الريــم
11-29-2022, 08:33 AM
Se llama Sandra Culi, tiene 44 a?os y desde hace casi dos no est?. Desapareci? el 26 de diciembre de 2019 en Vilassar de Mar (Barcelona). Decidi? dar un paseo tras una comida familiar en casa de su suegra -en Catalu?a se celebraba Sant Esteve (la peque?a Navidad). Lo hizo sola y sin teléfono. Quer?a despejarse, "bajar el turr?n". Sali? a las cinco de la tarde. A las ocho saltaron las alarmas. No regresaba. A las nueve se encendieron a?n m?s fuerte. No regres?. No se volvieron a apagar.
http://www.uc-4u.com/clip/7d2702de-3e2e-43e0-9f17-4ef984440d26_16-9-aspect-ratio_default_0.jpg Amante de los animales, estudi? veterinaria. Sandra, junto a un d?lmata que tuvo a?os antes de su desaparici?n. | CASO ABIERTO
Su marido, su suegra, acudieron a comisaria la misma noche de su desaparici?n. "Se cometieron algunos fallos", apuntan desde su entorno. "Se teléfono se mir? dos semanas m?s tarde, sus movimientos bancarios también...". Se bati?, dos d?as m?s tarde. Escasos d?as después de iniciarse, la b?squeda se par?. Mossos d'Esquadra apunt? al suicidio como causa de la desaparici?n. Sus amigos, su "n?cleo duro", como se defin?an siempre ellos, discrepa: "Sandra no quer?a desaparecer". Mireia y Carles -junto a Sandra, otra amiga que se llama igual- conforman el citado n?cleo. Team indisoluble, familia elegida. Los dos primeros retroceden junto a CASO ABIERTO a esos d?as, a esa b?squeda. Al fat?dico momento en que Sandra dej? de estar.
La ?ltima conversaci?n
"Recuerdo", apunta Carles, "que la llamé el d?a 25 y no me contest?. La envié un mensaje: 'Estamos haciendo las maletas, nos vamos a a Vilassar. Hablamos... Me contest?. A?n tengo los mensajes guardados". Nada sonaba a despedida. Tecle?, "hablamos", un d?a antes de desaparecer.
Mireia retrocede también, "esos d?as est?bamos todos con la familia, celebrando Navidad, Sant Esteve..". Ajetreo y comidas en exceso, un a?o m?s. "Siempre hac?amos la comida de amigos, ese, con la covid, no se pudo hacer. Pero est?bamos en contacto continuo. Yo hab?a quedado con ella para ir a andar un rato antes de comer, el 27 de diciembre, y bajar un poco los turrones".*De nuevo, planes post desaparici?n. No caminaron, Sandra no estaba ya.
La alerta, para ambos, salt? ese d?a 27: "No est? Sandra, no la encontramos, me dijo llorando Jordi, su pareja", recuerda Carles. Este llam? a Mireia. Activaron a Sandra, la otra amiga, también. "Cuando me enteré", se duele a?n Mireia, "me cay? todo como agua fr?a de golpe". Nadie se lo pod?a creer.
http://www.uc-4u.com/clip/26fe64a4-6ea3-4329-9e2e-2040afb931b0_16-9-aspect-ratio_default_0.jpg Sandra, en una de las im?genes que se utlizaron para alertar de su desaparici?n. |
Sandra tras la comida junto a su suegra, junto a Jordi (su marido), en Vilassar de Mar, sali? a dar un paseo, como hab?a hecho muchos d?as antes. Las horas pasaban y no volv?a. Los agentes les pidieron calma, que dejaran pasar algo de tiempo, 24 horas.
"No hubo disputa familiar ni ning?n incidente", apuntar?a el agente
Por la ma?ana se hizo oficial: mujer, complexi?n delgada (mide 1,68 metros, pesa unos 50 kilos), pelo rubio, largo y liso. Sali? de casa a las cinco de la tarde", tecle? un agente al activar la denuncia. "En el momento de la desaparici?n iba vestida con pantalones, anorak, bufanda y zapatillas de color negro. Llevaba una mochila de color verde fluorescente".
