الريــم
11-23-2022, 12:01 AM
"Que mi mam? consiga un trabajo, y un apartamento". Este es el deseo que la hija de Josefina traslad? en el D?a Mundial de la Infancia durante una actividad organizada por educadores de C?ritas. La ni?a, de 10 a?os, lleva seis meses malviviendo en una habitaci?n de un piso de Cornellà (Barcelona). Comparte cama con su madre en el colch?n inferior de una litera. El hermano, de 19 a?os, duerme en la de arriba. Apenas hay espacio para m?s. El resto de la habitaci?n est? rodeada de maletas y la comida que consiguen. Pagan 600 euros al mes para compartir piso con tres inquilinos m?s. Una mujer duerme en el sof?, otra en un colch?n a ras de suelo entre el comedor y la cocina. Y el hombre que les arrenda estas camas ocupa la segunda habitaci?n de la vivienda. "Somos tantos que por las noches tenemos que encender el ventilador para poder dormir", cuenta la madre. Incluso ahora, con la bajada de temperaturas.
Los hijos de Josefina han tenido que crecer antes de tiempo. La peque?a ha tardado dos meses en poder inscribirse en la escuela, no tiene libros porque su madre no se los puede pagar y ha conseguido unas gafas gracias a la solidaridad de una vecina. Su hermano mayor, de 19 a?os, tiene muchas ganas de estudiar electromec?nica. Pero no es posible. Cada d?a trabaja 15 horas repartiendo paquetes sin contrato ni carnet de conducir. Le pagan 600 euros al mes, que es justo lo que permite a la familia tener un techo. "No sé que har?amos sin él", explica la madre, que busca incesantemente trabajo limpiando casas "o haciendo lo que haga falta". Es consciente que viven entre el esclavismo y la estafa. "Es muy duro".
Sin escuela ni tarjeta sanitaria
Esta madre divorciada lleg? a Barcelona el 30 de mayo. "En Colombia no hay derechos si no tienes dinero: todo se tiene que pagar. La escuela, el médico... por eso vinimos ac?, buscamos oportunidades y un futuro mejor", cuenta. El primer lugar al que fueron a vivir era una habitaci?n en L'Hospitalet de Llobregat. Pagaban 550 euros al mes para dormir, los tres, en una cama de 90 cent?metros. "Fue terrible", dice. Era un ?tico compartido con tres personas m?s. Entre ellos, una madre y su ni?a que dorm?an en un sof?. El inquilino se neg? a empadronarla, y tampoco lo hizo el ayuntamiento bajo la categor?a de 'sin domicilio fijo'. Debido a eso, la hija de Josefina ha estado meses sin poder ir a la escuela y la familia no pod?a acceder ni a los servicios sociales ni a la tarjeta sanitaria.
Josefina quiso escapar de aquel infierno, pero no fue f?cil. "Alquilar es imposible: te piden contratos y fianzas... 4.000 euros", sigue. La habitaci?n es la ?nica alternativa. "Pero te dicen que no, que no quieren ni?os. ?Y d?nde meto a mi hija?", se pregunta con los ojos h?medos. Al fin, a finales de agosto, y a través de grupos de Facebook, encontraron una habitaci?n en un cuarto piso sin ascensor. "Nos empadronaban y aceptaban a mi hija", dice con media sonrisa. El precio, 600 euros al mes. Justo el salario de su hijo. Aceptaron. "No hab?a otra".
Dieta a base de arroz y legumbre
La familia sobrevive con las ayudas de C?ritas. La entidad les facilita una tarjeta de 200 euros al mes para comprar comida. "Para pescado no nos da, para carne, a veces", sigue la madre. ?Y fruta y verdura? La mujer rompe a llorar. "Comemos arroz o legumbres con cosas. Normalmente con huevo, o si hay alguna salchicha... no podemos permitirnos m?s", sigue. La ni?a asiste a diario al centro de C?ritas, donde participa de actividades extraescolares o repaso de los deberes. All?, la madre logra conectarse al ordenador y enviar curr?culums. También les prestan ropa, o extras de comida. Hace casi tres meses que espera una cita con los servicios sociales del municipio.
"Vivir as? es terrible", admite la madre. "Te asfixias, te ahogas", sigue. "No puedes cocinar cuando quieres, ni usar el ba?o... tenemos un problema con mi hijo porque llega sudado a diario y no tenemos donde dejar la ropa porque el olor se te engancha...", explica. "Yo trato de no estar en casa, de salir todos los d?as, quedarte all? es peor, te desmoronas".
A pesar de ello, lo que m?s preocupa a esta madre no es el presente: es el futuro. "La due?a le ha dicho al se?or que nos alquila la habitaci?n que le va a subir 100 euros el alquiler. Que ha subido todo y que tiene que subir el precio. En febrero, tendremos que pagar 50 euros m?s. No sé como lo haremos", dice desesperada. Teme que la ayuda de C?ritas para la alimentaci?n, que es temporal, desaparezca. "Te lo digo: me entran ganas de irme a ocupar. Pero no quiero eso, me da mucho miedo. Ojal? podamos seguir pagando", asume.
