الريــم
12-06-2022, 06:40 PM
La sentencia emitida hoy en Londres en torno al pleito que enfrenta a Corinna Larsen contra Juan Carlos de Borb?n tiene un efecto m?s de aclaraci?n que de correcci?n de un fallo anterior, pero ciertamente corrige, o m?s bien derriba, las excepciones a la inmunidad del rey emérito como jefe del Estado que se hab?an formulado. En julio pasado el magistrado de los tribunales de Londres Mathew Nicklin no cre?a "de Estado" todo lo que hiciera Juan Carlos I llevando la corona de Espa?a y consideraba privadas algunas acciones del acoso que ha denunciado Corinna. Hoy esta sentencia no separa ciertos actos de la vida privada de un jefe de Estado del marco de su vida pol?tica .
Esa aclaraci?n hab?an pedido precisamente los abogados del rey emérito al Tribunal de Apelaci?n de la Secci?n Civil de la Corte de Justicia en Londres, formado en esta ocasi?n por los magistrados ingleses Andrew Popplewell, Ingrid Simler y Eleanor King, pues no cab?a pedir otra cosa contra la sentencia de julio, que se declaraba inapelable.
Del fallo de hoy se derivan tres consecuencias principales que afectan a tres rasgos de lo que la burocracia de los tribunales brit?nicos clasifica como causa CA-2022-001029 Zu Sayn-Wittgenstein-Sayn versus Borb?n y Borb?n:
El c?mo, o ritmo de la instrucci?n y plazos del juicio (si lo hubiere).
El quién, o hasta d?nde llega la consideraci?n del emérito como persona juzgable, y por tanto el cu?ndo, el periodo de la relaci?n de Juan Carlos y Corinna que s? puede escudri?ar la justicia brit?nica.
Y, derivado de ese cu?ndo, el qué, o los hechos comprendidos en ese periodo juzgable y los hechos que quedan fuera.
Qué no se juzgar?
Quedan fuera de la jurisdicci?n brit?nica dos hechos clave de la historia de Juan Carlos y Corinna. No ser? revisada la entrega de 65 millones d?lares de supuesto regalo saud?, que presuntamente le dio Juan Carlos I a su entonces amante el 2 de junio de 2012. Tampoco ver?n los jueces brit?nicos uno de los principales relatos con que Corinna construye su acusaci?n de acoso contra el rey emérito: la supuesta intrusi?n, en mayo de 2012, de agentes del CNI o de una agencia privada en su despacho en M?naco, aprovechando su ausencia.
Ambos hechos est?n comprendidos en el periodo ya fijado como de inmunidad de Juan Carlos I: aquel en el que reinaba, o sea, el tiempo previo al d?a de su abdicaci?n en Felipe VI, 18 de junio de 2014.
Adem?s, en el fallo de este martes, la jueza Simler considera "actores estatales" al CNI y a su jefe de entonces, el general Félix Sanz Rold?n. De hecho, cualquier actuaci?n del CNI en aquella época que pudiera ser ordenada por el rey es considerada no juzgable, pues Simler cree que nunca podr?a el monarca pedir nada a una agencia de inteligencia ni a su jefe, "sino como soberano o alguien de esa naturaleza". También cree la jueza "totalmente inveros?mil" que ·personas que actuaran de forma privada organizaran una vigilancia internacional, redadas encubiertas e infiltraci?n de dispositivos electr?nicos".
No considera la sentencia otra forma de actuar del general Sanz Rold?n que "en una capacidad p?blica o estatal". Pero la acusaci?n de acoso formulada por Corinna Larsen contra Juan Carlos I no se extingue con el fallo de hoy. Solo los contenidos de esa acusaci?n que tuvieran fecha anterior a junio de 2014 quedan fuera, y hay m?s.