El coche segu?a aparcado en el mismo sitio, las llaves no se las llev?. Confirmaron que no estaba tampoco en su casa (Barcelona), ni en otras tres de su propiedad (en Terrasa y Manresa).*"No hubo disputa familiar ni ning?n incidente", apuntar?an el agente. Sandra sali? sola aquel d?a simplemente porque Jordi, enfermo, no pod?a caminar. No llevaba el teléfono encima, "ella es despistada con el teléfono, que no lo llevara no es algo que nos sorprenda...", recuerda Mireia. Arrancaron las batidas. Arranc? la investigaci?n.
Las c?maras: Sandra camina hacia al mar
En cuesti?n de horas, cientos de voluntarios respondieron a la llamada de auxilio. "Se creo un comité de emergencia", recuerdan. Se pidi? ayuda por redes sociales. Un auténtico batall?n compuesto por centenares de personas -muchos ni conoc?an a Sandra- se lanz? a buscar. "Carles estuvo en el terreno, batiendo. Yo no pod?a, porque me daba miedo encontrarla en seg?n que estado. Me iba a doler, as? que pensé que ser?a m?s ?til detr?s del teléfono y coordinando a la gente, junto a Sandra, nuestra otra amiga, y Dani, una persona que, de forma desinteresada, coordinaba todo".
Mapa en mano, distribuyeron el pueblo de Vilassar en cuadr?culas. Rastrearon palmo a palmo, tanto en el pueblo (especialmente en el frente mar?timo, donde sol?a pasear) como en los entornos del municipio.*Buscaban y gritaban su nombre. No hab?a nada de Sandra.
Los Mossos d'Esquadra revisaron las c?maras. Solo consiguieron verla en las primeras, las que la captan saliendo de casa. "Si se sigue la ruta que ella hac?a siempre, tendr?a que pasar por un paso subterr?neo. Esas c?maras no funcionaban, casualidad", lamentan sus amigos. "Y luego, las c?maras del Club N?utico, que ser?an las siguientes, no la captan ya. O sea que, solo sabemos que sali? de casa de su suegra a las 17:00 h de la tarde. No hay m?s". Se miraron las c?maras de la estaci?n de Vilassar con resultado negativo.*Sandra no hab?a subido a ning?n tren.
Un grito en la monta?a
Durante d?as se bat?a el pueblo, el mar. La investigaci?n no avanzaba. La familia de Sandra, su marido, quiz? superado por la situaci?n, puso fecha de fin a las batidas. Nochevieja, no se extender?a m?s. "Entonces, debemos mirar la monta?a. No se hab?a batido", recuerda Mireia. A contrarreloj se dio un giro a la b?squeda. "Se bati? una zona, la Pedrera. Pensamos: si alguien la ha cogido, la he hecho algo all?... Es m?s f?cil deshacerse de ella all?, o que la dejen ah? tirada, malherida, que en una calle, ?no?".
En esa batida, se escuch? un grito. Un grupo de voluntarios afirmo que se oy? la voz desgarradora de una mujer en un cantera. Dijeron que son? en forma de respuesta cuando gritaron el nombre de Sandra. "Yo estaba all?", recuerda Carles. "No sé si era un grito ya, o un animal... no lo sé. Quiz? hab?a muchas ganas de encontrarla y el ruido se asoci? a ella. No lo sé...". Sandra hab?a desaparecido cuatro d?as atr?s.
Al punto, una zona frecuentada por senderistas que se encuentra a unos 9 kil?metros -unas dos horas andando del edificio del que hab?a salido la mujer- llegaron 12 dotaciones de bomberos. "Fue la ?nica batida respaldada por agentes y personal experto, el resto fueron voluntarios". Se sumaron perros adiestrados en la b?squeda de personas. No volvieron a escuchar m?s voces. Abandonaron sin m?s.
"No busque?s m?s"
La Navidad lleg? su fin. El 8 ? 9 de enero, Carles volvi? a recibir una llamada, letal: "No hace falta que sigamos buscando a Sandra. Se ha suicidado". Era Jordi, su marido. Era la hip?tesis policial. Pasadas dos semanas de su desaparici?n, los Mossos hab?an accedido a su m?vil. "Un teléfono que pasaba de mano en mano, se uso en la b?squeda de Sandra, podr?a haberlo cogido cualquiera. Fue entregado dos semanas después". En el m?vil, seg?n apuntaba Jordi, la mujer habr?a buscado como acabar con su vida.
