الريــم
11-12-2022, 10:30 AM
Milos Ninkovic se form? en el Cukaricki de Belgrado y pronto salt? al Dinamo de Kiev, donde hizo carrera y gan? t?tulos. Fue internacional con Serbia en el Mundial 2010 y, tras pasar por el Evian y el Estrella Roja, puso rumbo a la liga australiana.
M?s informaci?n (Auto)
http://placehold.it/175x100 T?tulo noticia (Auto)
Ten?a 30 a?os cuando aterriz? en un lugar en el que el f?tbol hab?a subido de temperatura con un derbi recién estrenado. Ninkovic pronto se convirti? en un generador de juego para el Sydney FC, en un referente por su experiencia y en un ?dolo cuando, poco después de su llegada, marc? el tanto de la victoria en la visita de los vecinos, el Western Sydney Wanderers. Siete a?os después, Ninkovic era leyenda ‘sky blue’, con tres ligas, una copa, 41 goles y 221 partidos que lo sit?an como el extranjero con m?s apariciones de la historia de la entidad. No ha sido el for?neo m?s célebre que ha jugado para el club de la capital de Nueva Gales del Sur: ese honor recae sobre Alessandro Del Piero, que lleg? en 2012 como la superestrella a la que se permite inscribir fuera del l?mite salarial. Una designaci?n especial que Ninkovic asumir?a en 2017, mientras la mitad este de S?dney estaba todav?a a sus pies. Cuando se form? la A-League en 2005, al f?tbol en Australia se le llamaba soccer. El balompié, hoy el juego m?s practicado del pa?s, necesitaba un impulso a todos los niveles, y la nueva competici?n iba a ser un catalizador de cambio y popularizaci?n. Ocho equipos tomar?an parte en aquella primera experiencia, solo uno por ciudad. Y el elegido en S?dney fue el Sydney FC, que deb?a jugar sus partidos en el suburbio de Parramatta, en el oeste del ?rea metropolitana. Sin embargo, triqui?uelas federativas lo mandaron al este, lo que dinamit? el consenso social. En 2012 se aprob? la creaci?n del Western Sydney Wanderers, una decisi?n que cont? con el impulso de una comunidad implicada tanto en la elecci?n del nombre como del estilo y los valores multiculturales que acompa?ar?an al nuevo club. La competici?n australiana segu?a ampli?ndose, se?al del éxito del programa de desarrollo de un deporte ya llamado football que se aprovechaba del crecimiento de la selecci?n nacional, que hab?a vuelto a un Mundial 32 a?os después, en 2006, y que ya no ha fallado a la cita desde entonces (con un t?tulo de Copa Asia, el de 2015, como entreacto triunfal). As? florec?a el bal?n redondo en el pa?s oce?nico, mientras entusiasmaba a un territorio, S?dney, en el que cab?an dos clubes, por muy mal que se llevaran. En su primera temporada de vida, el recién llegado se proclam? campe?n de la liga regular, y al cabo de un par de a?os, en 2014, se alz? con la Champions League, en un éxito sin precedentes para los conjuntos ‘aussies’ en el m?ximo torneo asi?tico. Ese inicio mete?rico de los Wanderers no hizo m?s que agudizar la que, de golpe, y partiendo de cero, se hab?a convertido en la enemistad futbol?stica m?s importante de todo el pa?s; construida, eso s?, sobre la base de la disyuntiva cultural y ciudadana preexistente entre lo céntrico y lo suburbial, en una urbe que fue ol?mpica en el a?o 2000. Ratas muertas
Y as? volvemos a Ninkovic. Porque él es la causa de que, después de a?os en los que la pasi?n inicial que despertaba esta dualidad se ha ido acomodando, hoy podamos vivir, en palabras del capit?n del Sydney, Luke Brattan, el “derbi m?s caliente de la historia”. El serbio resolvi? en julio las desavenencias con el club del que es (o era) un mito firmando con el Wanderers, el archienemigo, en un traspaso que ha encendido los ?nimos de una hinchada que se siente ultrajada, y que piensa dejarlo claro en el remodelado Allianz Stadium. Las similitudes con el caso de Luis Figo, que salt? del Barça al Madrid en el verano del 2000, y las im?genes de su recordado regreso al Camp Nou de 2002, hoy frescas gracias a un documental de Netflix que también ha hecho fortuna en Australia, inspiran a los seguidores locales. “Para poder introducir objetos que podr?an no pasar los controles de seguridad, hay que escribir al club. Pues bien, algunos nos han pedido si les dejar?amos traer una cabeza de cerdo o entrar con ratas muertas, aparte de unas cuantas pancartas con textos e im?genes”, explica el director ejecutivo del Sydney FC, Adam Salto, al rotativo local Sydney Morning Herald. Los empleados de seguridad tendr?n que estar atentos. Por su parte, Ninkovic ya debe tener asumido que hoy no lo va a pasar bien. Pero nadie le podr? negar que, después de haber sido clave en un lustro triunfal en el este, ahora ha logrado, con su deserci?n al oeste, que un derbi esté latiendo en el centro de todo, como ning?n otro partido, de ning?n otro deporte, ha podido conseguir all? abajo.
