producci?n se dedicaba la f?brica tres d?as a la semana, para hacer entre 24 y 30 toneladas con destino al mercado nacional. "Lo m?s conocido era el caramelo de eucalipto, el de cuba libre y el relleno", apunta Miguel ?ngel ?lvarez, mientras que otro de los antiguos trabajadores de la factor?a, José Ram?n Miranda, apostilla que "los que ahora se venden ya no saben igual, porque nosotros emple?bamos esencias naturales".
Para la época navide?a, se hac?a un tipo de producto especial: caramelos rellenos de turr?n, almendra, praliné o pulpa de manzana, recuerda Margarita Carril. Los caramelos de esta empresa en extinci?n llegaban a clientes de Alemania, Inglaterra, Croacia, Portugal, Francia, EE UU e Israel, entre otros pa?ses, en este ?ltimo caso con la presencia de un rabino en la f?brica para bendecir la maquinaria y los ingredientes que se usaban en la fabricaci?n y marcar unas directrices sobre la forma en la que deb?a de producirse, recuerda José Ram?n Miranda.
"Nuestra época fuerte siempre fueron las navidades, por las cabalgatas y los revoltijos. Vend?amos sin parar", explica José Ignacio Goutayer, uno de los trabajadores que entraron en la empresa después de haber estudiado Formaci?n Profesional en el Revillagigedo, con cuyo equipo docente manten?a buenas relaciones la familia fundadora de la empresa. La mayor parte de las incorporaciones a la plantilla, no obstante, se hac?an a través de alg?n conocido de aquellos due?os, que también recurr?an a sus propios empleados para atraer a nuevos trabajadores cuando necesitaban personal para una empresa familiar.
La empresa fue fundada en 1941 por la familia Otero. Al antiguo propietario, que todos los d?as supervisaba a pie de f?brica c?mo iban las tareas, sus antiguos empleados todav?a los siguen llamando "don Miguel". Inicialmente la f?brica se estableci? en la calle Infiesto, con mayor?a de mujeres en su plantilla, que se encargaban de todas las tareas excepto de las que requer?an m?s fuerza, como el amasado donde hab?a que mover bloques de pasta de 50 kilos. En 1990, la factor?a se traslad? al pol?gono industrial de Mora Garay trasladando la maquinaria e incorporando alguna nueva, entre ellas, una segunda l?nea para la fabricaci?n de caramelos de eucalipto.
La empresa lleg? a tener m?s de 60 trabajadores y funcionar "a tres turnos". Pero, cuando ech? el cierre apenas, le quedaban 28. El pasado mes de mayo se aprob? su despido colectivo en el seno del concurso de acreedores en el que hab?a entrado en abril la empresa, que ahora est? pendiente de la aprobaci?n del plan de liquidaci?n por el juzgado de lo mercantil de Gij?n (https://www.lne.es/tags/gijon/).
Los antiguos trabajadores de la compa??a atribuyen el naufragio de la misma al cambio en el tim?n. No fue posible el relevo generacional en la familia Otero al diagnosticarle una leucemia y fallecer a consecuencia de ella el hijo que estaba llamado a tomar las riendas, recuerda otro de los trabajadores, V?ctor Garc?a. En 2003, la empresa se traspas? a los hermanos Ismael y Evaristo Sierra Crespo y, tres a?os después, la sociedad quedaba en manos del segundo. José Mar?a Rodr?guez recuerda que hace ocho a?os "llegamos a producir 14 toneladas de caramelos al d?a". "Era cuando est?bamos a tres turnos, distribuyendo caramelos por los supermercados de Espa?a y Portugal", cuenta.
Los antiguos trabajadores de la empresa coinciden en que la misma era viable y en que fueron los tejemanejes del empresario los que impidieron su continuidad. Entre ellos, la venta en enero de la maquinaria, a bajo precio, algo que denunci? el sindicato SOMA–FITAG–UGT, as? como el que se hubiera regulado temporalmente de empleo a trabajadores mientras el empaquetado de caramelos se hac?a en casas individuales "y en cuadras" apuntan los trabajadores. Robustiano Iglesias, representante del sindicato en Gij?n, se?ala que la marca La Asturiana "no est? patentada", con lo que cualquier empresa puede volver a sacarla al mercado cuando lo desee.
Los ?ltimos de La Asturiana han recibido unas cantidades nimias después de a?os en los que el empresario estuvo acumulando deudas con ellos. Los m?s afortunados se han podido jubilar y algunos encontrar otros trabajos, pero también est?n trabajadores de m?s de 50 a?os que se han quedado en el paro. Los activos de la empresa, valorados en 1,97 millones de euros, est?n pendientes de que se apruebe su venta por parte del juez. Su liquidaci?n certificar? el amargo final para una empresa hist?rica, con la que desaparecer? pr?cticamente un sector industrial en Asturias que ya sufri? hace unos a?os la pérdida de la f?brica de Chupa Chups.
أكثر... (https://www.sport.es/es/noticias/economia/amargo-final-empresa-historica-79856229)
A Caramelos La Asturiana a?n le est?n entrando pedidos de clientes del extranjero que no saben que la f?brica ha cerrado y sigue pendiente del proceso de liquidaci?n de sus activos, seg?n explica Ferm?n Cuervo, uno de sus antiguos trabajadores. No habr? dulces ni para ellos ni para lanzar en buena parte de las cabalgatas de Reyes de toda Espa?a, a las que surt?a la f?brica gijonesa, que en un a?o normal "empezaba a trabajar en septiembre para producir 300.000 kilos ante el 5 de enero", apunta José Mar?a Rodr?guez, quien fue durante 38 a?os encargado de la firma, en la que ya hab?a trabajado su padre y a la que posteriormente se incorpor? su mujer.
