الريــم
11-13-2022, 03:00 PM
La mesa limpia, y sobre la mesa, los codos, la cabeza pensando, y de pronto dispara su curiosidad, su pregunta. Delante, por ejemplo, Felipe Gonz?lez, cuando habr?a que despejar (o no) la X de los Gal. O Margaret Thatcher, que ten?a todas las respuestas mezcladas en una mente tan barroca que se parec?a a las florituras de su pelo. A lo largo de sesenta a?os de oficio, por lo menos, I?aki Gabilondo ha hecho de su manera de preguntar una lecci?n latente de periodismo… y de ciudadan?a. La mayor parte de esos a?os los pas? en la Ser, en su tierra natal, San Sebasti?n, en Sevilla o Madrid. El mapa del periodismo espa?ol tiene su capital en este nombre propio, que también ha transitado por las pantallas de la televisi?n, ?ltimamente en las sucesivas encarnaciones de aquel Canal +. Es tan decisiva su importancia en el oficio que, ahora que Movistar+ anuncia '?Qué (demonios) es Espa?a?' como su ?ltimo programa (Las ?ltimas palabras de I?aki) nos ha dado un vuelco el coraz?n a los que hemos cre?do que ese compa?ero es de los inmortales. En esta entrevista habla de las razones por las que incluso el periodismo es mortal. Y, sobre todo, de qué hay en las preguntas que debe hacer un periodista.
Todo surge de la curiosidad y de ir preguntando, ?no?En el fondo te pasas toda la vida preguntando por qué. Preguntas para tratar de entender las circunstancias en las que est?s viviendo. Yo he tenido una perpetua curiosidad por tratar de entender. Tal vez por el convencimiento de que nunca nadie consigue hacerse entender si previamente no ha entendido. Se lo dec?a siempre a mis compa?eros en la radio: nadie nos entender? si nosotros no hemos entendido antes. Pero, ahora que lo pienso, creo que uno siempre pregunta lo mismo, solo que en circunstancias diferentes. Cuando trabajaba en San Sebasti?n, las preguntas que yo quer?a hacer estaban prohibidas, porque la radio no pod?a dar informaci?n. Yo quer?a preguntar cosas sobre el juicio de Burgos, pero… Es que recuerda que nosotros s?lo pudimos dar informaci?n como tal a partir del a?o 1977.En el programa que hizo hace tiempo sobre la Constituci?n, el sosiego lleg? cuando empez? a preguntar a los historiadores… Y aqu?, en el programa sobre lo que es Espa?a, ha sucedido algo similar.Es que los historiadores tienen la ventaja de que observan la coyuntura con perspectiva, mientras los periodistas estamos inmersos en la coyuntura. Los historiadores tienen distancia y perspectiva y eso les da una gran dimensi?n a sus an?lisis. Yo me di cuenta de que la alta tensi?n que hay en la pol?tica espa?ola se pod?a atemperar con la mirada de quien ve las cosas con mayor perspectiva. Por eso recurro a los historiadores. Ahora, en este ?ltimo programa que he hecho, yo no quer?a acabar participando en el avinagramiento general. Nosotros, al hacernos viejos, nos vamos haciendo m?s escépticos. Pero a eso suele llam?rsele "la sabidur?a de los viejos". Bueno, pues no es sabidur?a. Es cansancio. Y no me parece leg?timo transmitirle a la gente como sabidur?a lo que es cansancio. Pero, al mismo tiempo, no quer?a ofrecer algo avinagrado. Porque es un desenfoque. Yo estoy fatigado, pero quise hacer una aproximaci?n serena a una conversaci?n en su atm?sfera m?s natural, cambiando impresiones, sin necesidad de otra cosa. Me apetec?a que lo ?ltimo que iba a hacer tuviera ese tono. No quer?a a?adir m?s rayos y centellas a la borrasca actual. Al contrario: salgamos del cuadril?tero, quitémonos los guantes de boxeo y hablemos. Y me he dado cuenta de que eso produce en la gente un gran alivio. O eso me han dicho casi todos los entrevistados. Recuerdo que cuando me dieron en México el Premio de Periodismo Garc?a M?rquez, yo ya estaba empezando a estar bastante quemado. Llegué a México y me encontré con los viejos que formaban la cohorte de Garc?a M?rquez, y desayun?bamos debajo de una parra, viendo cantar rancheras y tal, ?qué gozada! Y hablando entre todos nos dimos cuenta de algo: a ver si nuestro escepticismo no se convierte en veneno para las pr?ximas generaciones, tratemos de que no. Que nuestra aportaci?n a los j?venes no sea encanallada. Y eso me anim? mucho.?Qué ha aprendido de estas ?ltimas preguntas que ha hecho? Que tiene mucho de impostado el circo de bronca en el que estamos metidos. Las fuerzas pol?ticas han convertido en rutina el enfrentamiento. Pero eso no est? en la sociedad. La sociedad tiene muchos problemas, pero no est? en una bronca permanente. Casi todo el mundo tiene un discurso m?s sereno. Incluso los pol?ticos, eh. T? ves al pol?tico m?s feroz y lo sacas del cuadril?tero y… te das cuenta de que también tiene otro discurso.
