الريــم
11-22-2022, 10:12 AM
La adhesi?n incondicional de Podemos a las tesis de Pablo Iglesias genera las primeras tensiones en el partido. El divorcio comienza a hacerse patente entre un sector de la formaci?n y la c?pula nacional, que lleva semanas reproduciendo las tesis de su ex secretario general, incluyendo aquellas que abren fuego contra Yolanda D?az. Una deriva que ha producido gran "incomodidad" en una organizaci?n donde, se?alan fuentes bien situadas, "la ampl?sima mayor?a ve a Yolanda D?az como candidata".
Hace un a?o y medio que Iglesias abandon? -al menos sobre el papel- la pol?tica activa. Pero el dirigente, que es presidente del think thank de Podemos, Instituto Rep?blica y Democracia, ha vuelto a primera plana de la formaci?n, que le ha brindado espacios y cobertura org?nica que le han valido de altavoz autorizado para volver a dar titulares, algo que no hab?a logrado plenamente con su programa diario, La Base. El dirigente fue protagonista de la clausura de la Universidad de Oto?o de Podemos, donde dedic? duros ataques a Yolanda D?az.
Desde entonces, Iglesias ha aumentado su presencia e influencia en Podemos y ha dedicado duros mensajes a la vicepresidenta segunda del Gobierno, a quien design? como sucesora, y a la que ha reprochado, entre otras cosas, la falta de respaldo a Irene Montero en la polémica de la ley del 's?lo s? es s?'. Unos reproches que fueron después reivindicados por dirigentes destacados de la formaci?n. El fen?meno ha quedado patente en los ?ltimos d?as: las l?neas discursivas y los ataques lanzados por el l?der espiritual del partido son sistem?ticamente reproducidos a pies juntillas por la formaci?n.
Pero la ofensiva descarnada contra D?az lleva ahora a nuevas tensiones en tres frentes distintos: las bases, los cuadros medios y los territorios. Por una parte abre un escenario de incertidumbre para los militantes de Podemos que apostaron por D?az desde el primer momento y a instancias del propio partido, que defendi? durante algo m?s de un a?o que la gallega era la mejor candidata. Esta afirmaci?n ya ha desaparecido del argumentario morado, y s?lo algunas voces, como la de Alejandra Jacinto, candidata del partido en Madrid y portavoz de la formaci?n, la han reivindicado en los ?ltimos meses, en los que ha emergido la figura de Irene Montero como posible competidora de D?az en las urnas.
Adem?s, diputados y cuadros medios del partido reconocen que la imagen de la organizaci?n con esta nueva estrategia no es la mejor, al proyectar que "el cambio de posici?n de un solo hombre hace cambiar todo". Admiten que Podemos ha perpetuado la identificaci?n del partido con su principal l?der, Pablo Iglesias, una "m?mesis" que ahora desplaza a cualquier ?rgano de decisi?n existente. "Hab?amos hablado de feminizar el partido y ahora aflora con toda su intensidad quién manda", destacan estas voces.
La mayor ruptura se produce en las federaciones territoriales. Yolanda D?az est? viajando por todas las regiones en su llamado proceso de escucha; una gira donde en su equipo aprovechan para sondear a representantes de distintos partidos e interesarse por la situaci?n pol?tica de cara a futuros pactos. Es ah? donde se observa la bipolaridad reinante.
Mientras en Madrid cuestionan ahora a la dirigente como cabeza de lista para las generales -"escucharemos su propuesta", aseguran ahora-, en los territorios se vuelcan en cada uno de los actos para respaldar a la dirigente, a la que ven como una opci?n de ganar enteros en las urnas frente al desgaste de la marca Podemos. "En los territorios no entienden nada de lo que pasa en Madrid", resumen algunas voces del partido, donde advierten que "una ampl?sima mayor?a del partido ve a Yolanda D?az como candidata" y apuntan a que "eso no ha cambiado" pese a la nueva deriva iniciada por Iglesias.
Mientras, los miembros del grupo parlamentario de Unidas Podemos ya empiezan a tomarse posiciones de cara al escenario de ruptura que parece acercarse. Los comunes, IU, o hasta Alianza Verde, el partido que naci? bajo el ala de Podemos, se han decantado por la vicepresidenta gallega, al igual que otros dirigentes que durante a?os han seguido lealmente las directrices del partido y que ahora observan at?nitos c?mo Podemos se dirige al choque de trenes, siguiendo a su l?der emérito. Algunos, cada vez menos, consideran que todav?a "hay tiempo para la diplomacia".