Tras la ?ltima temporada navide?a, el pasado enero, el empresario vendi? la maquinaria a una compa??a extreme?a y los trabajadores se echaron a protestar a la calle, en la que se han quedado tras el cierre de una compa??a en la que el caramelo de eucalipto era la base del negocio, a cuya producci?n se dedicaba la f?brica tres d?as a la semana, para hacer entre 24 y 30 toneladas con destino al mercado nacional. "Lo m?s conocido era el caramelo de eucalipto, el de cuba libre y el relleno", apunta Miguel ?ngel ?lvarez, mientras que otro de los antiguos trabajadores de la factor?a, José Ram?n Miranda, apostilla que "los que ahora se venden ya no saben igual, porque nosotros emple?bamos esencias naturales".
Para la época navide?a, se hac?a un tipo de producto especial: caramelos rellenos de turr?n, almendra, praliné o pulpa de manzana, recuerda Margarita Carril. Los caramelos de esta empresa en extinci?n llegaban a clientes de Alemania, Inglaterra, Croacia, Portugal, Francia, EE UU e Israel, entre otros pa?ses, en este ?ltimo caso con la presencia de un rabino en la f?brica para bendecir la maquinaria y los ingredientes que se usaban en la fabricaci?n y marcar unas directrices sobre la forma en la que deb?a de producirse, recuerda José Ram?n Miranda.
"Nuestra época fuerte siempre fueron las navidades, por las cabalgatas y los revoltijos. Vend?amos sin parar", explica José Ignacio Goutayer, uno de los trabajadores que entraron en la empresa después de haber estudiado Formaci?n Profesional en el Revillagigedo, con cuyo equipo docente manten?a buenas relaciones la familia fundadora de la empresa. La mayor parte de las incorporaciones a la plantilla, no obstante, se hac?an a través de alg?n conocido de aquellos due?os, que también recurr?an a sus propios empleados para atraer a nuevos trabajadores cuando necesitaban personal para una empresa familiar.
La empresa fue fundada en 1941 por la familia Otero. Al antiguo propietario, que todos los d?as supervisaba a pie de f?brica c?mo iban las tareas, sus antiguos empleados todav?a los siguen llamando "don Miguel". Inicialmente la f?brica se estableci? en la calle Infiesto, con mayor?a de mujeres en su plantilla, que se encargaban de todas las tareas excepto de las que requer?an m?s fuerza, como el amasado donde hab?a que mover bloques de pasta de 50 kilos. En 1990, la factor?a se traslad? al pol?gono industrial de Mora Garay trasladando la maquinaria e incorporando alguna nueva, entre ellas, una segunda l?nea para la fabricaci?n de caramelos de eucalipto.
La empresa lleg? a tener m?s de 60 trabajadores y funcionar "a tres turnos". Pero, cuando ech? el cierre apenas, le quedaban 28. El pasado mes de mayo se aprob? su despido colectivo en el seno del concurso de acreedores en el que hab?a entrado en abril la empresa, que ahora est? pendiente de la aprobaci?n del plan de liquidaci?n por el juzgado de lo mercantil de Gij?n (https://www.lne.es/tags/gijon/).
Los antiguos trabajadores de la compa??a atribuyen el naufragio de la misma al cambio en el tim?n. No fue posible el relevo generacional en la familia Otero al diagnosticarle una leucemia y fallecer a consecuencia de ella el hijo que estaba llamado a tomar las riendas, recuerda otro de los trabajadores, V?ctor Garc?a. En 2003, la empresa se traspas? a los hermanos Ismael y Evaristo Sierra Crespo y, tres a?os después, la sociedad quedaba en manos del segundo. José Mar?a Rodr?guez recuerda que hace ocho a?os "llegamos a producir 14 toneladas de caramelos al d?a". "Era cuando est?bamos a tres turnos, distribuyendo caramelos por los supermercados de Espa?a y Portugal", cuenta.
Los antiguos trabajadores de la empresa coinciden en que la misma era viable y en que fueron los tejemanejes del empresario los que impidieron su continuidad. Entre ellos, la venta en enero de la maquinaria, a bajo precio, algo que denunci? el sindicato SOMA–FITAG–UGT, as? como el que se hubiera regulado temporalmente de empleo a trabajadores mientras el empaquetado de caramelos se hac?a en casas individuales "y en cuadras" apuntan los trabajadores. Robustiano Iglesias, representante del sindicato en Gij?n, se?ala que la marca La Asturiana "no est? patentada", con lo que cualquier empresa puede volver a sacarla al mercado cuando lo desee.
Los ?ltimos de La Asturiana han recibido unas cantidades nimias después de a?os en los que el empresario estuvo acumulando deudas con ellos. Los m?s afortunados se han podido jubilar y algunos encontrar otros trabajos, pero también est?n trabajadores de m?s de 50 a?os que se han quedado en el paro. Los activos de la empresa, valorados en 1,97 millones de euros, est?n pendientes de que se apruebe su venta por parte del juez. Su liquidaci?n certificar? el amargo final para una empresa hist?rica, con la que desaparecer? pr?cticamente un sector industrial en Asturias que ya sufri? hace unos a?os la pérdida de la f?brica de Chupa Chups.
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