El m?o es un sosiego trabajado. Yo tengo un pronto muy irascible, pero sé que eso no es lo adecuado. Tal vez porque he trabajado toda mi vida en la radio y siempre he cre?do que ah? no s?lo importa lo que dices, sino c?mo lo dices"
Ese sosiego que usted ha conseguido es…Es un sosiego trabajado. Yo tengo un pronto muy irascible, pero sé que eso no es lo adecuado. Tal vez porque he trabajado toda mi vida en la radio y siempre he cre?do que en la radio no s?lo importa lo que dices, sino c?mo lo dices. Hay un segundo piso de la comunicaci?n, por decirlo as?, que es muy importante cuando se habla para los grandes p?blicos. Mira: cuando yo he estado en momentos furibundos, como la guerra de Irak con Aznar inmiscuyéndose en ella, es que… no me enorgullezco de eso. Me parece que fui decente, porque dije lo que realmente cre?a en aquel momento. Pero, si trabajas para millones de personas, tienes mucha responsabilidad en lo que dices y en c?mo lo dices. Por eso mi sosiego es una actitud trabajada. Bueno, también siempre me ha parecido que para trabajar en la radio hay que saber expresarse bien, saber de qué va eso de sujeto, verbo y predicado. Pero, sobre todo, no hacer de la radio un frente de batalla. A m? me ha incomodado mucho verme inmiscuido en algo as?, en una guerra por las audiencias. No me siento c?modo con eso. Y mi mujer lo sabe, en esos momentos estuve a punto de dejarlo.La entrevista que le hizo a Margaret Thatcher fue ejemplar en su trayectoria. La mujer se sent? frente a usted con la intenci?n de darle el mismo discurso que le hab?a dado a otros y usted le hizo otro tipo de preguntas. Fue como aquel famoso grafiti: “Cuando ten?amos las respuestas, nos cambiaron las preguntas”.Yo he aprendido algo: la gente no habla si no se siente escuchada. Ese periodista que lanza una pregunta, t? empiezas a responder y él enseguida se pone a ver su guion para ver cu?l es la siguiente pregunta que tiene que hacer… es alguien que no escucha. Necesitas que tu interlocutor se dé cuenta de que est?s para escucharle. Mira: si t? est?s pendiente de tu entrevistado, te das cuenta de muchas cosas y las aprovechas. Entrevistando a Margaret Thatcher me di cuenta de que era la enésima entrevista que iba a dar y dije: la voy a sacar de su zona de confort. No necesariamente para rebatirle algo, sino para conocer otro lado de ella. Le dije: "cuenta que cuando dej? de ser Primera Ministra, usted llor?". Y me dijo que s?. Yo segu?: "y cuando orden? comenzar la guerra de las Malvinas, ?no llor??" ?Ah! ?Ah? me di cuenta de que ella, a partir de ese momento, empez? a mirarme de otra manera! A ver: todos los que he entrevistado sab?an m?s que yo. Si t? has escrito un libro y vamos a hablar sobre él, es que sabes m?s que yo, ?no? Bueno, pues mi obligaci?n es leerme el libro, todo el libro, y