Ya en la propia introducci?n del fallo advierte la jueza Simler que una estimaci?n del recurso que hab?a presentado Juan Carlos I (y que ha sido estimado) no implica el final de la acci?n civil de Corinna. El fallo de este martes "no ser? fatal para la pretensi?n de la demandada, ya que ella alega actos de hostigamiento posteriores a la abdicaci?n en los que no es aplicable la inmunidad estatal", dice el texto de la sentencia.
La instrucci?n, en cualquier caso, se torna rigurosa con algunos de los argumentos por los que la ex amante del rey emérito pide da?os y perjuicios. Los tribunales, se recuerda en la sentencia, siguen esperando la presentaci?n de pruebas médicas por parte de Corinna sobre supuestos da?os psicol?gicos que dice haber sufrido. Informes médicos emitidos en los tiempos en que se pudieron sufrir esos da?os a?n no han sido presentados, ni tampoco solicitud al tribunal para presentar otros, ni los jueces han podido evaluar una "diligencia razonable" en la aportaci?n de esas pruebas.
Acciones de un estadista
Queda negro sobre blanco en el papel timbrado de la Real Corte de Justicia (o sea, los tribunales del Reino Unido) que los actos de acoso denunciados contra el monarca comprendidos entre abril de 2012 y el 18 de junio de 2014 -lo que la sentencia llama "pre-abdication conduct"- fueron actos de un jefe de Estado, por privados que pudieran parecer.
"La conducta denunciada previa a la abdicaci?n es inmune a la jurisdicci?n de los tribunales de este pa?s", dice la sentencia. Los actos de ese periodo -como utilizar al CNI en vigilar a Corinna- que "solo un gobierno podr?a realizar" son para los jueces brit?nicos "necesariamente actos p?blicos o soberanos". O sea, pertenecen a la vida pol?tica de Juan Carlos y no solo al ?mbito privado de sus decisiones.
Las ?rdenes que Juan Carlos I dio a los servicios secretos -seg?n ha difundido Corinna Larsen- tiene para el tribunal brit?nico "color de autoridad". La jueza Simley se pone dura con su colega Nicklin, autor de la sentencia recurrida, cuando dice: "El juez se equivoc? al concluir que la conducta denunciada previa a la abdicaci?n fue una conducta privada". También considera que err? el magistrado al creer que los actos denunciados son "de los que cualquier particular podr?a realizar".
Postergaci?n de la causa
Es consecuencia efectiva, pues, del fallo de este 6 de diciembre en Londres que el rey emérito gana tiempo. El juicio sobre las denuncias que formula contra él su examante ya tiene menos probable su celebraci?n a mediados de 2023, como se estimaba antes del verano, y podr?a postergarse hasta 2024, siempre por la v?a civil. Este pleito es de reclamaci?n de una indemnizaci?n por parte de Corinna, y no una investigaci?n penal en la que tenga que abrir diligencias la polic?a. Ese escenario de acci?n penal, en todo caso, se lo siguen reservando los abogados de la comisionista danesa como un posible cartucho posterior a estas acciones civiles... si durante la instrucci?n no queda derribado el contenido m?s grueso de sus denuncias.
De hecho, el fallo de esta jornada no se pronuncia a?n sobre el contenido de esas acusaciones, que est? por analizar. "Hasta el momento no se ha tomado ninguna decisi?n sobre si las denuncias que hace (Corinna) son ciertas", indica la jueza Simler como aviso preliminar, en el pr?logo del fallo. Simler act?a en este fallo como ponente principal y redactora, sin que los otros dos jueces formulen votos particulares en contra.
La espera ser? larga: la representaci?n legal de Juan Carlos I tiene otros recursos en marcha que afectan al periodo de tiempo que s? resulta escrutable por la justicia brit?nica, el de las acciones de Juan Carlos I ya como ex jefe de Estado y, por tanto, ciudadano particular. Y as? lo contempla también de forma preventiva el fallo de este martes: "Respecto al periodo de reclamaci?n que no est? impedido por alguna forma de inmunidad, también se ha reservado (el recurrente, o sea Juan Carlos de Borb?n) el derecho a disputar jurisdicci?n por otros motivos".
