الريــم
11-12-2022, 09:59 AM
Jordi Busquets, abogado barcelonés y padre de dos hijas de 20 y 17 a?os, se pone el despertador a las 4.40 horas. Se prepara un café y sale de casa. Coge su coche, pero no se dirige al trabajo. Es fin de semana. Madrugada de s?bado. Jordi ha quedado con su hija peque?a para ir a buscarla tras una noche de fiesta discotequera. Recoger? también a otras amigas, a quienes ir? dejando en sus casas de camino a la suya. Jordi no es un*papijama*-como popularmente se conoce a las familias que van a recoger a los adolescentes- habitual.*“No soy el chico de los recados de mi hija”, aclara, con humor. Solo ha ejercido de ‘ch?fer’ en un pu?ado de ocasiones, siempre porque ella se lo ha pedido. “Es por su comodidad, s?. Pero también est? el factor seguridad”, explica Jordi.
Al contrario que la generaci?n pasada, los j?venes*no suelen tener horario de llegar a casa. Por precauci?n (o miedo), la petici?n firme que s? se hace es que*no regresen solos.*La ausencia de transporte p?blico nocturno en algunos municipios, sumado al elevado precio de un taxi, hace que la 'opci?n papijama' gane puntos. Un sistema c?modo y barato para los adolescentes. En Barcelona, adem?s, las contadas discotecas que permiten la entrada a chavales a partir de 16 a?os (Cocoa, Titus o Waka) suelen estar situadas en pol?gonos industriales fuera de la ciudad. Y a menudo las familias se acaban turnando para ir a recoger a los hijos.
Trinchera familiar
En torno a los 10 u 11 a?os termina la infancia y comienza la preadolescencia, el primer paso hacia la adolescencia, la etapa m?s compleja de la vida humana en la que los ni?os de 13 a 16 a?os se transforman en otros seres y el conflicto se instala en casa. El cerebro del adolescente genera oxitocina cuando est? con sus amigos, as? que la vida social es un pilar b?sico para ellos y ellas. Una de las trincheras m?s habituales en los hogares es el de las salidas nocturnas.
“Las madrugadas del fin de semana coincido a la puerta de la discoteca con otras madres, que también vienen a buscar a sus hijos. Me recuerda a cuando ?bamos a recogerles a las actividades extrescolares”, explica Sonia, profesora madrile?a y madre de una chica de 16 a?os que tiene asumido su papel de*mamijama. Sonia y Jordi no son la excepci?n. Representan a toda una legi?n de progenitores. ?Estamos ante un*rasgo de hiperpaternidad, padres y madres helic?pteros que no dejan de sobrevolar sobre sus hijos, a quienes protegen hasta el extremo?
Eva Millet, periodista especializada y divulgadora experta en hiperpaternidad, responde que s?. “La hiperpaternidad se caracteriza por una sobreprotecci?n y una supervisi?n constante que no es necesaria. En general, los hiperpadres y las hipermadres hacen cosas por los hijos aunque estos puedan hacerlas por s? mismos. Se convierten en*ch?feres, secretarios personales, guardaespaldas, mayordomos… Si los hijos est?n en edad de ir a discotecas y de beber alcohol, ?hay que ir a recogerlos como cuando ten?an 8 a?os? A m? me parece una contradicci?n”, explica.
“Los adolescentes piden autonom?a a gritos. Me sorprende que acepten que los pap?s vayan a buscarlos a la discoteca”, a?ade la periodista, autora de 'Ni?os, adolescentes y ansiedad’.
"Los hiperpadres se convierten en ch?feres, secretarios personales, guardaespaldas, mayordomos… Si los hijos est?n en edad de ir a discotecas y de beber alcohol, ?hay que ir a recogerlos como cuando ten?an ocho a?os? A m? me parece una contradicci?n
"Buscarles de madrugada es c?modo para los hijos y nosotros ganamos en seguridad. Prefiero que mi hijo venga en mi coche a que se meta en el de un amigo que, quiz?, haya bebido alcohol”
Algo m?s c?mplice con los papijamas se muestra otro divulgador,*Francisco Casta?o, profesor de secundaria y autor de 'La mejor versi?n de tu hijo'. “No sé si calificar el fen?meno de hiperpaternidad. Es una decisi?n familiar y ya est?. Siempre est? la opci?n de un taxi, pero es m?s cara y no todos se lo pueden permitir. Buscarles de madrugada es c?modo para los hijos y nosotros ganamos en seguridad. Prefiero que mi hijo venga en mi coche a que se meta en el de un amigo que, quiz?, haya bebido alcohol”, admite.