luego hacerte preguntas. Eso se llama respeto.?Y no ha habido veces en que las respuestas le han cambiado las preguntas?Hombre, claro.?Recuerda alguna que haya sido dram?tica?Uy, ya a estas edades lo de recordar… Pero me ha pasado muchas veces.?Y eso qué ha representado para un periodista como usted?Hay veces en que vas a un personaje con tus prejuicios puestos y de pronto te topas con alguien distinto, con alguien cuya naturaleza humana no sab?as que ten?a. Cuando entrevisté a Vinton Cerf, uno de los inventores de Internet, a m? me hab?an dicho que su mujer era sorda y a m? eso me impresion?. Y cuando vas con un personaje como él, no sabes si los temas humanos te los va a aceptar. Pero se lo solté y el t?o entr? con total naturalidad. Es decir: yo fui a ver a un fr?o cient?fico-técnico y me encontré a un humanista. Y eso me cambi? completamente el cuadro. Bueno, eso me pas? hace un par de a?os y por eso lo recuerdo.Ha huido de los t?picos que se esperan, de lo que est? en el aire, excepto quiz? en la entrevista con Felipe Gonz?lez cuando los GAL. ?C?mo se prepar? para hacerla?Para hacer una conversaci?n de estas dif?ciles, como aquella, lo primero que hago es imaginarme c?mo ser?n las respuestas. Con los pol?ticos, generalmente, t? sabes qué respuestas te van a dar. A Felipe le preguntabas algo y sab?as que pod?a darte una conferencia por respuesta. Yo ten?a 30 minutos en directo en TVE y sab?a que, con alguien como él, la entrevista pod?a agotarse con cuatro preguntas. Entonces, ese tipo de entrevistas son a tres: él, yo y el reloj. Por eso es importante preparar preguntas que exijan respuestas cortas. Eso es determinante, por lo menos, en la tele o en la radio en directo. En esto que estamos haciendo para un peri?dico, pues no tanto.Esa entrevista pas? a la historia por una letra: la X.Es que hab?a que hacer esa pregunta. Era lo que todo mundo quer?a saber. Mira: la gente no sabe lo que es tener a un Presidente del Gobierno a un metro…?C?mo fue el saludo y c?mo fue la despedida con Felipe?El saludo fue correcto, formal, sin proleg?menos. Los dos sab?amos que iba a ser un d?a dif?cil. Esto fue a las nueve y media de la noche, después del Telediario. Un Telediario que le hab?a dedicado por los menos 20 minutos al tema de los GAL. O sea: él sab?a que era el tema del d?a. Nos saludamos correctamente y ya.?Y la despedida?Bien. Correcta también.En la radio ha habido silencios hist?ricos. Me gustar?a que contara los silencios que m?s le han impactado en su vida en la radio.Ay, me haces preguntas para forzar la memoria y… Ay?dame, ?no? ?Te acuerdas de alguno?S?. Cuando entr? su hermano Ram?n al estudio, le hizo una se?al con la cabeza y usted le dijo a Isa?as Lafuente que siguiera con el programa.Ah, bueno, cuando muri? mi padre. Fue el 11 del 11, a las 11:11.
