الريــم
12-10-2022, 02:30 PM
El largo viaje de los psicodélicos ha entrado en una nueva y prometedora fase en EEUU. La exploraci?n del potencial de las terapias con sustancias como la*psilocibina, el MDMA, el LSD o la ketamina*para tratar trastornos mentales -que van desde la depresi?n y el abuso de sustancias hasta los des?rdenes alimentarios, el estrés postraum?tico, la anorexia nerviosa o el estrés de enfermos terminales- vive una auténtica*edad de oro en el pa?s. Y no es precisamente una alucinaci?n este renacimiento, que se desarrolla en paralelo a la confirmaci?n de una*severa crisis de salud mental*que afecta a casi uno de cada cinco adultos estadounidenses, y de adicciones.*
Desde que en septiembre de 2019 abri? el pionero Centro de Investigaci?n Psicodélica y de la Conciencia en la Universidad John Hopkins, han*proliferado centros especializados*en la investigaci?n en otras instituciones de prestigio como las universidades de*Nueva York, Berkeley o Yale o el hospital Monte Sina?.
Un negocio de 3.600 millones
Su trabajo se suma al de entidades como la Asociaci?n Multidisciplinar para Estudios Psicodélicos, que lleva desde 1991 investigando en este terreno. También, al de*decenas de empresas privadas*como Compass Pathways, Atai LifeScience o MindMed.*M?s de 30 de ellas ya cotizan en la bolsa*y crean un mercado que el a?o pasado ascend?a a*3.600 millones de d?lares,*con expectativas de elevarse a 8.300 millones para 2028. La nueva oleada, adem?s, se mueve impulsada por*fil?ntropos e inversores.*
Avanza también la aceptaci?n social y pol?tica*de los psicodélicos como terapia, tanto en gobiernos estatales como en Washington. De hecho, este campo cient?fico ya despunt? en los a?os 50 y 60, pero a partir de los a?os 70 se demoniz? y fue condenado al ostracismo por las autoridades, que aprovecharon el salto de los psicodélicos de los laboratorios a la contracultura para ilegalizar sustancias y frenar lo que era un prometedor campo de investigaci?n.
Punto de inflexi?n
No obstante, esta eclosi?n de los psicodélicos como terapia lleva a?os gest?ndose. Aunque la investigaci?n, y el consumo, nunca desaparecieron y pese a que en los a?os 90 hubo ya una reactivaci?n de estudios controlados, en 2006 lleg? un punto de inflexi?n.*
Aquel a?o se public? en el 'Journal of Psychopharmacology’ un estudio titulado 'La psilocibina puede ocasionar experiencias de tipo m?stico con significado personal sustancial y sostenido y una sentido espiritual', con el que se derribaron barreras. Ese mismo a?o, el Tribunal Supremo dict? una sentencia a favor de una secta brasile?a a la que permitieron importar a EEUU para sus rituales ayahuasca, que contiene el psicodélico DMT.
Y con el incremento de los estudios lleg? el 'boom', especialmente con la publicaci?n en 2016 de otro estudio que probaba el importante beneficio de la psilocibina en enfermos terminales de c?ncer (casi el 80% de los cuales vio reducida su ansiedad y depresi?n). O con la publicaci?n en 2018 del libro de Michael Pollan ‘C?mo cambiar tu mente’. Tras 50 a?os de propaganda y de una guerra contra las drogas que en EEUU es cada vez vista con m?s recelo y escepticismo, la percepci?n est? cambiando.
La ciencia
Ahora se vuelve a hablar de la gran promesa de los psicodélicos, que en su forma natural han sido usados durante siglos. Aunque queda mucho por entender sobre sus mec?nicas cognitivas y terapéuticas y los estudios son a?n limitados, los*resultados de muchos de los realizados son destacables. Lo que la investigaci?n est? demostrado es la capacidad de estas sustancias para intensificar la*neuroplasticidad del cerebro, creando nuevas v?as y conexiones neuronales que pueden cambiar patrones negativos de pensamiento y permiten procesar traumas o recuperar el control sobre la ansiedad o los impulsos depresivos.
