الريــم
12-01-2022, 07:11 PM
China explot? varios cartuchos de dinamita bajo los pilares de la pol?tica de cero covid. Es una demolici?n controlada, muy lejos de la apertura “a la occidental”, pero que inicia una senda potencialmente turbulenta e incierta. La convivencia con el virus, un anatema durante tres a?os, se antoja inevitable a partir de ahora.
En los ?ltimos d?as se amontonan gestos inéditos. Varias ciudades han aliviado o levantado confinamientos cuando registran cifras récords de contagios. Ocurri? este miércoles en Guangzhou, la macrociudad del sur. Las autoridades cancelaron los encierros en la mitad de distritos y los tests masivos después de la ?ltima ola de protestas. En Shangh?i han sido levantados los confinamientos en 24 distritos a pesar de su etiqueta de “alto riesgo”. El mismo proceso seguir? Chongqing, la capital del centro de China, seg?n la prensa nacional. A?n m?s simb?lico es Pek?n. La capital china no ha sido cerrada nunca porque las extremas precauciones hab?an embridado cualquier conato de brote. Pek?n super? ayer el umbral de los 5.000 casos diarios, una barbaridad para los est?ndares chinos. La mitad de ellos, quiz? un tercio, habr?an justificado su confinamiento inmediato con el viejo libreto. La ciudad anunci? hoy que permitir? a los contagiados asintom?ticos cumplir la cuarentena en casa si se comprometen a respetarla. Un dispositivo electr?nico en las puerta de su vivienda, en todo caso, fiscalizar? su cumplimiento.
Nuevas variantes
Tan relevantes como las medidas son los discursos. La vicepresidenta Sun Chunlan ha sido la némesis del virus desde que las primeras noticias de una neumon?a llegaron desde Wuhan. Hainan, Chengdu, Shangh?i… All? donde surg?a un brote, aterrizaba Sun con su vigor juvenil y mando prusiano, y los ciudadanos corr?an al supermercado con la certeza de un confinamiento inminente. China ha pasado de pantalla, vino a decir Sun en una reuni?n de funcionarios de Sanidad. “Con la decreciente patogenicidad (la capacidad de un virus de da?ar a su huésped), la creciente tasa de vacunaci?n y la experiencia acumulada en el control y prevenci?n de la epidemia, la contenci?n de la pandemia entra en una nueva fase y una nueva misi?n”, aclar? Sun. También aludi? a “medidas m?s humanas” en la lucha contra el virus y en la transcripci?n de la agencia oficial, Xinhua, no hay ni una menci?n a la “pol?tica cero covid din?mica”, el anterior mantra. El tono va en l?nea de la prensa nacional que estos d?as aclara que las nuevas variantes no justifican el p?nico.
La asunci?n del inminente tsunami de contagios ha llevado al Gobierno a marcar un objetivo ambicioso en la vacunaci?n de ancianos para reducir la mortalidad: el 90 % de los mayores de 80 a?os tendr? las dos dosis a finales de febrero, seg?n el medio chino Caixin. Se anuncia, pues, una masiva campa?a de vacunaci?n para acabar en dos meses muchos de los deberes pendientes en tres a?os. La relativamente baja vacunaci?n en ese segmento de edad, del 76% frente al 90% del conjunto de la poblaci?n, es una de las principales razones que impiden jubilar la pol?tica de cero covid. El Gobierno lo ha intentado todo y nada ha funcionado: campa?as de divulgaci?n, regalos, descuentos en supermercados e incluso sobornos del equivalente de 70 euros por pinchazo. El cumplimiento de la misi?n se encomienda a los gobiernos locales, con menos delicadeza y paciencia que el central. La obediencia de los cuadros locales a las directrices de Pek?n, imprescindible para subir en el escalaf?n del partido, estuvo detr?s de algunos excesos en la implementaci?n de pol?ticas nacionales como la del hijo ?nico.
China parece, ahora s?, dispuesta a flexibilizar sustancialmente su f?rmula contra la pandemia. Quiz? porque ha comprendido que las nuevas variantes son demasiado contagiosas para detenerlas, quiz? por las protestas, quiz? por ambas. China entra en un escenario nuevo después de tres a?os descartando la convivencia con el virus.