Un d?a Luis del Olmo le pregunt? a Aznar: ?Por qué no le concede usted una entrevista a I?aki Gabilondo? Y se hizo un silencio. Parec?a que se hab?a roto la radio"
O sea: dentro de nada ser? un aniversario m?s de eso.S?. [Se hace un silencio de cinco segundos] Pero en la radio ha habido otros silencios. Un d?a Luis del Olmo le pregunt? a Aznar: ?Por qué no le concede usted una entrevista a I?aki Gabilondo? Y se hizo un silencio. Parec?a que se hab?a roto la radio [risas].?Y qué significa para usted que un presidente no esté dispuesto a responder preguntas? A sus preguntas, en este caso.A m? me parece fatal. Pero eso no tiene que ver conmigo, tiene que ver con nuestros oyentes. O sea: Aznar no me despreci? a m?. Aznar despreci? a nuestros oyentes. Y eso me pareci? inexplicable. ?Que estaba enfadado conmigo o con el Grupo Prisa? Bueno. Pero no pod?a estar enfadado con tres millones de oyentes. Un pol?tico que est? al frente del pa?s no puede hacer eso con millones de ciudadanos.Ahora deja el periodismo en la época de las redes sociales, llenas de rumores.Me impresiona mucho c?mo todo eso se ha escapado al control. Ante eso yo s?lo puedo decir que tenemos que construir unidades muy solventes para que se distingan de lo otro. ?Todo es tan fr?gil y vulnerable ahora! Y todo ese linchamiento que hay ah?… Las redes deber?an ser un instrumento maravilloso para cohesionarnos como sociedad y sin embargo…
Ahora prolifera el paraperiodismo: cosas para entretener y divertirse, desprendidas del periodismo. Muy bien, no digo que eso no deba existir, pero no hay que olvidarse del periodismo"
?Qué tendr?a que seguir siendo el periodismo?Un territorio protegido del delirio. El periodismo es hijo y madre de la democracia. El periodismo ayuda a entender el mundo en el que vivimos y nos alerta de ser responsables. Ahora los peri?dicos son v?ctimas del p?nico financiero y viven de likes y le dan a la gente lo que m?s le gusta. Bueno, se?ores: ?denles también lo que no les gusta pero tienen derecho a saber para que ejerzan su condici?n de ciudadanos! Pero ahora prolifera el paraperiodismo: cosas para entretener y divertirse, desprendidas del periodismo. Muy bien, no digo que eso no deba existir, pero no hay que olvidarse del periodismo. Que la comunicaci?n extienda su oferta, vale. Pero que no deje de ofrecer periodismo. Eso de buscar al cliente como sea… no sé yo.Ahora que parece que se retira…?Parece? ?No te lo crees?No. No me creo que haya hecho su ?ltima pregunta. Eso es cosa del marketing de las televisiones.Eso lo dicen porque es el ?ltimo programa que haré en Movistar+ [risas].Le hice hace a?os esta pregunta, que le repito ahora. ?Por qué tiene tanto empe?o en saber m?s?Porque querer saber m?s es un anhelo universal, ?no? O eso es lo que a m? me parece.Una ?ltima cosa…?Ah! Lo tuyo s? es lo ?ltimo [risas].Bueno, la ?ltima por hoy. ?Cree que la opini?n ha contaminado al periodismo?Tal vez la sobredosis de opini?n. Porque para un medio hacer opini?n es m?s barato que hacer informaci?n. Tal vez por eso hoy el universo de los opinadores se ha extendido. Eso alimenta la tensi?n y la aparente necesidad de m?s opini?n. Hoy hay menos reporterismo, menos corresponsales… pero m?s opinadores. ?Qué musculatura tan endeble para un medio! Para opinar hay que mirar, estudiar… ?saber! Saber de algo espec?fico. Pero ahora una sola persona opina de todo, de todo. Incluso de lo m?s complicado. ?De todo! Incre?ble.
أكثر... (https://www.sport.es/es/noticias/sociedad/inaki-gabilondo-impostado-circo-bronca-78503713)
Todo surge de la curiosidad y de ir preguntando, ?no?En el fondo te pasas toda la vida preguntando por qué. Preguntas para tratar de entender las circunstancias en las que est?s viviendo. Yo he tenido una perpetua curiosidad por tratar de entender. Tal vez por el convencimiento de que nunca nadie consigue hacerse entender si previamente no ha entendido. Se lo dec?a siempre a mis compa?eros en la radio: nadie nos entender? si nosotros no hemos entendido antes. Pero, ahora que lo pienso, creo que uno siempre pregunta lo mismo, solo que en circunstancias diferentes. Cuando trabajaba en San Sebasti?n, las preguntas que yo quer?a hacer estaban