Las dos l?neas principales de la defensa de Juan Carlos act?an en torno a posibles defectos de forma en la comunicaci?n de la demanda de Corinna, por un lado, y por otro argumentando dudas sobre la pertinencia de alguna de las pruebas del acoso y la difamaci?n que ella aduce ante los tribunales.
أكثر... (https://www.sport.es/es/noticias/nacional/le-investigara-juan-carlos-i-79633959)
Esa aclaraci?n hab?an pedido precisamente los abogados del rey emérito al Tribunal de Apelaci?n de la Secci?n Civil de la Corte de Justicia en Londres, formado en esta ocasi?n por los magistrados ingleses Andrew Popplewell, Ingrid Simler y Eleanor King, pues no cab?a pedir otra cosa contra la sentencia de julio, que se declaraba inapelable.
Del fallo de hoy se derivan tres consecuencias principales que afectan a tres rasgos de lo que la burocracia de los tribunales brit?nicos clasifica como causa CA-2022-001029 Zu Sayn-Wittgenstein-Sayn versus Borb?n y Borb?n:
El c?mo, o ritmo de la instrucci?n y plazos del juicio (si lo hubiere).
El quién, o hasta d?nde llega la consideraci?n del emérito como persona juzgable, y por tanto el cu?ndo, el periodo de la relaci?n de Juan Carlos y Corinna que s? puede escudri?ar la justicia brit?nica.
Y, derivado de ese cu?ndo, el qué, o los hechos comprendidos en ese periodo juzgable y los hechos que quedan fuera.
Qué no se juzgar?
Quedan fuera de la jurisdicci?n brit?nica dos hechos clave de la historia de Juan Carlos y Corinna. No ser? revisada la entrega de 65 millones d?lares de supuesto regalo saud?, que presuntamente le dio Juan Carlos I a su entonces amante el 2 de junio de 2012. Tampoco ver?n los jueces brit?nicos uno de los principales relatos con que Corinna construye su acusaci?n de acoso contra el rey emérito: la supuesta intrusi?n, en mayo de 2012, de agentes del CNI o de una agencia privada en su despacho en M?naco, aprovechando su ausencia.
Ambos hechos est?n comprendidos en el periodo ya fijado como de inmunidad de Juan Carlos I: aquel en el que reinaba, o sea, el tiempo previo al d?a de su abdicaci?n en Felipe VI, 18 de junio de 2014.
Adem?s, en el fallo de este martes, la jueza Simler considera "actores estatales" al CNI y a su jefe de entonces, el general Félix Sanz Rold?n. De hecho, cualquier actuaci?n del CNI en aquella época que pudiera ser ordenada por el rey es considerada no juzgable, pues Simler cree que nunca podr?a el monarca pedir nada a una agencia de inteligencia ni a su jefe, "sino como soberano o alguien de esa naturaleza". También cree la jueza "totalmente inveros?mil" que ·personas que actuaran de forma privada organizaran una vigilancia internacional, redadas encubiertas e infiltraci?n de dispositivos electr?nicos".
No considera la sentencia otra forma de actuar del general Sanz Rold?n que "en una capacidad p?blica o estatal". Pero la acusaci?n de acoso formulada por Corinna Larsen contra Juan Carlos I no se extingue con el fallo de hoy. Solo los contenidos de esa acusaci?n que tuvieran fecha anterior a junio de 2014 quedan fuera, y hay m?s.
Ya en la propia introducci?n del fallo advierte la jueza Simler que una estimaci?n del recurso que hab?a presentado Juan Carlos I (y que ha sido estimado) no implica el final de la acci?n civil de Corinna. El fallo de este martes "no ser? fatal para la pretensi?n de la demandada, ya que ella alega actos de hostigamiento posteriores a la abdicaci?n en los que no es aplicable la inmunidad estatal", dice el texto de la sentencia.