أكثر... (https://www.sport.es/es/noticias/nacional/seguidismo-pablo-iglesias-tensa-costuras-78900357)
Hace un a?o y medio que Iglesias abandon? -al menos sobre el papel- la pol?tica activa. Pero el dirigente, que es presidente del think thank de Podemos, Instituto Rep?blica y Democracia, ha vuelto a primera plana de la formaci?n, que le ha brindado espacios y cobertura org?nica que le han valido de altavoz autorizado para volver a dar titulares, algo que no hab?a logrado plenamente con su programa diario, La Base. El dirigente fue protagonista de la clausura de la Universidad de Oto?o de Podemos, donde dedic? duros ataques a Yolanda D?az.
Desde entonces, Iglesias ha aumentado su presencia e influencia en Podemos y ha dedicado duros mensajes a la vicepresidenta segunda del Gobierno, a quien design? como sucesora, y a la que ha reprochado, entre otras cosas, la falta de respaldo a Irene Montero en la polémica de la ley del 's?lo s? es s?'. Unos reproches que fueron después reivindicados por dirigentes destacados de la formaci?n. El fen?meno ha quedado patente en los ?ltimos d?as: las l?neas discursivas y los ataques lanzados por el l?der espiritual del partido son sistem?ticamente reproducidos a pies juntillas por la formaci?n.
Pero la ofensiva descarnada contra D?az lleva ahora a nuevas tensiones en tres frentes distintos: las bases, los cuadros medios y los territorios. Por una parte abre un escenario de incertidumbre para los militantes de Podemos que apostaron por D?az desde el primer momento y a instancias del propio partido, que defendi? durante algo m?s de un a?o que la gallega era la mejor candidata. Esta afirmaci?n ya ha desaparecido del argumentario morado, y s?lo algunas voces, como la de Alejandra Jacinto, candidata del partido en Madrid y portavoz de la formaci?n, la han reivindicado en los ?ltimos meses, en los que ha emergido la figura de Irene Montero como posible competidora de D?az en las urnas.
Adem?s, diputados y cuadros medios del partido reconocen que la imagen de la organizaci?n con esta nueva estrategia no es la mejor, al proyectar que "el cambio de posici?n de un solo hombre hace cambiar todo". Admiten que Podemos ha perpetuado la identificaci?n del partido con su principal l?der, Pablo Iglesias, una "m?mesis" que ahora desplaza a cualquier ?rgano de decisi?n existente. "Hab?amos hablado de feminizar el partido y ahora aflora con toda su intensidad quién manda", destacan estas voces.
La mayor ruptura se produce en las federaciones territoriales. Yolanda D?az est? viajando por todas las regiones en su llamado proceso de escucha; una gira donde en su equipo aprovechan para sondear a representantes de distintos partidos e interesarse por la situaci?n pol?tica de cara a futuros pactos. Es ah? donde se observa la bipolaridad reinante.
Mientras en Madrid cuestionan ahora a la dirigente como cabeza de lista para las generales -"escucharemos su propuesta", aseguran ahora-, en los territorios se vuelcan en cada uno de los actos para respaldar a la dirigente, a la que ven como una opci?n de ganar enteros en las urnas frente al desgaste de la marca Podemos. "En los territorios no entienden nada de lo que pasa en Madrid", resumen algunas voces del partido, donde advierten que "una ampl?sima mayor?a del partido ve a Yolanda D?az como candidata" y apuntan a que "eso no ha cambiado" pese a la nueva deriva iniciada por Iglesias.
Mientras, los miembros del grupo parlamentario de Unidas Podemos ya empiezan a tomarse posiciones de cara al escenario de ruptura que parece acercarse. Los comunes, IU, o hasta Alianza Verde, el partido que naci? bajo el ala de Podemos, se han decantado por la vicepresidenta gallega, al igual que otros dirigentes que durante a?os han seguido lealmente las directrices del partido y que ahora observan at?nitos c?mo Podemos se dirige al choque de trenes, siguiendo a su l?der emérito. Algunos, cada vez menos, consideran que todav?a "hay tiempo para la diplomacia".
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