prohibidas, porque la radio no pod?a dar informaci?n. Yo quer?a preguntar cosas sobre el juicio de Burgos, pero… Es que recuerda que nosotros s?lo pudimos dar informaci?n como tal a partir del a?o 1977.En el programa que hizo hace tiempo sobre la Constituci?n, el sosiego lleg? cuando empez? a preguntar a los historiadores… Y aqu?, en el programa sobre lo que es Espa?a, ha sucedido algo similar.Es que los historiadores tienen la ventaja de que observan la coyuntura con perspectiva, mientras los periodistas estamos inmersos en la coyuntura. Los historiadores tienen distancia y perspectiva y eso les da una gran dimensi?n a sus an?lisis. Yo me di cuenta de que la alta tensi?n que hay en la pol?tica espa?ola se pod?a atemperar con la mirada de quien ve las cosas con mayor perspectiva. Por eso recurro a los historiadores. Ahora, en este ?ltimo programa que he hecho, yo no quer?a acabar participando en el avinagramiento general. Nosotros, al hacernos viejos, nos vamos haciendo m?s escépticos. Pero a eso suele llam?rsele "la sabidur?a de los viejos". Bueno, pues no es sabidur?a. Es cansancio. Y no me parece leg?timo transmitirle a la gente como sabidur?a lo que es cansancio. Pero, al mismo tiempo, no quer?a ofrecer algo avinagrado. Porque es un desenfoque. Yo estoy fatigado, pero quise hacer una aproximaci?n serena a una conversaci?n en su atm?sfera m?s natural, cambiando impresiones, sin necesidad de otra cosa. Me apetec?a que lo ?ltimo que iba a hacer tuviera ese tono. No quer?a a?adir m?s rayos y centellas a la borrasca actual. Al contrario: salgamos del cuadril?tero, quitémonos los guantes de boxeo y hablemos. Y me he dado cuenta de que eso produce en la gente un gran alivio. O eso me han dicho casi todos los entrevistados. Recuerdo que cuando me dieron en México el Premio de Periodismo Garc?a M?rquez, yo ya estaba empezando a estar bastante quemado. Llegué a México y me encontré con los viejos que formaban la cohorte de Garc?a M?rquez, y desayun?bamos debajo de una parra, viendo cantar rancheras y tal, ?qué gozada! Y hablando entre todos nos dimos cuenta de algo: a ver si nuestro escepticismo no se convierte en veneno para las pr?ximas generaciones, tratemos de que no. Que nuestra aportaci?n a los j?venes no sea encanallada. Y eso me anim? mucho.?Qué ha aprendido de estas ?ltimas preguntas que ha hecho? Que tiene mucho de impostado el circo de bronca en el que estamos metidos. Las fuerzas pol?ticas han convertido en rutina el enfrentamiento. Pero eso no est? en la sociedad. La sociedad tiene muchos problemas, pero no est? en una bronca permanente. Casi todo el mundo tiene un discurso m?s sereno. Incluso los pol?ticos, eh. T? ves al pol?tico m?s feroz y lo sacas del cuadril?tero y… te das cuenta de que también tiene otro discurso.
El m?o es un sosiego trabajado. Yo tengo un pronto muy irascible, pero sé que eso no es lo adecuado. Tal vez porque he trabajado toda mi vida en la radio y siempre he cre?do que ah? no s?lo importa lo que dices, sino c?mo lo dices"
Ese sosiego que usted ha conseguido es…Es un sosiego trabajado. Yo tengo un pronto muy irascible, pero sé que eso no es lo adecuado. Tal vez porque he trabajado toda mi vida en la radio y siempre he cre?do que en la radio no s?lo importa lo que dices, sino c?mo lo dices. Hay un segundo piso de la comunicaci?n, por decirlo as?, que es muy importante cuando se habla para los grandes p?blicos. Mira: cuando yo he estado en momentos furibundos, como la guerra de Irak con Aznar inmiscuyéndose en ella, es que… no me enorgullezco de eso. Me parece que fui decente, porque dije lo que realmente cre?a en aquel momento. Pero, si trabajas para millones de personas, tienes mucha responsabilidad en lo que dices y en c?mo lo dices. Por eso mi sosiego es una actitud trabajada. Bueno, también siempre me ha parecido que para trabajar en la radio hay que saber expresarse bien, saber de qué va eso de sujeto, verbo y predicado. Pero, sobre todo, no hacer de la radio un frente de batalla. A m? me ha incomodado mucho verme inmiscuido en algo as?, en una guerra por las audiencias. No me siento c?modo con eso. Y mi mujer lo sabe, en esos momentos estuve a punto de dejarlo.La entrevista que le hizo a