"Imposible", apunta Mireia. "No lo podemos creer". Se agarra a mil razones para hacer fuerte su argumento. Su fuerza, su energ?a. Sus planes. "Ten?a planificado un viaje de trabajo", recuerda. Se acaba de comprar un coche, hac?a escasos meses. "No tiene comportamientos de querer dejar, de repente, todo atr?s".
Se agarra también a la meteorolog?a. A cuestiones f?sicas. "El d?a 26, voluntarios dieron fotos del paseo mar?timo, de ellos, de turistas que hab?an estado ah?. Se ve?a el mar en calma. Los d?as de b?squeda hubo un temporal. Con lo cual, la teor?a de que se suicid?, de se ha tirado al mar, la descartamos. El mar la habr?a devuelto". Carlees, a su lado, afirma. "Es que para acabar con su vida, en esa zona, no hay acantilados. Es todo playa. Deber?a haberse metido al agua, caminando y no salir..."
FOTO
Estudi? veterinaria, amaba los animales, pero dio un giro a su vida. Hizo un Master de Ensayos Clinicos y trabajaba en Laboratorios Alcon. Divertida, sonriente. Super? momentos oscuros, perdi? a su madre y su hermano, necesit? ayuda, pero lo super?. Le fallaron las fuerzas una vez, de adolescente, y quiso acabar con todo. "Por eso quiz? lo f?cil es creer se suicid?", lamenta su amiga.
Urbanita, cosmpolita, amante de Tous, de la comida gourmet, Sandra Culi disfrutaba a ritmo de m?sica. Le encantaba bailar, Zumba y las Sevillanas. Su familia, la que ella eligi?: Carles, Mireia y Sandra, la recuerdan fuerte, feliz. "Sandra es actividad, vitalidad", a?ade él. "Hacer cosas, ir a museos. Todo lo que no fuera estar en casa".
Han batido, pero Sandra no est?. "Creemos que su cuerpo habr?a aparecido...". Era San Esteban, recuerdan, "la gente est? en casa, con la familia. A las cinco de la tarde mucha gente no habr?a. Quiz? la pararon. Que pasara por ah? un cazador, por decirlo de alg?n modo, y la presa fuera ella". Necesitan respuestas. Necesitan a Sandra. Nunca se separaron. El "n?cleo", no dejar? de buscar.*
أكثر... (https://www.sport.es/es/noticias/sucesos/veterinaria-amante-baile-urbanita-gourmet-79268027)
http://www.uc-4u.com/clip/7d2702de-3e2e-43e0-9f17-4ef984440d26_16-9-aspect-ratio_default_0.jpg Amante de los animales, estudi? veterinaria. Sandra, junto a un d?lmata que tuvo a?os antes de su desaparici?n. | CASO ABIERTO
Su marido, su suegra, acudieron a comisaria la misma noche de su desaparici?n. "Se cometieron algunos fallos", apuntan desde su entorno. "Se teléfono se mir? dos semanas m?s tarde, sus movimientos bancarios también...". Se bati?, dos d?as m?s tarde. Escasos d?as después de iniciarse, la b?squeda se par?. Mossos d'Esquadra apunt? al suicidio como causa de la desaparici?n. Sus amigos, su "n?cleo duro", como se defin?an siempre ellos, discrepa: "Sandra no quer?a desaparecer". Mireia y Carles -junto a Sandra, otra amiga que se llama igual- conforman el citado n?cleo. Team indisoluble, familia elegida. Los dos primeros retroceden junto a CASO ABIERTO a esos d?as, a esa b?squeda. Al fat?dico momento en que Sandra dej? de estar.
La ?ltima conversaci?n
"Recuerdo", apunta Carles, "que la llamé el d?a 25 y no me contest?. La envié un mensaje: 'Estamos haciendo las maletas, nos vamos a a Vilassar. Hablamos... Me contest?. A?n tengo los mensajes guardados". Nada sonaba a despedida. Tecle?, "hablamos", un d?a antes de desaparecer.