Los psicodélicos trabajan mucho m?s r?pido y m?s intensamente que los antidepresivos, tienen*menos efectos secundarios,*no se ha probado que provoquen dependencia f?sica y no requieren un consumo diario durante a?os. Esa misma rapidez es la que los convierte en un mal modelo de negocio, lo que explica la intensa b?squeda de patentes del sector privado, no ya solo de nuevos compuestos con moléculas basadas en los psicodélicos pero de actuaci?n m?s r?pida y sin el “viaje” ( lo que desata dudas entre los investigadores convencidos de que las poderosas experiencias m?sticas y emocionales son parte fundamental de su efectividad), sino también de terapias y espacios para recibir los tratamientos.
Pol?tica
Pese a que los principales psicodélicos sigan siendo ilegales y clasificados por la DEA como sustancias a las que no ven beneficios médicos y s? potencial de abuso (o con riesgo de dependencia aunque tengan potencial médico), el cambio social y pol?tico es también evidente en EEUU.
En las recientes elecciones de medio mandato, los ciudadanos de Colorado convirtieron al estado en el segundo que legaliza el cultivo y uso personal para mayores de 21 a?os de la psilocibina, el principio activo de los hongos alucin?genos, que dos a?os antes hab?a sido descriminalizado para uso médico por los ciudadanos de Oreg?n. La legalizaci?n también se ha ido dando desde 2019 en algunas ciudades, empezando por Denver y pasando por Washington DC, Seattle y varias urbes de California, Massachusetts y Michigan.*
Estudios en Texas
M?s all? de la exploraci?n personal de estos compuestos psicotr?picos (y del auge de las microdosis, un auténtico fen?meno social que se extiende desde Silicon Valley hasta en grupos de madres), hay una apuesta cient?fica, empresarial y pol?tica por la investigaci?n de tratamientos con dosis completas en espacios médicos, bajo supervisi?n y acompa?ados por terapia psicol?gica. Estados como Texas est?n financiando estudios para explorar el tratamiento con LSD del estrés postraum?tico, en buena parte por el impacto que este tiene en los veteranos de guerra del pa?s. El 13% de quienes han pasado por las fuerzas armadas lo sufre y el Departamento de Veteranos gast? 17.000 millones de d?lares en pagos por discapacidad a un mill?n de afectados.
El pasado julio la congresista Alexandria Ocasio Cortez consigui? incluir en el presupuesto de Defensa una enmienda que apoya la investigaci?n para veteranos y militares en activo. También en las c?maras hay dos propuestas de ley para forzar a la DEA a dejar de prohibir que pacientes terminales tomen sustancias controladas que han pasado fases previas de estudios cl?nicos y para crear investigaci?n y programas pilotos en el departamento de asuntos de Veteranos. Y el mes pasado, justo un d?a después de que se aprobara en EEUU una ley para expandir la investigaci?n del uso médico de la marihuana, naci? en la C?mara Baja un caucus espec?ficamente dedicado al avance de los tratamientos con psicodélicos.
Cambios inminentes
En julio se hizo p?blica una carta del Departamento de Sanidad en la que se refleja el convencimiento de la Administraci?n de Joe Biden de que la Agencia Federal del Medicamento dar?*luz verde*en los*dos pr?ximos a?os al empleo del MDMA en terapias*para abordar el*estrés postraum?tico*y de la*psilocibina para la depresi?n. La agencia antes ya hab?a autorizado el uso de esos psicodélicos en ensayos cl?nicos y hace tres a?os aprob? un f?rmaco con*esketamina*con el que se tratan depresiones resistentes a otros tratamientos (que también tiene la aprobaci?n de la Agencia Europa del Medicamento). Con la ketamina también aprobada como anestésico, pero recetada a menudo para la depresi?n, cientos de cl?nicas dedicadas a la sustancia han abierto en en todo el pa?s.