Margaret Thatcher fue ejemplar en su trayectoria. La mujer se sent? frente a usted con la intenci?n de darle el mismo discurso que le hab?a dado a otros y usted le hizo otro tipo de preguntas. Fue como aquel famoso grafiti: “Cuando ten?amos las respuestas, nos cambiaron las preguntas”.Yo he aprendido algo: la gente no habla si no se siente escuchada. Ese periodista que lanza una pregunta, t? empiezas a responder y él enseguida se pone a ver su guion para ver cu?l es la siguiente pregunta que tiene que hacer… es alguien que no escucha. Necesitas que tu interlocutor se dé cuenta de que est?s para escucharle. Mira: si t? est?s pendiente de tu entrevistado, te das cuenta de muchas cosas y las aprovechas. Entrevistando a Margaret Thatcher me di cuenta de que era la enésima entrevista que iba a dar y dije: la voy a sacar de su zona de confort. No necesariamente para rebatirle algo, sino para conocer otro lado de ella. Le dije: "cuenta que cuando dej? de ser Primera Ministra, usted llor?". Y me dijo que s?. Yo segu?: "y cuando orden? comenzar la guerra de las Malvinas, ?no llor??" ?Ah! ?Ah? me di cuenta de que ella, a partir de ese momento, empez? a mirarme de otra manera! A ver: todos los que he entrevistado sab?an m?s que yo. Si t? has escrito un libro y vamos a hablar sobre él, es que sabes m?s que yo, ?no? Bueno, pues mi obligaci?n es leerme el libro, todo el libro, y luego hacerte preguntas. Eso se llama respeto.?Y no ha habido veces en que las respuestas le han cambiado las preguntas?Hombre, claro.?Recuerda alguna que haya sido dram?tica?Uy, ya a estas edades lo de recordar… Pero me ha pasado muchas veces.?Y eso qué ha representado para un periodista como usted?Hay veces en que vas a un personaje con tus prejuicios puestos y de pronto te topas con alguien distinto, con alguien cuya naturaleza humana no sab?as que ten?a. Cuando entrevisté a Vinton Cerf, uno de los inventores de Internet, a m? me hab?an dicho que su mujer era sorda y a m? eso me impresion?. Y cuando vas con un personaje como él, no sabes si los temas humanos te los va a aceptar. Pero se lo solté y el t?o entr? con total naturalidad. Es decir: yo fui a ver a un fr?o cient?fico-técnico y me encontré a un humanista. Y eso me cambi? completamente el cuadro. Bueno, eso me pas? hace un par de a?os y por eso lo recuerdo.Ha huido de los t?picos que se esperan, de lo que est? en el aire, excepto quiz? en la entrevista con Felipe Gonz?lez cuando los GAL. ?C?mo se prepar? para hacerla?Para hacer una conversaci?n de estas dif?ciles, como aquella, lo primero que hago es imaginarme c?mo ser?n las respuestas. Con los pol?ticos, generalmente, t? sabes qué respuestas te van a dar. A Felipe le preguntabas algo y sab?as que pod?a darte una conferencia por respuesta. Yo ten?a 30 minutos en directo en TVE y sab?a que, con alguien como él, la entrevista pod?a agotarse con cuatro preguntas. Entonces, ese tipo de entrevistas son a tres: él, yo y el reloj. Por eso es importante preparar preguntas que exijan respuestas cortas. Eso es determinante, por lo menos, en la tele o en la radio en directo. En esto que estamos haciendo para un peri?dico, pues no tanto.Esa entrevista pas? a la historia por una letra: la X.Es que hab?a que hacer esa pregunta. Era lo que todo mundo quer?a saber. Mira: la gente no sabe lo que es tener a un Presidente del Gobierno a un metro…?C?mo fue el saludo y c?mo fue la despedida con Felipe?El saludo fue correcto, formal, sin proleg?menos. Los dos sab?amos que iba a ser un d?a dif?cil. Esto fue a las nueve y media de la noche, después del Telediario. Un Telediario que le hab?a dedicado por los menos 20 minutos al tema de los GAL. O sea: él sab?a que era el tema del d?a. Nos saludamos correctamente y ya.?Y la despedida?Bien. Correcta también.En la radio ha habido silencios hist?ricos. Me gustar?a que contara los silencios que m?s le han impactado en su vida en la radio.Ay, me haces preguntas para forzar la memoria y… Ay?dame, ?no? ?Te acuerdas de alguno?S?. Cuando entr? su hermano Ram?n al estudio, le hizo una se?al con la cabeza y usted le dijo a Isa?as Lafuente que siguiera con el programa.Ah, bueno, cuando muri? mi padre. Fue el 11 del 11, a las 11:11.