La instrucci?n, en cualquier caso, se torna rigurosa con algunos de los argumentos por los que la ex amante del rey emérito pide da?os y perjuicios. Los tribunales, se recuerda en la sentencia, siguen esperando la presentaci?n de pruebas médicas por parte de Corinna sobre supuestos da?os psicol?gicos que dice haber sufrido. Informes médicos emitidos en los tiempos en que se pudieron sufrir esos da?os a?n no han sido presentados, ni tampoco solicitud al tribunal para presentar otros, ni los jueces han podido evaluar una "diligencia razonable" en la aportaci?n de esas pruebas.
Acciones de un estadista
Queda negro sobre blanco en el papel timbrado de la Real Corte de Justicia (o sea, los tribunales del Reino Unido) que los actos de acoso denunciados contra el monarca comprendidos entre abril de 2012 y el 18 de junio de 2014 -lo que la sentencia llama "pre-abdication conduct"- fueron actos de un jefe de Estado, por privados que pudieran parecer.
"La conducta denunciada previa a la abdicaci?n es inmune a la jurisdicci?n de los tribunales de este pa?s", dice la sentencia. Los actos de ese periodo -como utilizar al CNI en vigilar a Corinna- que "solo un gobierno podr?a realizar" son para los jueces brit?nicos "necesariamente actos p?blicos o soberanos". O sea, pertenecen a la vida pol?tica de Juan Carlos y no solo al ?mbito privado de sus decisiones.
Las ?rdenes que Juan Carlos I dio a los servicios secretos -seg?n ha difundido Corinna Larsen- tiene para el tribunal brit?nico "color de autoridad". La jueza Simley se pone dura con su colega Nicklin, autor de la sentencia recurrida, cuando dice: "El juez se equivoc? al concluir que la conducta denunciada previa a la abdicaci?n fue una conducta privada". También considera que err? el magistrado al creer que los actos denunciados son "de los que cualquier particular podr?a realizar".
Postergaci?n de la causa
Es consecuencia efectiva, pues, del fallo de este 6 de diciembre en Londres que el rey emérito gana tiempo. El juicio sobre las denuncias que formula contra él su examante ya tiene menos probable su celebraci?n a mediados de 2023, como se estimaba antes del verano, y podr?a postergarse hasta 2024, siempre por la v?a civil. Este pleito es de reclamaci?n de una indemnizaci?n por parte de Corinna, y no una investigaci?n penal en la que tenga que abrir diligencias la polic?a. Ese escenario de acci?n penal, en todo caso, se lo siguen reservando los abogados de la comisionista danesa como un posible cartucho posterior a estas acciones civiles... si durante la instrucci?n no queda derribado el contenido m?s grueso de sus denuncias.
De hecho, el fallo de esta jornada no se pronuncia a?n sobre el contenido de esas acusaciones, que est? por analizar. "Hasta el momento no se ha tomado ninguna decisi?n sobre si las denuncias que hace (Corinna) son ciertas", indica la jueza Simler como aviso preliminar, en el pr?logo del fallo. Simler act?a en este fallo como ponente principal y redactora, sin que los otros dos jueces formulen votos particulares en contra.
La espera ser? larga: la representaci?n legal de Juan Carlos I tiene otros recursos en marcha que afectan al periodo de tiempo que s? resulta escrutable por la justicia brit?nica, el de las acciones de Juan Carlos I ya como ex jefe de Estado y, por tanto, ciudadano particular. Y as? lo contempla también de forma preventiva el fallo de este martes: "Respecto al periodo de reclamaci?n que no est? impedido por alguna forma de inmunidad, también se ha reservado (el recurrente, o sea Juan Carlos de Borb?n) el derecho a disputar jurisdicci?n por otros motivos".
Las dos l?neas principales de la defensa de Juan Carlos act?an en torno a posibles defectos de forma en la comunicaci?n de la demanda de Corinna, por un lado, y por otro argumentando dudas sobre la pertinencia de alguna de las pruebas del acoso y la difamaci?n que ella aduce ante los tribunales.
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