الريــم
12-04-2022, 10:31 AM
El 28 de septiembre de 2021, con la mascarilla puesta porque el virus segu?a golpeando y las dosis de las vacunas se segu?an suministrando, la presidenta del Congreso, Meritxell Batet, reprendi? a los diputados por un hecho desagradable que acababa de suceder, uno m?s.
El diputado de Vox José Mar?a S?nchez llam? “bruja” a la representante socialista Laura Berja. Estaba sin uso de la palabra, pero el insulto fue notorio y la Presidencia de la C?mara, ejercida en ese momento por Alfonso Rodr?guez G?mez de Celis, pidi? al parlamentario que lo retirase (las manifestaciones hechas fuera de micro también las recoge el servicio de taquigraf?a si son inteligibles) y le llam? al orden. Como se neg? insistentemente a ello, la Presidencia repiti? el requerimiento tres veces y le expuls?, tal y como establece el reglamento. S?nchez desobedeci?, la sesi?n se suspendi?. Al cabo de unos minutos muy tensos, el diputado de Vox acept? que saliera el improperio de las actas, pero continu? en su esca?o.
Batet, el 28 de septiembre de 2021, dijo varias cosas. Una: “Es importante recordar que las decisiones de la Presidencia en la direcci?n de los debates deben ser acatadas”. Dos: “Todos debemos tener la libertad de expresar nuestras posiciones pol?ticas, todos, pero demasiadas veces el uso de la libertad de expresi?n es usado de manera inadecuada, proyectando insultos y ofensas a personas e instituciones. Y eso no lo podemos permitir”.
M?s informaci?n (Auto)
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Tres: “Si hacen una reflexi?n, llegar?n a la conclusi?n de que no estamos afrontando los debates en los términos adecuados, en absoluto, ni estamos proyectando lo que queremos a la sociedad”. Y cuatro: “la obligaci?n que yo me he puesto desde el minuto 1 es la de asumir la defensa del decoro de esta C?mara y de la dignidad del Parlamento de Espa?a (...) Creo que la sociedad espa?ola lo merece y para ello cuento con su colaboraci?n”.
Autorregulaci?n
Fuentes de la Mesa del Congreso indican a EL PERI?DICO DE ESPA?A que una de las m?ximas establecidas para la direcci?n de los debates, siempre bajo la premisa de que las decisiones de quien ejerza esa direcci?n ser?n irrebatibles, fue la flexibilidad. Entra?aba riesgos la decisi?n, como se ha comprobado en numerosas ocasiones esta legislatura, porque una apuesta por la laxitud obliga a contar de antemano con la implicaci?n y el compromiso de los oradores.
La decisi?n de Batet, verbalizada en la alocuci?n del 28 de septiembre de 2021 y verbalizada, aunque ya con matices, esta semana, se basa en la libertad de expresi?n. En un lugar como el Congreso hay que andar con cuidado al respecto. Limitar esa libertad, condicionarla, puede resultar contraproducente, incluso en épocas de encono e ira como estos ?ltimos diez d?as.
En consecuencia, por mirarlo de otra manera, si se hace, pueden surgir muchos problemas. Ya se est? viendo. ?Debe retirarse el término “fascista”? ?Debe pasar lo mismo con “filoetarras”?
El martes pasado, en la reuni?n de la Junta de Portavoces, que fue m?s tensa y larga de lo habitual, la presidenta del Congreso se reserv? la ?ltima intervenci?n para zanjar la discusi?n que hab?a surgido entre los grupos sobre qué hacer para acabar con las ofensas y los ataques y las faltas de respeto. Pidi? contenci?n y responsabilidad, como el pasado 28 de diciembre, pero a?adi? un nuevo factor: ser? m?s estricta en la aplicaci?n del reglamento, que tiene art?culos que delimitan el campo de juego.