"Me recuerda a cuando ?bamos a recogerles a las actividades extraescolares”
Al mismo tiempo, Casta?o insiste en que proteger a los hijos e hijas no significa sobreprotegerlos: “Si los proteges en exceso es que no sabes gestionar el miedo. Los padres y las madres tenemos que admitir ciertos riesgos. Educar es ir soltando a nuestros hijos. Para ello es b?sico la confianza mutua”.
Ansiedad y miedo
Ansiedad, miedo y competitividad, precisamente, son tres de los principales rasgos de la hiperpaternidad. Autora de ‘Hiperpaternidad’, Millet explica que el temor a que les suceda algo a los hijos es algo natural. “Viene de serie”, remata. Lo que hay que evitar, en su opini?n, es que el miedo domine la crianza y la educaci?n de los hijos. “Si no, nos volvemos locos. Hay que ir dando soluciones”, insiste. Respecto*los papijamas, la divulgadora, partidaria de horarios topes de retorno a casa, invita a los progenitores a organizar un taxi u otro tipo de transporte con amigos y amigas.
Mal dormir debido a la preocupaci?n hasta que tu hijo llega a casa ‘sano y salvo’ es otro fantasma que los progenitores deben combatir. Millet recuerda que dormir es fundamental para el bienestar. De hecho,*no hacerlo las horas suficientes acarrea serios problemas de salud.*“Condenar a cualquier persona a no dormir es una forma de tortura. Hay que encontrar f?rmulas para que eso no suceda”, concluye la divulgadora.
Jordi, que jam?s ejerci? de 'papijama' con su hija mayor porque esta nunca se lo pidi?, admite que no tiene problemas para dormir cuando sus hijas salen de noche. “Precauci?n, toda. Pero nunca miedo paralizante. Todos hemos sido j?venes. Si te mueres de miedo cada vez que tus hijos salen por la noche, no vives”, subraya el abogado, que s? admite que el factor género influye en los temores y que la opci?n del coche, cuando lo piden las propias chicas, también puede ser una salida contra la injusta tentaci?n de coartar su*libertad y autonom?a.
أكثر... (https://www.sport.es/es/noticias/sociedad/buscar-hijo-disco-6-manana-78463621)
Al contrario que la generaci?n pasada, los j?venes*no suelen tener horario de llegar a casa. Por precauci?n (o miedo), la petici?n firme que s? se hace es que*no regresen solos.*La ausencia de transporte p?blico nocturno en algunos municipios, sumado al elevado precio de un taxi, hace que la 'opci?n papijama' gane puntos. Un sistema c?modo y barato para los adolescentes. En Barcelona, adem?s, las contadas discotecas que permiten la entrada a chavales a partir de 16 a?os (Cocoa, Titus o Waka) suelen estar situadas en pol?gonos industriales fuera de la ciudad. Y a menudo las familias se acaban turnando para ir a recoger a los hijos.
Trinchera familiar
En torno a los 10 u 11 a?os termina la infancia y comienza la preadolescencia, el primer paso hacia la adolescencia, la etapa m?s compleja de la vida humana en la que los ni?os de 13 a 16 a?os se transforman en otros seres y el conflicto se instala en casa. El cerebro del adolescente genera oxitocina cuando est? con sus amigos, as? que la vida social es un pilar b?sico para ellos y ellas. Una de las trincheras m?s habituales en los hogares es el de las salidas nocturnas.
“Las madrugadas del fin de semana coincido a la puerta de la discoteca con otras madres, que también vienen a buscar a sus hijos. Me recuerda a cuando ?bamos a recogerles a las actividades extrescolares”, explica Sonia, profesora madrile?a y madre de una chica de 16 a?os que tiene asumido su papel de*mamijama. Sonia y Jordi no son la excepci?n. Representan a toda una legi?n de progenitores. ?Estamos ante un*rasgo de hiperpaternidad, padres y madres helic?pteros que no dejan de sobrevolar sobre sus hijos, a quienes protegen hasta el extremo?