La Administraci?n de Servicios de Salud Mental y Abuso de Sustancias “est? de acuerdo en que demasiados estadounidenses est?n sufriendo problemas de salud mental y uso de sustancias, que han sido exacerbados por la pandemia de covid, y de que debemos explorar el potencial de terapias asistidas por psicodélicos para lidiar con esta crisis”, se le?a en la misiva de la unidad del Departamento de Sanidad. En el documento también se informaba de que se explora la creaci?n de un grupo de trabajo federal, en el que se apuesta por la colaboraci?n con el sector privado, para prepararse ante la esperada regularizaci?n.
أكثر... (https://www.sport.es/es/noticias/sociedad/estados-unidos-lanza-tratar-enfermedades-79792260)
Desde que en septiembre de 2019 abri? el pionero Centro de Investigaci?n Psicodélica y de la Conciencia en la Universidad John Hopkins, han*proliferado centros especializados*en la investigaci?n en otras instituciones de prestigio como las universidades de*Nueva York, Berkeley o Yale o el hospital Monte Sina?.
Un negocio de 3.600 millones
Su trabajo se suma al de entidades como la Asociaci?n Multidisciplinar para Estudios Psicodélicos, que lleva desde 1991 investigando en este terreno. También, al de*decenas de empresas privadas*como Compass Pathways, Atai LifeScience o MindMed.*M?s de 30 de ellas ya cotizan en la bolsa*y crean un mercado que el a?o pasado ascend?a a*3.600 millones de d?lares,*con expectativas de elevarse a 8.300 millones para 2028. La nueva oleada, adem?s, se mueve impulsada por*fil?ntropos e inversores.*
Avanza también la aceptaci?n social y pol?tica*de los psicodélicos como terapia, tanto en gobiernos estatales como en Washington. De hecho, este campo cient?fico ya despunt? en los a?os 50 y 60, pero a partir de los a?os 70 se demoniz? y fue condenado al ostracismo por las autoridades, que aprovecharon el salto de los psicodélicos de los laboratorios a la contracultura para ilegalizar sustancias y frenar lo que era un prometedor campo de investigaci?n.
Punto de inflexi?n
No obstante, esta eclosi?n de los psicodélicos como terapia lleva a?os gest?ndose. Aunque la investigaci?n, y el consumo, nunca desaparecieron y pese a que en los a?os 90 hubo ya una reactivaci?n de estudios controlados, en 2006 lleg? un punto de inflexi?n.*
Aquel a?o se public? en el 'Journal of Psychopharmacology’ un estudio titulado 'La psilocibina puede ocasionar experiencias de tipo m?stico con significado personal sustancial y sostenido y una sentido espiritual', con el que se derribaron barreras. Ese mismo a?o, el Tribunal Supremo dict? una sentencia a favor de una secta brasile?a a la que permitieron importar a EEUU para sus rituales ayahuasca, que contiene el psicodélico DMT.
Y con el incremento de los estudios lleg? el 'boom', especialmente con la publicaci?n en 2016 de otro estudio que probaba el importante beneficio de la psilocibina en enfermos terminales de c?ncer (casi el 80% de los cuales vio reducida su ansiedad y depresi?n). O con la publicaci?n en 2018 del libro de Michael Pollan ‘C?mo cambiar tu mente’. Tras 50 a?os de propaganda y de una guerra contra las drogas que en EEUU es cada vez vista con m?s recelo y escepticismo, la percepci?n est? cambiando.
La ciencia
Ahora se vuelve a hablar de la gran promesa de los psicodélicos, que en su forma natural han sido usados durante siglos. Aunque queda mucho por entender sobre sus mec?nicas cognitivas y terapéuticas y los estudios son a?n limitados, los*resultados de muchos de los realizados son destacables. Lo que la investigaci?n est? demostrado es la capacidad de estas sustancias para intensificar la*neuroplasticidad del cerebro, creando nuevas v?as y conexiones neuronales que pueden cambiar patrones negativos de pensamiento y permiten procesar traumas o recuperar el control sobre la ansiedad o los impulsos depresivos.