El reglamento
Por orden. El art?culo 32.1, sobre las funciones del presidente del Congreso, dice que “ostenta la representaci?n de la C?mara, asegura la buena marcha de los trabajos, dirige los debates, mantiene el orden de los mismos (...)”. El 32.2: “Corresponde al presidente cumplir y hacer cumplir el reglamento, interpret?ndolo en los casos de duda y supliéndolo en los de omisi?n”.
Siguiente, el 33, que dice esto: “Los vicepresidentes, por su orden, sustituyen al presidente, ejerciendo sus funciones en caso de vacante, ausencia o imposibilidad de éste. Desempe?an, adem?s, cualesquiera otras funciones que les encomiende el presidente o la Mesa”. Es pertinente recordar este precepto porque si el vicepresidente primero, el socialista G?mez de Celis, dirige los debates es porque la presidenta se ausenta y entonces él se convierte en la m?xima autoridad.
M?s art?culos, ahora el 102 y el 103, que son, respectivamente, el que regula las llamadas a la cuesti?n, es decir, las peticiones al orador para que se ci?a al motivo del debate y no a consideraciones ajenas, y el que define las llamadas al orden, o en otras palabras, las exigencias de no faltar al decoro de los dem?s miembros de la C?mara o de otras instituciones. A éste hay que a?adir el 104, que evidencia la autoridad de la Presidencia, bien para expulsar al orador, bien para sancionarle o bien para ordenar retiradas de expresiones indecorosas de los diarios de sesiones. Esa autoridad de la Presidencia se blinda, adem?s, en el art?culo 72 de la Constituci?n (https://www.boe.es/buscar/act.php?id=BOE-A-1978-31229).
http://www.uc-4u.com/clip/e4aeddd4-1a46-4eee-86ca-4a6a8e5570d5_16-9-aspect-ratio_default_0.jpg La presidenta del Congreso, Meritxell Batet, durante el pleno celebrado este jueves, en el Congreso de los Diputados en Madrid. | EFE/Javier Liz?n
Cuando Batet comunic? el martes pasado a los portavoces de los grupos de que ser? m?s estricta en la aplicaci?n del reglamento, se refiri? a que ejecutar? sin tanta elasticidad las llamadas a la cuesti?n, las llamadas al orden y las ?rdenes de exclusi?n de expresiones de las actas de los debates. Y si no ella, quién ejerza la Presidencia. Depender? de la habilidad de quién ocupe el puesto el desarrollo m?s o menos pac?fico, m?s o menos tumultuoso, de las sesiones.
El reglamento, en resumen, consagra la autoridad del cargo (https://www.congreso.es/web/guest/cem/reglam), el de m?s elevado rango de la C?mara, de manera que no ha lugar a que sus decisiones sobre las sesiones puedan reconducirse.
Los intentos de los grupos
La manera de asegurarse de que la Mesa somete a deliberaci?n c?mo conducir las sesiones plenarias es enviar un escrito. Es lo que han hecho Vox, BNG y Cs durante los ?ltimos diez d?as.
El grupo que dirigeIv?n Espinosa de los Monteros se dirigi? a la Mesa el pasado 24 de noviembre, tras el incidente entre su representante Carla Toscano y la ministra de Igualdad, que es el detonante de lo que ha pasado después, para instar a una reprobaci?n del secretario tercero de la Mesa, el diputado de Unidas Podemos Javier S?nchez por haberse dirigido a Toscano verbal y gestualmente, algo que los integrantes del ?rgano de gobierno de la C?mara deben evitar, cabe puntualizar.
M?s informaci?n (Auto)
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Pero no s?lo eso. También pidi? a la Mesa garant?as de “una aplicaci?n objetiva, ecu?nime e igual del reglamento del Congreso en la protecci?n de los derechos que asisten a todos los diputados y grupos (...), poniendo fin as? a la permisividad que en estos momentos se observa en perjuicio del grupo parlamentario que suscribe”. Espinosa de los Monteros quiere, por tanto, que en los debates se apliquen las mismas reglas para todos.