Mireia retrocede también, "esos d?as est?bamos todos con la familia, celebrando Navidad, Sant Esteve..". Ajetreo y comidas en exceso, un a?o m?s. "Siempre hac?amos la comida de amigos, ese, con la covid, no se pudo hacer. Pero est?bamos en contacto continuo. Yo hab?a quedado con ella para ir a andar un rato antes de comer, el 27 de diciembre, y bajar un poco los turrones".*De nuevo, planes post desaparici?n. No caminaron, Sandra no estaba ya.
La alerta, para ambos, salt? ese d?a 27: "No est? Sandra, no la encontramos, me dijo llorando Jordi, su pareja", recuerda Carles. Este llam? a Mireia. Activaron a Sandra, la otra amiga, también. "Cuando me enteré", se duele a?n Mireia, "me cay? todo como agua fr?a de golpe". Nadie se lo pod?a creer.
http://www.uc-4u.com/clip/26fe64a4-6ea3-4329-9e2e-2040afb931b0_16-9-aspect-ratio_default_0.jpg Sandra, en una de las im?genes que se utlizaron para alertar de su desaparici?n. |
Sandra tras la comida junto a su suegra, junto a Jordi (su marido), en Vilassar de Mar, sali? a dar un paseo, como hab?a hecho muchos d?as antes. Las horas pasaban y no volv?a. Los agentes les pidieron calma, que dejaran pasar algo de tiempo, 24 horas.
"No hubo disputa familiar ni ning?n incidente", apuntar?a el agente
Por la ma?ana se hizo oficial: mujer, complexi?n delgada (mide 1,68 metros, pesa unos 50 kilos), pelo rubio, largo y liso. Sali? de casa a las cinco de la tarde", tecle? un agente al activar la denuncia. "En el momento de la desaparici?n iba vestida con pantalones, anorak, bufanda y zapatillas de color negro. Llevaba una mochila de color verde fluorescente".
El coche segu?a aparcado en el mismo sitio, las llaves no se las llev?. Confirmaron que no estaba tampoco en su casa (Barcelona), ni en otras tres de su propiedad (en Terrasa y Manresa).*"No hubo disputa familiar ni ning?n incidente", apuntar?an el agente. Sandra sali? sola aquel d?a simplemente porque Jordi, enfermo, no pod?a caminar. No llevaba el teléfono encima, "ella es despistada con el teléfono, que no lo llevara no es algo que nos sorprenda...", recuerda Mireia. Arrancaron las batidas. Arranc? la investigaci?n.
Las c?maras: Sandra camina hacia al mar
En cuesti?n de horas, cientos de voluntarios respondieron a la llamada de auxilio. "Se creo un comité de emergencia", recuerdan. Se pidi? ayuda por redes sociales. Un auténtico batall?n compuesto por centenares de personas -muchos ni conoc?an a Sandra- se lanz? a buscar. "Carles estuvo en el terreno, batiendo. Yo no pod?a, porque me daba miedo encontrarla en seg?n que estado. Me iba a doler, as? que pensé que ser?a m?s ?til detr?s del teléfono y coordinando a la gente, junto a Sandra, nuestra otra amiga, y Dani, una persona que, de forma desinteresada, coordinaba todo".
Mapa en mano, distribuyeron el pueblo de Vilassar en cuadr?culas. Rastrearon palmo a palmo, tanto en el pueblo (especialmente en el frente mar?timo, donde sol?a pasear) como en los entornos del municipio.*Buscaban y gritaban su nombre. No hab?a nada de Sandra.
Los Mossos d'Esquadra revisaron las c?maras. Solo consiguieron verla en las primeras, las que la captan saliendo de casa. "Si se sigue la ruta que ella hac?a siempre, tendr?a que pasar por un paso subterr?neo. Esas c?maras no funcionaban, casualidad", lamentan sus amigos. "Y luego, las c?maras del Club N?utico, que ser?an las siguientes, no la captan ya. O sea que, solo sabemos que sali? de casa de su suegra a las 17:00 h de la tarde. No hay m?s". Se miraron las c?maras de la estaci?n de Vilassar con resultado negativo.*Sandra no hab?a subido a ning?n tren.
