الريــم
12-09-2022, 01:40 PM
Un grupo de mujeres y personas del colectivo LGTBI que no quieren tener que formar una pareja tradicional para poder comprarse un piso, y que rechazan la idea de envejecer solas, se han unido en una cooperativa feminista y de cuidados para la construcci?n de un bloque de viviendas en el barrio de Roquetes (Barcelona).
Miriam, Sara y Mar?a, tres de las futuras vecinas de 'La Morada', como han bautizado su futura casa com?n, han explicado a EFE que esta f?rmula no solo les resulta m?s econ?mica, sino que también les encaja mejor de cara a un futuro en el que mancomunar cuidados y compartir la vejez.
"La mayor?a no tenemos capacidad de comprar solas ni alquilar porque los precios est?n por las nubes. Sin el formato pareja tradicional es casi imposible acceder a la vivienda hoy por hoy", explica Miriam Sol?, técnica de igualdad de 40 a?os que trabaja en la administraci?n local.
Para su vivienda, a la que tendr?n derecho de uso durante 70 a?os, esto es, el resto de su vida (la mayor?a ronda los 40 a?os), han dado una entrada de 20.000 euros y pagar?n cuotas de aproximadamente 700 euros.
"Lo que nos une a todas en 'La morada' era buscar estabilidad en un contexto de crisis de la vivienda, pero también la idea de crear un proyecto de vivienda m?s all? de la familia nuclear y la pareja", se?ala Sol?.
"Las familias tradicionales se han montado sobre la idea de amor rom?ntico, pero la familia acaba siendo una unidad econ?mica de organizaci?n b?sica de la sociedad que se sostiene por la divisi?n del trabajo productivo y reproductivo y éste ?ltimo, como los cuidados, recaen en nosotras. Nosotras queremos algo distinto", defiende.
Sara Barrientos, terapeuta, de 42 a?os, cuenta que est? cansada de ser expulsada por los precios del alquiler en Barcelona de distintas viviendas y ahora espera encontrar un lugar de estabilidad donde vivir en comunidad y donde "los vecinos sean m?s que vecinos".
"Los que no tenemos pareja e hijos buscamos otros modelos para cuidar y ser cuidadas. Un lugar donde compartir las gesti?n de lo doméstico y también el apoyo emocional", apunta.
Para facilitar ese modelo de convivencia, explican, el edificio tiene apartamentos de distinto tama?o e incorpora en una de las plantas un 'cluster', una comunidad dentro de la comunidad formada por diversas unidades de convivencia que comparten m?s espacios comunitarios.
"Buscamos poder vivir en un lugar con menos soledad y m?s cari?o", a?ade Mar?a Berzosa, 40 a?os, técnica inform?tica, que destaca el hecho diferencial de la reuni?n feminista y LGTBI en su proyecto de vivienda respecto a otros de vivienda cooperativa.
En Catalu?a, principalmente en Barcelona, se han aprobado en los ?ltimos a?os cesiones de suelo para los proyectos de cooperativa de vivienda dentro de los programas de promoci?n del acceso a la vivienda, aunque estas f?rmulas, se?alan, son todav?a desconocidas para la mayor?a de personas.
Prueba de ello es que su proyecto fue el ?nico que se present? a la convocatoria abierta para la cesi?n de suelo que llev? a cabo la Fundaci?n Dinamo, que ten?a la titularidad del espacio ubicado en la plaza de las Mujeres de Nou Barris. "S?, el nombre parece hecho para nosotras", comenta entre risas Sol?.
Aunque "Barcelona es el buque insignia", cuenta Miriam, de este tipo de cesiones de suelo y proyectos de vivienda, este tipo de iniciativas demanda de las administraciones mayores esfuerzos para crear "un ecosistema de vivienda m?s accesible y menos basado en la propiedad, el mercado y la especulaci?n".
أكثر... (https://www.sport.es/es/noticias/sociedad/adios-modelo-pareja-amor-romantico-79736964)
Miriam, Sara y Mar?a, tres de las futuras vecinas de 'La Morada', como han bautizado su futura casa com?n, han explicado a EFE que esta f?rmula no solo les resulta m?s econ?mica, sino que también les encaja mejor de cara a un futuro en el que mancomunar cuidados y compartir la vejez.
"La mayor?a no tenemos capacidad de comprar solas ni alquilar porque los precios est?n por las nubes. Sin el formato pareja tradicional es casi imposible acceder a la vivienda hoy por hoy", explica Miriam Sol?, técnica de igualdad de 40 a?os que trabaja en la administraci?n local.
Para su vivienda, a la que tendr?n derecho de uso durante 70 a?os, esto es, el resto de su vida (la mayor?a ronda los 40 a?os), han dado una entrada de 20.000 euros y pagar?n cuotas de aproximadamente 700 euros.
"Lo que nos une a todas en 'La morada' era buscar estabilidad en un contexto de crisis de la vivienda, pero también la idea de crear un proyecto de vivienda m?s all? de la familia nuclear y la pareja", se?ala Sol?.
"Las familias tradicionales se han montado sobre la idea de amor rom?ntico, pero la familia acaba siendo una unidad econ?mica de organizaci?n b?sica de la sociedad que se sostiene por la divisi?n del trabajo productivo y reproductivo y éste ?ltimo, como los cuidados, recaen en nosotras. Nosotras queremos algo distinto", defiende.
Sara Barrientos, terapeuta, de 42 a?os, cuenta que est? cansada de ser expulsada por los precios del alquiler en Barcelona de distintas viviendas y ahora espera encontrar un lugar de estabilidad donde vivir en comunidad y donde "los vecinos sean m?s que vecinos".
"Los que no tenemos pareja e hijos buscamos otros modelos para cuidar y ser cuidadas. Un lugar donde compartir las gesti?n de lo doméstico y también el apoyo emocional", apunta.
Para facilitar ese modelo de convivencia, explican, el edificio tiene apartamentos de distinto tama?o e incorpora en una de las plantas un 'cluster', una comunidad dentro de la comunidad formada por diversas unidades de convivencia que comparten m?s espacios comunitarios.
"Buscamos poder vivir en un lugar con menos soledad y m?s cari?o", a?ade Mar?a Berzosa, 40 a?os, técnica inform?tica, que destaca el hecho diferencial de la reuni?n feminista y LGTBI en su proyecto de vivienda respecto a otros de vivienda cooperativa.
En Catalu?a, principalmente en Barcelona, se han aprobado en los ?ltimos a?os cesiones de suelo para los proyectos de cooperativa de vivienda dentro de los programas de promoci?n del acceso a la vivienda, aunque estas f?rmulas, se?alan, son todav?a desconocidas para la mayor?a de personas.
Prueba de ello es que su proyecto fue el ?nico que se present? a la convocatoria abierta para la cesi?n de suelo que llev? a cabo la Fundaci?n Dinamo, que ten?a la titularidad del espacio ubicado en la plaza de las Mujeres de Nou Barris. "S?, el nombre parece hecho para nosotras", comenta entre risas Sol?.
Aunque "Barcelona es el buque insignia", cuenta Miriam, de este tipo de cesiones de suelo y proyectos de vivienda, este tipo de iniciativas demanda de las administraciones mayores esfuerzos para crear "un ecosistema de vivienda m?s accesible y menos basado en la propiedad, el mercado y la especulaci?n".
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