Un d?a m?s tarde, el diputado del BNG Néstor Rego (https://www.sport.es/es/noticias/nacional/erc-eh-bildu-bng-estudian-79537085) registr? su petici?n a la Mesa. La suya da con la clave de la polémica: el uso del derecho a la libertad de expresi?n, sus contornos, sus l?mites. ?Ha de haberlos? El parlamentario gallego fue llamado al orden en la sesi?n plenaria de la v?spera por referirse a la monarqu?a como una instituci?n “anacr?nica y corrupta”. La expresi?n fue retirada del diario de sesiones.
Rego hace una consideraci?n fundamental: “En el libre ejercicio del derecho de expresi?n y para mejor ejercicio de su cargo, todo diputado o diputada tiene la libertad de realizar las cr?ticas y valoraciones sobre las instituciones y las personas que las representan o conforman, siempre atendiendo a su labor p?blica e institucional. Realizar una valoraci?n negativa del papel de una instituci?n no es un insulto o una falta de respeto a la misma que deba ser reprochada”.
A Rego le extra??, adem?s, que se le anunciara la retirada de la alusi?n del diario de sesiones cuando manifestaciones similares hechas antes por él mismo s? figuran en las actas. No entendi? bien el cambio de criterio, y por ello, a futuro, plantea la siguiente exigencia: que se reconozcan “el libre ejercicio del derecho de expresi?n” y “el ejercicio del deber de participaci?n pol?tica de los representantes de la ciudadan?a”. Corolario: que el campo del debate sea muy ancho.
El ?ltimo de los escritos recibidos por la Mesa hasta la fecha es el que Cs dirigi? el pasado miércoles, a ra?z de la retirada del exabrupto “filoetarras”. Lo ver? en la pr?xima reuni?n. Para la formaci?n de Inés Arrimadas, la decisi?n desvela “una utilizaci?n partidista y arbitraria de la Presidencia de la C?mara”, y por ello, solicita “una relaci?n de criterios neutrales y claros por los cuales” llevar a cabo la exclusi?n de “expresiones, vejaciones e insultos”.
Vox y Cs, cada uno a su modo, quieren concreci?n. BNG, no. Unos quieren pintar las l?neas del campo; el otro, que no haya. Es justo el debate que vivieron los nueve integrantes de la Mesa el martes pasado, antes de que la controversia se expandiera a la Junta de Portavoces. Fuentes del ?rgano parlamentario cuentan a EL PERI?DICO DE ESPA?A (https://www.epe.es/es/)que PSOE y PP tuvieron claro que la autoridad de los debates no se cuestiona. La llave la tienen sus se?or?as. En su responsabilidad y respeto descansa en gran medida la aparici?n de la soluci?n, la distensi?n del ambiente, el cese de la tormenta.
A los escritos de Vox y BNG se envi? la misma respuesta: que las decisiones de la Presidencia de la C?mara para la conducci?n de los debates no se revisan. A Cs se le enviar? exactamente lo mismo.
أكثر... (https://www.sport.es/es/noticias/nacional/procede-revision-protege-presidencia-congreso-79537083)
El diputado de Vox José Mar?a S?nchez llam? “bruja” a la representante socialista Laura Berja. Estaba sin uso de la palabra, pero el insulto fue notorio y la Presidencia de la C?mara, ejercida en ese momento por Alfonso Rodr?guez G?mez de Celis, pidi? al parlamentario que lo retirase (las manifestaciones hechas fuera de micro también las recoge el servicio de taquigraf?a si son inteligibles) y le llam? al orden. Como se neg? insistentemente a ello, la Presidencia repiti? el requerimiento tres veces y le expuls?, tal y como establece el reglamento. S?nchez desobedeci?, la sesi?n se suspendi?. Al cabo de unos minutos muy tensos, el diputado de Vox acept? que saliera el improperio de las actas, pero continu? en su esca?o.