Eva Millet, periodista especializada y divulgadora experta en hiperpaternidad, responde que s?. “La hiperpaternidad se caracteriza por una sobreprotecci?n y una supervisi?n constante que no es necesaria. En general, los hiperpadres y las hipermadres hacen cosas por los hijos aunque estos puedan hacerlas por s? mismos. Se convierten en*ch?feres, secretarios personales, guardaespaldas, mayordomos… Si los hijos est?n en edad de ir a discotecas y de beber alcohol, ?hay que ir a recogerlos como cuando ten?an 8 a?os? A m? me parece una contradicci?n”, explica.
“Los adolescentes piden autonom?a a gritos. Me sorprende que acepten que los pap?s vayan a buscarlos a la discoteca”, a?ade la periodista, autora de 'Ni?os, adolescentes y ansiedad’.
"Los hiperpadres se convierten en ch?feres, secretarios personales, guardaespaldas, mayordomos… Si los hijos est?n en edad de ir a discotecas y de beber alcohol, ?hay que ir a recogerlos como cuando ten?an ocho a?os? A m? me parece una contradicci?n
"Buscarles de madrugada es c?modo para los hijos y nosotros ganamos en seguridad. Prefiero que mi hijo venga en mi coche a que se meta en el de un amigo que, quiz?, haya bebido alcohol”
Algo m?s c?mplice con los papijamas se muestra otro divulgador,*Francisco Casta?o, profesor de secundaria y autor de 'La mejor versi?n de tu hijo'. “No sé si calificar el fen?meno de hiperpaternidad. Es una decisi?n familiar y ya est?. Siempre est? la opci?n de un taxi, pero es m?s cara y no todos se lo pueden permitir. Buscarles de madrugada es c?modo para los hijos y nosotros ganamos en seguridad. Prefiero que mi hijo venga en mi coche a que se meta en el de un amigo que, quiz?, haya bebido alcohol”, admite.
"Me recuerda a cuando ?bamos a recogerles a las actividades extraescolares”
Al mismo tiempo, Casta?o insiste en que proteger a los hijos e hijas no significa sobreprotegerlos: “Si los proteges en exceso es que no sabes gestionar el miedo. Los padres y las madres tenemos que admitir ciertos riesgos. Educar es ir soltando a nuestros hijos. Para ello es b?sico la confianza mutua”.
Ansiedad y miedo
Ansiedad, miedo y competitividad, precisamente, son tres de los principales rasgos de la hiperpaternidad. Autora de ‘Hiperpaternidad’, Millet explica que el temor a que les suceda algo a los hijos es algo natural. “Viene de serie”, remata. Lo que hay que evitar, en su opini?n, es que el miedo domine la crianza y la educaci?n de los hijos. “Si no, nos volvemos locos. Hay que ir dando soluciones”, insiste. Respecto*los papijamas, la divulgadora, partidaria de horarios topes de retorno a casa, invita a los progenitores a organizar un taxi u otro tipo de transporte con amigos y amigas.
Mal dormir debido a la preocupaci?n hasta que tu hijo llega a casa ‘sano y salvo’ es otro fantasma que los progenitores deben combatir. Millet recuerda que dormir es fundamental para el bienestar. De hecho,*no hacerlo las horas suficientes acarrea serios problemas de salud.*“Condenar a cualquier persona a no dormir es una forma de tortura. Hay que encontrar f?rmulas para que eso no suceda”, concluye la divulgadora.
Jordi, que jam?s ejerci? de 'papijama' con su hija mayor porque esta nunca se lo pidi?, admite que no tiene problemas para dormir cuando sus hijas salen de noche. “Precauci?n, toda. Pero nunca miedo paralizante. Todos hemos sido j?venes. Si te mueres de miedo cada vez que tus hijos salen por la noche, no vives”, subraya el abogado, que s? admite que el factor género influye en los temores y que la opci?n del coche, cuando lo piden las propias chicas, también puede ser una salida contra la injusta tentaci?n de coartar su*libertad y autonom?a.
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