Un d?a Luis del Olmo le pregunt? a Aznar: ?Por qué no le concede usted una entrevista a I?aki Gabilondo? Y se hizo un silencio. Parec?a que se hab?a roto la radio"
O sea: dentro de nada ser? un aniversario m?s de eso.S?. [Se hace un silencio de cinco segundos] Pero en la radio ha habido otros silencios. Un d?a Luis del Olmo le pregunt? a Aznar: ?Por qué no le concede usted una entrevista a I?aki Gabilondo? Y se hizo un silencio. Parec?a que se hab?a roto la radio [risas].?Y qué significa para usted que un presidente no esté dispuesto a responder preguntas? A sus preguntas, en este caso.A m? me parece fatal. Pero eso no tiene que ver conmigo, tiene que ver con nuestros oyentes. O sea: Aznar no me despreci? a m?. Aznar despreci? a nuestros oyentes. Y eso me pareci? inexplicable. ?Que estaba enfadado conmigo o con el Grupo Prisa? Bueno. Pero no pod?a estar enfadado con tres millones de oyentes. Un pol?tico que est? al frente del pa?s no puede hacer eso con millones de ciudadanos.Ahora deja el periodismo en la época de las redes sociales, llenas de rumores.Me impresiona mucho c?mo todo eso se ha escapado al control. Ante eso yo s?lo puedo decir que tenemos que construir unidades muy solventes para que se distingan de lo otro. ?Todo es tan fr?gil y vulnerable ahora! Y todo ese linchamiento que hay ah?… Las redes deber?an ser un instrumento maravilloso para cohesionarnos como sociedad y sin embargo…
Ahora prolifera el paraperiodismo: cosas para entretener y divertirse, desprendidas del periodismo. Muy bien, no digo que eso no deba existir, pero no hay que olvidarse del periodismo"
?Qué tendr?a que seguir siendo el periodismo?Un territorio protegido del delirio. El periodismo es hijo y madre de la democracia. El periodismo ayuda a entender el mundo en el que vivimos y nos alerta de ser responsables. Ahora los peri?dicos son v?ctimas del p?nico financiero y viven de likes y le dan a la gente lo que m?s le gusta. Bueno, se?ores: ?denles también lo que no les gusta pero tienen derecho a saber para que ejerzan su condici?n de ciudadanos! Pero ahora prolifera el paraperiodismo: cosas para entretener y divertirse, desprendidas del periodismo. Muy bien, no digo que eso no deba existir, pero no hay que olvidarse del periodismo. Que la comunicaci?n extienda su oferta, vale. Pero que no deje de ofrecer periodismo. Eso de buscar al cliente como sea… no sé yo.Ahora que parece que se retira…?Parece? ?No te lo crees?No. No me creo que haya hecho su ?ltima pregunta. Eso es cosa del marketing de las televisiones.Eso lo dicen porque es el ?ltimo programa que haré en Movistar+ [risas].Le hice hace a?os esta pregunta, que le repito ahora. ?Por qué tiene tanto empe?o en saber m?s?Porque querer saber m?s es un anhelo universal, ?no? O eso es lo que a m? me parece.Una ?ltima cosa…?Ah! Lo tuyo s? es lo ?ltimo [risas].Bueno, la ?ltima por hoy. ?Cree que la opini?n ha contaminado al periodismo?Tal vez la sobredosis de opini?n. Porque para un medio hacer opini?n es m?s barato que hacer informaci?n. Tal vez por eso hoy el universo de los opinadores se ha extendido. Eso alimenta la tensi?n y la aparente necesidad de m?s opini?n. Hoy hay menos reporterismo, menos corresponsales… pero m?s opinadores. ?Qué musculatura tan endeble para un medio! Para opinar hay que mirar, estudiar… ?saber! Saber de algo espec?fico. Pero ahora una sola persona opina de todo, de todo. Incluso de lo m?s complicado. ?De todo! Incre?ble.
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