الريــم
11-27-2022, 12:55 AM
El d?a en el que Messi empataba con Maradona en partidos mundialistas disputados (21), fresco todav?a el segundo aniversario de fallecimiento del astro antiguo, Lionel se reencarn? en Diego otra vez, como cada d?a, para salvar a su pa?s y darle mucho m?s de lo que tendr?a si no hubiera disfrutado de los dos futbolistas m?s grandes del mundo contempor?neo.
Le dio, frente a México, la vida que a Argentina se le estaba escapando, obligada como estaba a ganar para seguir alimentando el eslogan de que han venido a Qatar a conquistar la copa. Esa vida, ese aliento para enfrentarse a Polonia con la posibilidad de clasificarse –necesita obligatoriamente una victoria- se lo proporcion? el 10, su capit?n, quién si no, a quien secund? Enzo Fern?ndez a continuaci?n.
Ganar, no jugar
No se trataba de jugar. Se trataba de ganar. Como fuera. Iba la vida en ello y es lo ?ltimo que se pierde. Messi ha jugado muchos partidos as? –con Argentina, no con el Barça ni el PSG- y se limit? a esperar la oportunidad. Sab?a también que era una apuesta arriesgada. Que tendr?a una bala y deb?a aprovecharla; si no, acudir?a, con los dem?s a la lapidaci?n.
Tendr?a una bala, apunt? y acert?, No al coraz?n de Ochoa, sino al ?ltimo rinc?n de la porter?a. Hab?a dicho Tata Martino en la v?spera que Messi solo necesita cinco minutos para decidir. Ni cinco segundos tard? en apaciguar la bola con un toque por delante suyo y soltar un zurdazo.
Volv?a Argentina, al estadio maldito de Lusail (https://www.sport.es/es/noticias/mundial-futbol/aficion-argentina-enloquece-lusail-79167603), donde empez? la pesadilla frente a Arabia Saud? y ten?a garantizaba otra noche de insomnio, también si venc?a, de juerga. Gracias a Messi se desparram? la fiesta albiceleste por el lujoso barrio catar?.
Como el mejor equipo que ten?a, que fue el del debut, no le funcion?, Scaloni cambi? a la mitad de la alineaci?n. Empeor?, por supuesto, ante un rival competitivo y en un encuentro en el que no iba a primar la calidad. O no era el primer criterio de elecci?n. Enzo Fern?ndez, uno de los sacrificados, apuntal? el triunfo.
Infumable partido
No se disputaba un partido de f?tbol. Se jugaban la vida y el honor unos y otros, y de los tacos de aluminio saltaron chispas. Infumable partido brindaron, indigno del m?s alto escenario futbol?stico. Solo reprodujeron el cat?logo de tretas y aplicaron con devoci?n esa vieja m?xima de que pasa el jugador o el bal?n, pero nunca los dos. Ni un regate, ni una pared, ni una m?nima cadena de pases. La hinchada mexicana core? un par de “ole, olé” m?s como mofa de su rival que por el dominio de sus representantes, como se confirm? al entonar el ‘Canta y no llores’.
Nadie quer?a jugar los 90 minutos. Trataron de reducir al m?ximo posible el tiempo, porque pretend?an acortar el sufrimiento, lo ?nico que ten?an garantizado. Eso de disfrutar es palabrer?a, postureo.
La tensi?n se observ? antes de los cinco minutos cuando hubo la primera trifulca por un codazo recibido por el argentino Montiel cuando México hilvanaba un contraataque que era un dos contra uno. Cada choque registr? un muerto, con el consiguiente tiempo invertido para reanimarlo. Nadie mejor que el italiano Orsato, versado en este tipo de f?tbol, para gestionar con paciencia todas las fricciones y todas las ficciones que se representaron. Muchas m?s que las acciones futbol?sticas que fueran dignas de rese?ar.
أكثر... (https://www.sport.es/es/noticias/mundial-futbol/resumen-goles-argentina-mexico-messi-mundial-79167820)
Le dio, frente a México, la vida que a Argentina se le estaba escapando, obligada como estaba a ganar para seguir alimentando el eslogan de que han venido a Qatar a conquistar la copa. Esa vida, ese aliento para enfrentarse a Polonia con la posibilidad de clasificarse –necesita obligatoriamente una victoria- se lo proporcion? el 10, su capit?n, quién si no, a quien secund? Enzo Fern?ndez a continuaci?n.
Ganar, no jugar
No se trataba de jugar. Se trataba de ganar. Como fuera. Iba la vida en ello y es lo ?ltimo que se pierde. Messi ha jugado muchos partidos as? –con Argentina, no con el Barça ni el PSG- y se limit? a esperar la oportunidad. Sab?a también que era una apuesta arriesgada. Que tendr?a una bala y deb?a aprovecharla; si no, acudir?a, con los dem?s a la lapidaci?n.
Tendr?a una bala, apunt? y acert?, No al coraz?n de Ochoa, sino al ?ltimo rinc?n de la porter?a. Hab?a dicho Tata Martino en la v?spera que Messi solo necesita cinco minutos para decidir. Ni cinco segundos tard? en apaciguar la bola con un toque por delante suyo y soltar un zurdazo.
Volv?a Argentina, al estadio maldito de Lusail (https://www.sport.es/es/noticias/mundial-futbol/aficion-argentina-enloquece-lusail-79167603), donde empez? la pesadilla frente a Arabia Saud? y ten?a garantizaba otra noche de insomnio, también si venc?a, de juerga. Gracias a Messi se desparram? la fiesta albiceleste por el lujoso barrio catar?.
Como el mejor equipo que ten?a, que fue el del debut, no le funcion?, Scaloni cambi? a la mitad de la alineaci?n. Empeor?, por supuesto, ante un rival competitivo y en un encuentro en el que no iba a primar la calidad. O no era el primer criterio de elecci?n. Enzo Fern?ndez, uno de los sacrificados, apuntal? el triunfo.
Infumable partido
No se disputaba un partido de f?tbol. Se jugaban la vida y el honor unos y otros, y de los tacos de aluminio saltaron chispas. Infumable partido brindaron, indigno del m?s alto escenario futbol?stico. Solo reprodujeron el cat?logo de tretas y aplicaron con devoci?n esa vieja m?xima de que pasa el jugador o el bal?n, pero nunca los dos. Ni un regate, ni una pared, ni una m?nima cadena de pases. La hinchada mexicana core? un par de “ole, olé” m?s como mofa de su rival que por el dominio de sus representantes, como se confirm? al entonar el ‘Canta y no llores’.
Nadie quer?a jugar los 90 minutos. Trataron de reducir al m?ximo posible el tiempo, porque pretend?an acortar el sufrimiento, lo ?nico que ten?an garantizado. Eso de disfrutar es palabrer?a, postureo.
La tensi?n se observ? antes de los cinco minutos cuando hubo la primera trifulca por un codazo recibido por el argentino Montiel cuando México hilvanaba un contraataque que era un dos contra uno. Cada choque registr? un muerto, con el consiguiente tiempo invertido para reanimarlo. Nadie mejor que el italiano Orsato, versado en este tipo de f?tbol, para gestionar con paciencia todas las fricciones y todas las ficciones que se representaron. Muchas m?s que las acciones futbol?sticas que fueran dignas de rese?ar.
أكثر... (https://www.sport.es/es/noticias/mundial-futbol/resumen-goles-argentina-mexico-messi-mundial-79167820)