أكثر... (https://www.sport.es/es/noticias/internacional/china-comienza-demolicion-controlada-politica-79406984)
En los ?ltimos d?as se amontonan gestos inéditos. Varias ciudades han aliviado o levantado confinamientos cuando registran cifras récords de contagios. Ocurri? este miércoles en Guangzhou, la macrociudad del sur. Las autoridades cancelaron los encierros en la mitad de distritos y los tests masivos después de la ?ltima ola de protestas. En Shangh?i han sido levantados los confinamientos en 24 distritos a pesar de su etiqueta de “alto riesgo”. El mismo proceso seguir? Chongqing, la capital del centro de China, seg?n la prensa nacional. A?n m?s simb?lico es Pek?n. La capital china no ha sido cerrada nunca porque las extremas precauciones hab?an embridado cualquier conato de brote. Pek?n super? ayer el umbral de los 5.000 casos diarios, una barbaridad para los est?ndares chinos. La mitad de ellos, quiz? un tercio, habr?an justificado su confinamiento inmediato con el viejo libreto. La ciudad anunci? hoy que permitir? a los contagiados asintom?ticos cumplir la cuarentena en casa si se comprometen a respetarla. Un dispositivo electr?nico en las puerta de su vivienda, en todo caso, fiscalizar? su cumplimiento.
Nuevas variantes
Tan relevantes como las medidas son los discursos. La vicepresidenta Sun Chunlan ha sido la némesis del virus desde que las primeras noticias de una neumon?a llegaron desde Wuhan. Hainan, Chengdu, Shangh?i… All? donde surg?a un brote, aterrizaba Sun con su vigor juvenil y mando prusiano, y los ciudadanos corr?an al supermercado con la certeza de un confinamiento inminente. China ha pasado de pantalla, vino a decir Sun en una reuni?n de funcionarios de Sanidad. “Con la decreciente patogenicidad (la capacidad de un virus de da?ar a su huésped), la creciente tasa de vacunaci?n y la experiencia acumulada en el control y prevenci?n de la epidemia, la contenci?n de la pandemia entra en una nueva fase y una nueva misi?n”, aclar? Sun. También aludi? a “medidas m?s humanas” en la lucha contra el virus y en la transcripci?n de la agencia oficial, Xinhua, no hay ni una menci?n a la “pol?tica cero covid din?mica”, el anterior mantra. El tono va en l?nea de la prensa nacional que estos d?as aclara que las nuevas variantes no justifican el p?nico.
La asunci?n del inminente tsunami de contagios ha llevado al Gobierno a marcar un objetivo ambicioso en la vacunaci?n de ancianos para reducir la mortalidad: el 90 % de los mayores de 80 a?os tendr? las dos dosis a finales de febrero, seg?n el medio chino Caixin. Se anuncia, pues, una masiva campa?a de vacunaci?n para acabar en dos meses muchos de los deberes pendientes en tres a?os. La relativamente baja vacunaci?n en ese segmento de edad, del 76% frente al 90% del conjunto de la poblaci?n, es una de las principales razones que impiden jubilar la pol?tica de cero covid. El Gobierno lo ha intentado todo y nada ha funcionado: campa?as de divulgaci?n, regalos, descuentos en supermercados e incluso sobornos del equivalente de 70 euros por pinchazo. El cumplimiento de la misi?n se encomienda a los gobiernos locales, con menos delicadeza y paciencia que el central. La obediencia de los cuadros locales a las directrices de Pek?n, imprescindible para subir en el escalaf?n del partido, estuvo detr?s de algunos excesos en la implementaci?n de pol?ticas nacionales como la del hijo ?nico.
China parece, ahora s?, dispuesta a flexibilizar sustancialmente su f?rmula contra la pandemia. Quiz? porque ha comprendido que las nuevas variantes son demasiado contagiosas para detenerlas, quiz? por las protestas, quiz? por ambas. China entra en un escenario nuevo después de tres a?os descartando la convivencia con el virus.
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