El caso de esta familia vuelve a mostrar, no tan solo el enorme drama del mercado de la vivienda y de los apuros por los que pasan las familias m?s vulnerables, sino también las grietas de la ley de extranjer?a. "Yo solo quiero poder trabajar bien, con un contrato. Y que mis hijos puedan estudiar y tener todo lo que merecen, pero parece que en este pa?s esto es imposible", lamenta esta mujer. Ha recibido ofertas de trabajo de todo tipo. Pero la respuesta se repite. "Si no tienes papeles, nada". Misma respuesta que ocurre con las prestaciones sociales. Solo les queda vivir en la miseria: entre la estafa y el esclavismo.
أكثر... (https://www.sport.es/es/noticias/sociedad/familias-pisos-patera-dormir-ventilador-78947269)
Los hijos de Josefina han tenido que crecer antes de tiempo. La peque?a ha tardado dos meses en poder inscribirse en la escuela, no tiene libros porque su madre no se los puede pagar y ha conseguido unas gafas gracias a la solidaridad de una vecina. Su hermano mayor, de 19 a?os, tiene muchas ganas de estudiar electromec?nica. Pero no es posible. Cada d?a trabaja 15 horas repartiendo paquetes sin contrato ni carnet de conducir. Le pagan 600 euros al mes, que es justo lo que permite a la familia tener un techo. "No sé que har?amos sin él", explica la madre, que busca incesantemente trabajo limpiando casas "o haciendo lo que haga falta". Es consciente que viven entre el esclavismo y la estafa. "Es muy duro".
Sin escuela ni tarjeta sanitaria
Esta madre divorciada lleg? a Barcelona el 30 de mayo. "En Colombia no hay derechos si no tienes dinero: todo se tiene que pagar. La escuela, el médico... por eso vinimos ac?, buscamos oportunidades y un futuro mejor", cuenta. El primer lugar al que fueron a vivir era una habitaci?n en L'Hospitalet de Llobregat. Pagaban 550 euros al mes para dormir, los tres, en una cama de 90 cent?metros. "Fue terrible", dice. Era un ?tico compartido con tres personas m?s. Entre ellos, una madre y su ni?a que dorm?an en un sof?. El inquilino se neg? a empadronarla, y tampoco lo hizo el ayuntamiento bajo la categor?a de 'sin domicilio fijo'. Debido a eso, la hija de Josefina ha estado meses sin poder ir a la escuela y la familia no pod?a acceder ni a los servicios sociales ni a la tarjeta sanitaria.
Josefina quiso escapar de aquel infierno, pero no fue f?cil. "Alquilar es imposible: te piden contratos y fianzas... 4.000 euros", sigue. La habitaci?n es la ?nica alternativa. "Pero te dicen que no, que no quieren ni?os. ?Y d?nde meto a mi hija?", se pregunta con los ojos h?medos. Al fin, a finales de agosto, y a través de grupos de Facebook, encontraron una habitaci?n en un cuarto piso sin ascensor. "Nos empadronaban y aceptaban a mi hija", dice con media sonrisa. El precio, 600 euros al mes. Justo el salario de su hijo. Aceptaron. "No hab?a otra".
Dieta a base de arroz y legumbre
La familia sobrevive con las ayudas de C?ritas. La entidad les facilita una tarjeta de 200 euros al mes para comprar comida. "Para pescado no nos da, para carne, a veces", sigue la madre. ?Y fruta y verdura? La mujer rompe a llorar. "Comemos arroz o legumbres con cosas. Normalmente con huevo, o si hay alguna salchicha... no podemos permitirnos m?s", sigue. La ni?a asiste a diario al centro de C?ritas, donde participa de actividades extraescolares o repaso de los deberes. All?, la madre logra conectarse al ordenador y enviar curr?culums. También les prestan ropa, o extras de comida. Hace casi tres meses que espera una cita con los servicios sociales del municipio.
"Vivir as? es terrible", admite la madre. "Te asfixias, te ahogas", sigue. "No puedes cocinar cuando quieres, ni usar el ba?o... tenemos un problema con mi hijo porque llega sudado a diario y no tenemos donde dejar la ropa porque el olor se te engancha...", explica. "Yo trato de no estar en casa, de salir todos los d?as, quedarte all? es peor, te desmoronas".
A pesar de ello, lo que m?s preocupa a esta madre no es el presente: es el futuro. "La due?a le ha dicho al se?or que nos alquila la habitaci?n que le va a subir 100 euros el alquiler. Que ha subido todo y que tiene que subir el precio. En febrero, tendremos que pagar 50 euros m?s. No sé como lo haremos", dice desesperada. Teme que la ayuda de C?ritas para la alimentaci?n, que es temporal, desaparezca. "Te lo digo: me entran ganas de irme a ocupar. Pero no quiero eso, me da mucho miedo. Ojal? podamos seguir pagando", asume.
El caso de esta familia vuelve a mostrar, no tan solo el enorme drama del mercado de la vivienda y de los apuros por los que pasan las familias m?s vulnerables, sino también las grietas de la ley de extranjer?a. "Yo solo quiero poder trabajar bien, con un contrato. Y que mis hijos puedan estudiar y tener todo lo que merecen, pero parece que en este pa?s esto es imposible", lamenta esta mujer. Ha recibido ofertas de trabajo de todo tipo. Pero la respuesta se repite. "Si no tienes papeles, nada". Misma respuesta que ocurre con las prestaciones sociales. Solo les queda vivir en la miseria: entre la estafa y el esclavismo.
أكثر... (https://www.sport.es/es/noticias/sociedad/familias-pisos-patera-dormir-ventilador-78947269)