Los psicodélicos trabajan mucho m?s r?pido y m?s intensamente que los antidepresivos, tienen*menos efectos secundarios,*no se ha probado que provoquen dependencia f?sica y no requieren un consumo diario durante a?os. Esa misma rapidez es la que los convierte en un mal modelo de negocio, lo que explica la intensa b?squeda de patentes del sector privado, no ya solo de nuevos compuestos con moléculas basadas en los psicodélicos pero de actuaci?n m?s r?pida y sin el “viaje” ( lo que desata dudas entre los investigadores convencidos de que las poderosas experiencias m?sticas y emocionales son parte fundamental de su efectividad), sino también de terapias y espacios para recibir los tratamientos.
Pol?tica
Pese a que los principales psicodélicos sigan siendo ilegales y clasificados por la DEA como sustancias a las que no ven beneficios médicos y s? potencial de abuso (o con riesgo de dependencia aunque tengan potencial médico), el cambio social y pol?tico es también evidente en EEUU.
En las recientes elecciones de medio mandato, los ciudadanos de Colorado convirtieron al estado en el segundo que legaliza el cultivo y uso personal para mayores de 21 a?os de la psilocibina, el principio activo de los hongos alucin?genos, que dos a?os antes hab?a sido descriminalizado para uso médico por los ciudadanos de Oreg?n. La legalizaci?n también se ha ido dando desde 2019 en algunas ciudades, empezando por Denver y pasando por Washington DC, Seattle y varias urbes de California, Massachusetts y Michigan.*
Estudios en Texas
M?s all? de la exploraci?n personal de estos compuestos psicotr?picos (y del auge de las microdosis, un auténtico fen?meno social que se extiende desde Silicon Valley hasta en grupos de madres), hay una apuesta cient?fica, empresarial y pol?tica por la investigaci?n de tratamientos con dosis completas en espacios médicos, bajo supervisi?n y acompa?ados por terapia psicol?gica. Estados como Texas est?n financiando estudios para explorar el tratamiento con LSD del estrés postraum?tico, en buena parte por el impacto que este tiene en los veteranos de guerra del pa?s. El 13% de quienes han pasado por las fuerzas armadas lo sufre y el Departamento de Veteranos gast? 17.000 millones de d?lares en pagos por discapacidad a un mill?n de afectados.
El pasado julio la congresista Alexandria Ocasio Cortez consigui? incluir en el presupuesto de Defensa una enmienda que apoya la investigaci?n para veteranos y militares en activo. También en las c?maras hay dos propuestas de ley para forzar a la DEA a dejar de prohibir que pacientes terminales tomen sustancias controladas que han pasado fases previas de estudios cl?nicos y para crear investigaci?n y programas pilotos en el departamento de asuntos de Veteranos. Y el mes pasado, justo un d?a después de que se aprobara en EEUU una ley para expandir la investigaci?n del uso médico de la marihuana, naci? en la C?mara Baja un caucus espec?ficamente dedicado al avance de los tratamientos con psicodélicos.
Cambios inminentes
En julio se hizo p?blica una carta del Departamento de Sanidad en la que se refleja el convencimiento de la Administraci?n de Joe Biden de que la Agencia Federal del Medicamento dar?*luz verde*en los*dos pr?ximos a?os al empleo del MDMA en terapias*para abordar el*estrés postraum?tico*y de la*psilocibina para la depresi?n. La agencia antes ya hab?a autorizado el uso de esos psicodélicos en ensayos cl?nicos y hace tres a?os aprob? un f?rmaco con*esketamina*con el que se tratan depresiones resistentes a otros tratamientos (que también tiene la aprobaci?n de la Agencia Europa del Medicamento). Con la ketamina también aprobada como anestésico, pero recetada a menudo para la depresi?n, cientos de cl?nicas dedicadas a la sustancia han abierto en en todo el pa?s.
La Administraci?n de Servicios de Salud Mental y Abuso de Sustancias “est? de acuerdo en que demasiados estadounidenses est?n sufriendo problemas de salud mental y uso de sustancias, que han sido exacerbados por la pandemia de covid, y de que debemos explorar el potencial de terapias asistidas por psicodélicos para lidiar con esta crisis”, se le?a en la misiva de la unidad del Departamento de Sanidad. En el documento también se informaba de que se explora la creaci?n de un grupo de trabajo federal, en el que se apuesta por la colaboraci?n con el sector privado, para prepararse ante la esperada regularizaci?n.
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