الريــم
12-01-2022, 03:10 PM
La cotorra argentina (Myiopsitta monachus) y la de Kramer (Psittacula krameri) son un s?mbolo que representa el fen?meno de las especies invasoras, al menos en las ciudades. Y es que ambas especies se han expandido por la Pen?nsula Ibérica desde 1991, llegando a todos los rincones, aunque siempre han preferido una vida eminentemente urbanita. De hecho, un art?culo publicado recientemente en la revista Diversity and Distributions, liderado por la investigadora del CREAF Laura Cardador, demuestra que las ciudades y carreteras han sido el trampol?n que han permitido que ambas cotorras colonizaran la Pen?nsula y que se hayan establecido de forma permanente.
Y es que se trata de especies en r?pida expansi?n. El primer registro de cotorra argentina data de 1975 en la ciudad de Barcelona. Ya a principios de los a?os 80 también se detect? en Madrid y Puerto de la Cruz (en Tenerife). Actualmente, seg?n el ?ltimo censo de SEO/BirdLife en 2015, la especie ya se distribuye por al menos 15 comunidades aut?nomas, 27 provincias y 142 municipios, siendo sus principales n?cleos reproductores Madrid y Barcelona.
En cuanto a la cotorra de Kramer, seg?n la base de datos del estudio, la primera cita en la Pen?nsula es de 1970 en Zorita (C?ceres). A principios de los 80 también se habr?a observado en La Laguna (Tenerife), Maspalomas (Gran Canaria), Gij?n (Asturias), M?laga, Almer?a y en Santarem, en Portugal. Seg?n los censos de 2015 de SEO/BirdLife, la poblaci?n espa?ola se distribuye al menos en siete comunidades aut?nomas y una ciudad aut?noma (incluyendo 13 provincias, una ciudad aut?noma y 34 municipios).*
http://uc-4u.com/clip/f627516a-d686-4562-a557-08539eac7a8c_16-9-aspect-ratio_default_0.jpg Evoluci?n de las cotorras invasoras en la Pen?nsula | CREAF
Este estudio refuerza una idea que lleva tiempo trabajando desde el ?mbito cient?fico: los h?bitats humanos juegan un papel muy importante en la expansi?n y permanencia de las especies invasoras. Esos h?bitats incluyen las ciudades, pero también otros que el ser humano ha degradado, zonas periféricas e infraestructuras que conectan todas estas zonas antropizadas.
Especies amantes de h?bitats urbanos
?Cu?les son los motivos? Por un lado, las cotorras de Kramer y argentina se han expandido gracias a las liberaciones voluntarias o involuntarias de individuos desde jaulas en las ciudades, donde viv?an como mascotas. Sin embargo, ésta no ser?a la ?nica explicaci?n, ya que estas cotorras han colonizado nuevos lugares en la Pen?nsula después de 2005, cuando la comercializaci?n de estas especies ya estaba prohibida en Europa.
En ese sentido, el equipo de investigaci?n cree que la gran conectividad entre ambientes humanizados ha sido otro motivo importante. Las cotorras que viven en las ciudades pueden desplazarse c?modamente de un sitio a otro siguiendo las infraestructuras humanas (carreteras, v?as ferroviarias...) que conectan las urbes u otros ambientes que los humanos hemos alterado. Con este movimiento han podido colonizar nuevos ambientes urbanizados en todo el territorio.*
http://uc-4u.com/clip/d76f8b3c-1d65-4cec-901e-e2af18dc95b6_16-9-aspect-ratio_default_0.jpg Cotorras en un parque de Barcelona | El Peri?dico
Por ?ltimo, el estudio expone que las cotorras parecen tener ya una pre-adaptaci?n a vivir en las ciudades, porque ya lo toleraban bien en su ambiente de origen. Esto implica, por ejemplo, que se aprovechan de la falta de depredadores en las ciudades para sobrevivir y reproducirse con éxito, que son capaces de desarrollar comportamientos innovadores para sortear peligros o amenazas, o que aprovechan gran variedad de recursos para alimentarse.*
Participaci?n ciudadana
Gran parte de los datos que se han utilizado en el estudio proven?an de plataformas de ciencia ciudadana, donde la ciudadan?a ha ido colgando informaci?n de cotorras vistas en diferentes lugares de la Pen?nsula desde 1991 hasta 2016. "La ciencia ciudadana y las observaciones registradas a lo largo de casi un siglo en distintos medios, anuarios y noticiarios ornitol?gicos, atlas o webs pueden integrarse en modelos matem?ticos que ayuden a comprender mejor c?mo se producen las invasiones biol?gicas", pone de relevancia Cardador.*
Este estudio nos sirve para entender que las cotorras se han expandido ligadas a los h?bitats humanos. Seg?n Laura Cardador, "ahora el modelo que hemos desarrollado puede ser una buena primera aproximaci?n para ayudar a priorizar acciones de gesti?n porque puede identificar ?reas sensibles a recibir nuevas colonizaciones, as? como ?reas en las que podr?amos esperar m?s impactos, tanto por interferencias con las actividades humanas, como con especies sensibles".*
http://uc-4u.com/clip/cae5916f-4ab9-406a-82d6-75e7ab0249a4_16-9-aspect-ratio_default_0.jpg Las cotorras invaden Espa?a | Agencias
El estudio se ha llevado a cabo por un equipo de personas de diferentes instituciones como son la Estaci?n Biol?gica de Do?ana (EBD-CSIC), Sevilla, la Universidad de Montpellier, el Leibniz Institute for Zoo and Wildlife Research, de Berl?n, Instituto Pirenaico de Ecolog?a (IPE-CSIC), Zaragoza, Universidad de Sevilla y Universidad Pablo de Olavide, también de Sevilla.*
Estudio de referencia: *https://onlinelibrary.wiley.com/doi/10.1111/ddi.13591
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Contacto de la secci?n de Medio Ambiente: crisisclimatica@prensaiberica.es
أكثر... (https://www.sport.es/es/noticias/medio-ambiente/cotorras-exoticas-invaden-15-comunidades-79393845)
Y es que se trata de especies en r?pida expansi?n. El primer registro de cotorra argentina data de 1975 en la ciudad de Barcelona. Ya a principios de los a?os 80 también se detect? en Madrid y Puerto de la Cruz (en Tenerife). Actualmente, seg?n el ?ltimo censo de SEO/BirdLife en 2015, la especie ya se distribuye por al menos 15 comunidades aut?nomas, 27 provincias y 142 municipios, siendo sus principales n?cleos reproductores Madrid y Barcelona.