Batet, el 28 de septiembre de 2021, dijo varias cosas. Una: “Es importante recordar que las decisiones de la Presidencia en la direcci?n de los debates deben ser acatadas”. Dos: “Todos debemos tener la libertad de expresar nuestras posiciones pol?ticas, todos, pero demasiadas veces el uso de la libertad de expresi?n es usado de manera inadecuada, proyectando insultos y ofensas a personas e instituciones. Y eso no lo podemos permitir”.
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Tres: “Si hacen una reflexi?n, llegar?n a la conclusi?n de que no estamos afrontando los debates en los términos adecuados, en absoluto, ni estamos proyectando lo que queremos a la sociedad”. Y cuatro: “la obligaci?n que yo me he puesto desde el minuto 1 es la de asumir la defensa del decoro de esta C?mara y de la dignidad del Parlamento de Espa?a (...) Creo que la sociedad espa?ola lo merece y para ello cuento con su colaboraci?n”.
Autorregulaci?n
Fuentes de la Mesa del Congreso indican a EL PERI?DICO DE ESPA?A que una de las m?ximas establecidas para la direcci?n de los debates, siempre bajo la premisa de que las decisiones de quien ejerza esa direcci?n ser?n irrebatibles, fue la flexibilidad. Entra?aba riesgos la decisi?n, como se ha comprobado en numerosas ocasiones esta legislatura, porque una apuesta por la laxitud obliga a contar de antemano con la implicaci?n y el compromiso de los oradores.
La decisi?n de Batet, verbalizada en la alocuci?n del 28 de septiembre de 2021 y verbalizada, aunque ya con matices, esta semana, se basa en la libertad de expresi?n. En un lugar como el Congreso hay que andar con cuidado al respecto. Limitar esa libertad, condicionarla, puede resultar contraproducente, incluso en épocas de encono e ira como estos ?ltimos diez d?as.
En consecuencia, por mirarlo de otra manera, si se hace, pueden surgir muchos problemas. Ya se est? viendo. ?Debe retirarse el término “fascista”? ?Debe pasar lo mismo con “filoetarras”?
El martes pasado, en la reuni?n de la Junta de Portavoces, que fue m?s tensa y larga de lo habitual, la presidenta del Congreso se reserv? la ?ltima intervenci?n para zanjar la discusi?n que hab?a surgido entre los grupos sobre qué hacer para acabar con las ofensas y los ataques y las faltas de respeto. Pidi? contenci?n y responsabilidad, como el pasado 28 de diciembre, pero a?adi? un nuevo factor: ser? m?s estricta en la aplicaci?n del reglamento, que tiene art?culos que delimitan el campo de juego.
El reglamento
Por orden. El art?culo 32.1, sobre las funciones del presidente del Congreso, dice que “ostenta la representaci?n de la C?mara, asegura la buena marcha de los trabajos, dirige los debates, mantiene el orden de los mismos (...)”. El 32.2: “Corresponde al presidente cumplir y hacer cumplir el reglamento, interpret?ndolo en los casos de duda y supliéndolo en los de omisi?n”.
Siguiente, el 33, que dice esto: “Los vicepresidentes, por su orden, sustituyen al presidente, ejerciendo sus funciones en caso de vacante, ausencia o imposibilidad de éste. Desempe?an, adem?s, cualesquiera otras funciones que les encomiende el presidente o la Mesa”. Es pertinente recordar este precepto porque si el vicepresidente primero, el socialista G?mez de Celis, dirige los debates es porque la presidenta se ausenta y entonces él se convierte en la m?xima autoridad.