Un grito en la monta?a
Durante d?as se bat?a el pueblo, el mar. La investigaci?n no avanzaba. La familia de Sandra, su marido, quiz? superado por la situaci?n, puso fecha de fin a las batidas. Nochevieja, no se extender?a m?s. "Entonces, debemos mirar la monta?a. No se hab?a batido", recuerda Mireia. A contrarreloj se dio un giro a la b?squeda. "Se bati? una zona, la Pedrera. Pensamos: si alguien la ha cogido, la he hecho algo all?... Es m?s f?cil deshacerse de ella all?, o que la dejen ah? tirada, malherida, que en una calle, ?no?".
En esa batida, se escuch? un grito. Un grupo de voluntarios afirmo que se oy? la voz desgarradora de una mujer en un cantera. Dijeron que son? en forma de respuesta cuando gritaron el nombre de Sandra. "Yo estaba all?", recuerda Carles. "No sé si era un grito ya, o un animal... no lo sé. Quiz? hab?a muchas ganas de encontrarla y el ruido se asoci? a ella. No lo sé...". Sandra hab?a desaparecido cuatro d?as atr?s.
Al punto, una zona frecuentada por senderistas que se encuentra a unos 9 kil?metros -unas dos horas andando del edificio del que hab?a salido la mujer- llegaron 12 dotaciones de bomberos. "Fue la ?nica batida respaldada por agentes y personal experto, el resto fueron voluntarios". Se sumaron perros adiestrados en la b?squeda de personas. No volvieron a escuchar m?s voces. Abandonaron sin m?s.
"No busque?s m?s"
La Navidad lleg? su fin. El 8 ? 9 de enero, Carles volvi? a recibir una llamada, letal: "No hace falta que sigamos buscando a Sandra. Se ha suicidado". Era Jordi, su marido. Era la hip?tesis policial. Pasadas dos semanas de su desaparici?n, los Mossos hab?an accedido a su m?vil. "Un teléfono que pasaba de mano en mano, se uso en la b?squeda de Sandra, podr?a haberlo cogido cualquiera. Fue entregado dos semanas después". En el m?vil, seg?n apuntaba Jordi, la mujer habr?a buscado como acabar con su vida.
"Imposible", apunta Mireia. "No lo podemos creer". Se agarra a mil razones para hacer fuerte su argumento. Su fuerza, su energ?a. Sus planes. "Ten?a planificado un viaje de trabajo", recuerda. Se acaba de comprar un coche, hac?a escasos meses. "No tiene comportamientos de querer dejar, de repente, todo atr?s".
Se agarra también a la meteorolog?a. A cuestiones f?sicas. "El d?a 26, voluntarios dieron fotos del paseo mar?timo, de ellos, de turistas que hab?an estado ah?. Se ve?a el mar en calma. Los d?as de b?squeda hubo un temporal. Con lo cual, la teor?a de que se suicid?, de se ha tirado al mar, la descartamos. El mar la habr?a devuelto". Carlees, a su lado, afirma. "Es que para acabar con su vida, en esa zona, no hay acantilados. Es todo playa. Deber?a haberse metido al agua, caminando y no salir..."
FOTO
Estudi? veterinaria, amaba los animales, pero dio un giro a su vida. Hizo un Master de Ensayos Clinicos y trabajaba en Laboratorios Alcon. Divertida, sonriente. Super? momentos oscuros, perdi? a su madre y su hermano, necesit? ayuda, pero lo super?. Le fallaron las fuerzas una vez, de adolescente, y quiso acabar con todo. "Por eso quiz? lo f?cil es creer se suicid?", lamenta su amiga.
Urbanita, cosmpolita, amante de Tous, de la comida gourmet, Sandra Culi disfrutaba a ritmo de m?sica. Le encantaba bailar, Zumba y las Sevillanas. Su familia, la que ella eligi?: Carles, Mireia y Sandra, la recuerdan fuerte, feliz. "Sandra es actividad, vitalidad", a?ade él. "Hacer cosas, ir a museos. Todo lo que no fuera estar en casa".
Han batido, pero Sandra no est?. "Creemos que su cuerpo habr?a aparecido...". Era San Esteban, recuerdan, "la gente est? en casa, con la familia. A las cinco de la tarde mucha gente no habr?a. Quiz? la pararon. Que pasara por ah? un cazador, por decirlo de alg?n modo, y la presa fuera ella". Necesitan respuestas. Necesitan a Sandra. Nunca se separaron. El "n?cleo", no dejar? de buscar.*
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