أكثر... (https://www.sport.es/es/noticias/sport-dossier-by-panenka/hay-figo-abajo-78456943)
M?s informaci?n (Auto)
http://placehold.it/175x100 T?tulo noticia (Auto)
Ten?a 30 a?os cuando aterriz? en un lugar en el que el f?tbol hab?a subido de temperatura con un derbi recién estrenado. Ninkovic pronto se convirti? en un generador de juego para el Sydney FC, en un referente por su experiencia y en un ?dolo cuando, poco después de su llegada, marc? el tanto de la victoria en la visita de los vecinos, el Western Sydney Wanderers. Siete a?os después, Ninkovic era leyenda ‘sky blue’, con tres ligas, una copa, 41 goles y 221 partidos que lo sit?an como el extranjero con m?s apariciones de la historia de la entidad. No ha sido el for?neo m?s célebre que ha jugado para el club de la capital de Nueva Gales del Sur: ese honor recae sobre Alessandro Del Piero, que lleg? en 2012 como la superestrella a la que se permite inscribir fuera del l?mite salarial. Una designaci?n especial que Ninkovic asumir?a en 2017, mientras la mitad este de S?dney estaba todav?a a sus pies. Cuando se form? la A-League en 2005, al f?tbol en Australia se le llamaba soccer. El balompié, hoy el juego m?s practicado del pa?s, necesitaba un impulso a todos los niveles, y la nueva competici?n iba a ser un catalizador de cambio y popularizaci?n. Ocho equipos tomar?an parte en aquella primera experiencia, solo uno por ciudad. Y el elegido en S?dney fue el Sydney FC, que deb?a jugar sus partidos en el suburbio de Parramatta, en el oeste del ?rea metropolitana. Sin embargo, triqui?uelas federativas lo mandaron al este, lo que dinamit? el consenso social. En 2012 se aprob? la creaci?n del Western Sydney Wanderers, una decisi?n que cont? con el impulso de una comunidad implicada tanto en la elecci?n del nombre como del estilo y los valores multiculturales que acompa?ar?an al nuevo club. La competici?n australiana segu?a ampli?ndose, se?al del éxito del programa de desarrollo de un deporte ya llamado football que se aprovechaba del crecimiento de la selecci?n nacional, que hab?a vuelto a un Mundial 32 a?os después, en 2006, y que ya no ha fallado a la cita desde entonces (con un t?tulo de Copa Asia, el de 2015, como entreacto triunfal). As? florec?a el bal?n redondo en el pa?s oce?nico, mientras entusiasmaba a un territorio, S?dney, en el que cab?an dos clubes, por muy mal que se llevaran. En su primera temporada de vida, el recién llegado se proclam? campe?n de la liga regular, y al cabo de un par de a?os, en 2014, se alz? con la Champions League, en un éxito sin precedentes para los conjuntos ‘aussies’ en el m?ximo torneo asi?tico. Ese inicio mete?rico de los Wanderers no hizo m?s que agudizar la que, de golpe, y partiendo de cero, se hab?a convertido en la enemistad futbol?stica m?s importante de todo el pa?s; construida, eso s?, sobre la base de la disyuntiva cultural y ciudadana preexistente entre lo céntrico y lo suburbial, en una urbe que fue ol?mpica en el a?o 2000. Ratas muertas
Y as? volvemos a Ninkovic. Porque él es la causa de que, después de a?os en los que la pasi?n inicial que despertaba esta dualidad se ha ido acomodando, hoy podamos vivir, en palabras del capit?n del Sydney, Luke Brattan, el “derbi m?s caliente de la historia”. El serbio resolvi? en julio las desavenencias con el club del que es (o era) un mito firmando con el Wanderers, el archienemigo, en un traspaso que ha encendido los ?nimos de una hinchada que se siente ultrajada, y que piensa dejarlo claro en el remodelado Allianz Stadium. Las similitudes con el caso de Luis Figo, que salt? del Barça al Madrid en el verano del 2000, y las im?genes de su recordado regreso al Camp Nou de 2002, hoy frescas gracias a un documental de Netflix que también ha hecho fortuna en Australia, inspiran a los seguidores locales. “Para poder introducir objetos que podr?an no pasar los controles de seguridad, hay que escribir al club. Pues bien, algunos nos han pedido si les dejar?amos traer una cabeza de cerdo o entrar con ratas muertas, aparte de unas cuantas pancartas con textos e im?genes”, explica el director ejecutivo del Sydney FC, Adam Salto, al rotativo local Sydney Morning Herald. Los empleados de seguridad tendr?n que estar atentos. Por su parte, Ninkovic ya debe tener asumido que hoy no lo va a pasar bien. Pero nadie le podr? negar que, después de haber sido clave en un lustro triunfal en el este, ahora ha logrado, con su deserci?n al oeste, que un derbi esté latiendo en el centro de todo, como ning?n otro partido, de ning?n otro deporte, ha podido conseguir all? abajo.
أكثر... (https://www.sport.es/es/noticias/sport-dossier-by-panenka/hay-figo-abajo-78456943)