En cuanto a la cotorra de Kramer, seg?n la base de datos del estudio, la primera cita en la Pen?nsula es de 1970 en Zorita (C?ceres). A principios de los 80 también se habr?a observado en La Laguna (Tenerife), Maspalomas (Gran Canaria), Gij?n (Asturias), M?laga, Almer?a y en Santarem, en Portugal. Seg?n los censos de 2015 de SEO/BirdLife, la poblaci?n espa?ola se distribuye al menos en siete comunidades aut?nomas y una ciudad aut?noma (incluyendo 13 provincias, una ciudad aut?noma y 34 municipios).*
http://uc-4u.com/clip/f627516a-d686-4562-a557-08539eac7a8c_16-9-aspect-ratio_default_0.jpg Evoluci?n de las cotorras invasoras en la Pen?nsula | CREAF
Este estudio refuerza una idea que lleva tiempo trabajando desde el ?mbito cient?fico: los h?bitats humanos juegan un papel muy importante en la expansi?n y permanencia de las especies invasoras. Esos h?bitats incluyen las ciudades, pero también otros que el ser humano ha degradado, zonas periféricas e infraestructuras que conectan todas estas zonas antropizadas.
Especies amantes de h?bitats urbanos
?Cu?les son los motivos? Por un lado, las cotorras de Kramer y argentina se han expandido gracias a las liberaciones voluntarias o involuntarias de individuos desde jaulas en las ciudades, donde viv?an como mascotas. Sin embargo, ésta no ser?a la ?nica explicaci?n, ya que estas cotorras han colonizado nuevos lugares en la Pen?nsula después de 2005, cuando la comercializaci?n de estas especies ya estaba prohibida en Europa.
En ese sentido, el equipo de investigaci?n cree que la gran conectividad entre ambientes humanizados ha sido otro motivo importante. Las cotorras que viven en las ciudades pueden desplazarse c?modamente de un sitio a otro siguiendo las infraestructuras humanas (carreteras, v?as ferroviarias...) que conectan las urbes u otros ambientes que los humanos hemos alterado. Con este movimiento han podido colonizar nuevos ambientes urbanizados en todo el territorio.*
http://uc-4u.com/clip/d76f8b3c-1d65-4cec-901e-e2af18dc95b6_16-9-aspect-ratio_default_0.jpg Cotorras en un parque de Barcelona | El Peri?dico
Por ?ltimo, el estudio expone que las cotorras parecen tener ya una pre-adaptaci?n a vivir en las ciudades, porque ya lo toleraban bien en su ambiente de origen. Esto implica, por ejemplo, que se aprovechan de la falta de depredadores en las ciudades para sobrevivir y reproducirse con éxito, que son capaces de desarrollar comportamientos innovadores para sortear peligros o amenazas, o que aprovechan gran variedad de recursos para alimentarse.*
Participaci?n ciudadana
Gran parte de los datos que se han utilizado en el estudio proven?an de plataformas de ciencia ciudadana, donde la ciudadan?a ha ido colgando informaci?n de cotorras vistas en diferentes lugares de la Pen?nsula desde 1991 hasta 2016. "La ciencia ciudadana y las observaciones registradas a lo largo de casi un siglo en distintos medios, anuarios y noticiarios ornitol?gicos, atlas o webs pueden integrarse en modelos matem?ticos que ayuden a comprender mejor c?mo se producen las invasiones biol?gicas", pone de relevancia Cardador.*
Este estudio nos sirve para entender que las cotorras se han expandido ligadas a los h?bitats humanos. Seg?n Laura Cardador, "ahora el modelo que hemos desarrollado puede ser una buena primera aproximaci?n para ayudar a priorizar acciones de gesti?n porque puede identificar ?reas sensibles a recibir nuevas colonizaciones, as? como ?reas en las que podr?amos esperar m?s impactos, tanto por interferencias con las actividades humanas, como con especies sensibles".*
http://uc-4u.com/clip/cae5916f-4ab9-406a-82d6-75e7ab0249a4_16-9-aspect-ratio_default_0.jpg Las cotorras invaden Espa?a | Agencias
El estudio se ha llevado a cabo por un equipo de personas de diferentes instituciones como son la Estaci?n Biol?gica de Do?ana (EBD-CSIC), Sevilla, la Universidad de Montpellier, el Leibniz Institute for Zoo and Wildlife Research, de Berl?n, Instituto Pirenaico de Ecolog?a (IPE-CSIC), Zaragoza, Universidad de Sevilla y Universidad Pablo de Olavide, también de Sevilla.*
Estudio de referencia: *https://onlinelibrary.wiley.com/doi/10.1111/ddi.13591
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Contacto de la secci?n de Medio Ambiente: crisisclimatica@prensaiberica.es
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