M?s art?culos, ahora el 102 y el 103, que son, respectivamente, el que regula las llamadas a la cuesti?n, es decir, las peticiones al orador para que se ci?a al motivo del debate y no a consideraciones ajenas, y el que define las llamadas al orden, o en otras palabras, las exigencias de no faltar al decoro de los dem?s miembros de la C?mara o de otras instituciones. A éste hay que a?adir el 104, que evidencia la autoridad de la Presidencia, bien para expulsar al orador, bien para sancionarle o bien para ordenar retiradas de expresiones indecorosas de los diarios de sesiones. Esa autoridad de la Presidencia se blinda, adem?s, en el art?culo 72 de la Constituci?n (https://www.boe.es/buscar/act.php?id=BOE-A-1978-31229).
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El reglamento, en resumen, consagra la autoridad del cargo (https://www.congreso.es/web/guest/cem/reglam), el de m?s elevado rango de la C?mara, de manera que no ha lugar a que sus decisiones sobre las sesiones puedan reconducirse.
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La manera de asegurarse de que la Mesa somete a deliberaci?n c?mo conducir las sesiones plenarias es enviar un escrito. Es lo que han hecho Vox, BNG y Cs durante los ?ltimos diez d?as.
El grupo que dirigeIv?n Espinosa de los Monteros se dirigi? a la Mesa el pasado 24 de noviembre, tras el incidente entre su representante Carla Toscano y la ministra de Igualdad, que es el detonante de lo que ha pasado después, para instar a una reprobaci?n del secretario tercero de la Mesa, el diputado de Unidas Podemos Javier S?nchez por haberse dirigido a Toscano verbal y gestualmente, algo que los integrantes del ?rgano de gobierno de la C?mara deben evitar, cabe puntualizar.
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Un d?a m?s tarde, el diputado del BNG Néstor Rego (https://www.sport.es/es/noticias/nacional/erc-eh-bildu-bng-estudian-79537085) registr? su petici?n a la Mesa. La suya da con la clave de la polémica: el uso del derecho a la libertad de expresi?n, sus contornos, sus l?mites. ?Ha de haberlos? El parlamentario gallego fue llamado al orden en la sesi?n plenaria de la v?spera por referirse a la monarqu?a como una instituci?n “anacr?nica y corrupta”. La expresi?n fue retirada del diario de sesiones.
Rego hace una consideraci?n fundamental: “En el libre ejercicio del derecho de expresi?n y para mejor ejercicio de su cargo, todo diputado o diputada tiene la libertad de realizar las cr?ticas y valoraciones sobre las instituciones y las personas que las representan o conforman, siempre atendiendo a su labor p?blica e institucional. Realizar una valoraci?n negativa del papel de una instituci?n no es un insulto o una falta de respeto a la misma que deba ser reprochada”.
A Rego le extra??, adem?s, que se le anunciara la retirada de la alusi?n del diario de sesiones cuando manifestaciones similares hechas antes por él mismo s? figuran en las actas. No entendi? bien el cambio de criterio, y por ello, a futuro, plantea la siguiente exigencia: que se reconozcan “el libre ejercicio del derecho de expresi?n” y “el ejercicio del deber de participaci?n pol?tica de los representantes de la ciudadan?a”. Corolario: que el campo del debate sea muy ancho.
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Vox y Cs, cada uno a su modo, quieren concreci?n. BNG, no. Unos quieren pintar las l?neas del campo; el otro, que no haya. Es justo el debate que vivieron los nueve integrantes de la Mesa el martes pasado, antes de que la controversia se expandiera a la Junta de Portavoces. Fuentes del ?rgano parlamentario cuentan a EL PERI?DICO DE ESPA?A (https://www.epe.es/es/)que PSOE y PP tuvieron claro que la autoridad de los debates no se cuestiona. La llave la tienen sus se?or?as. En su responsabilidad y respeto descansa en gran medida la aparici?n de la soluci?n, la distensi?n del ambiente, el cese de la tormenta.
A los escritos de Vox y BNG se envi? la misma respuesta: que las decisiones de la Presidencia de la C?mara para la conducci?n de los debates no se revisan. A Cs se le enviar? exactamente lo mismo.
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