الريــم
11-11-2022, 09:56 AM
En la liga de las 'big tech' la identifican r?pido como la 'emprendedora del gorro de electrodos'. El dispositivo –Starstim se llama– busca paliar enfermedades como la epilepsia, la depresi?n o el alzhéimer a través de la estimulaci?n eléctrica transcraneal. La cocreadora es Ana Maiques (Valencia, 1972), CEO de Neuroelectrics, un 'spin-off' de Starlab Neuroscience Research fundado en Barcelona junto al f?sico y matem?tico Giulio Ruffini. Este viernes, la premio Goldman Sachs Most Exceptional Entrepreneurs 2022, cierra el Cornellà Creaci? F?rum. (Su gorro no faltar? a la cita).
?Qué es lo meritorio de su gorro?Desde que pensamos por primera vez en la neurociencia, hemos creado una tecnolog?a que est? presente en dos estudios cl?nicos de la FDA [Food and Drugs Administration, la agencia reguladora del Gobierno de Estados Unidos]. Uno en epilepsia y otro, en depresi?n. A?n no tenemos la aprobaci?n de la FDA, que permitir? su uso terapéutico, pero en las pruebas piloto con 200 pacientes de 25 hospitales norteamericanos hemos demostrado que podemos reducir en un 50% las crisis epilépticas en pacientes que no responden a la medicaci?n y que los enfermos de depresi?n mejoran.
"Podemos reducir en un 50% las crisis epilépticas en pacientes que no responden a la medicaci?n"
Medio millar de cient?ficos del Human Brain Project tratan sin éxito de cartografiar el cerebro desde 2013. ?C?mo aplicar soluciones sin mapa?Nosotros hacemos modelos matem?ticos del cerebro a nivel eléctrico, no qu?mico, y tratamos de entender c?mo las corrientes afectan a los pacientes. Tenemos la voluntad de encontrar un punto intermedio entre conocer al detalle c?mo funciona el cerebro humano y ayudar a los pacientes que lo necesitan hoy.?C?mo funciona eléctricamente el cerebro?Es como la red eléctrica de una ciudad. Tenemos 100 billones de neuronas que –también – se comunican eléctricamente y podemos modular con corrientes eléctricas la actividad cerebral de manera artificial. Los pacientes epilépticos, por ejemplo, tienen crisis porque una zona de su cerebro est? hiperexitada. Con el Starstim podemos ‘inyectar’ corrientes negativas para bajar esa excitaci?n.?Ha indagado en sus propias corrientes?No tengo ninguna patolog?a. Como compa??a nos tranquiliza trabajar con cerebros que no funcionan bien. Nos da miedo estimular a gente sana.
"Comenzar a jugar con el cerebro tiene consecuencias muy superiores a las de cualquier otra tecnolog?a"
?Su gorro puede 'volver' a alguien m?s listo?Eso pretende Elon Musk en Neuralink Corporation, que busca implantar chips en el cerebro y desarrollar interfaces cerebro-m?quina. A nuestra compa??a la orienta la ciencia y el impacto social, proteger a los pacientes. Comenzar a jugar con el cerebro tiene consecuencias muy superiores a las de cualquier otra tecnolog?a. Estamos viendo la influencia pol?tica que tienen las redes sociales, pero de Facebook o Twitter podemos salir. Imagine que no hubiera filtro.Alguna vez habl? usted de la aspiraci?n de 'copiar' el cerebro para subirlo a la nube. ?Se desdice?Pensamos que el futuro de nuestra tecnolog?a ser?n los 'neurotwins', copias digitales de nuestro cerebro de modo que se pueda simular la respuesta a un determinado tratamiento antes de administrarlo. Como un simulador de vuelo que permite a los pilotos enfrentarse a las dificultades sin riesgo. Ahora bien, la pregunta es: ?quién tendr? los datos? ?se podr?n vender a terceros?
"Los antidepresivos no ha cambiado mucho en 30 a?os. Los innovadores tenemos la obligaci?n de dar otras respuestas"
El cerebro es la caja negra.Ah? entra la neuroética. Hasta hablar con expertos en neuroética, yo pensaba que hac?a las cosas bien. Nadie de la FDA me hab?a preguntado si cuando estimulo a un paciente estoy alterando su autonom?a, identidad o agencia. ?Es posible que estimul?ndote pueda cambiar tu pensamiento o tu identidad? ?D?nde est? la frontera? La privacidad mental est? en juego. Los gobiernos deben empezar a pensar en la regulaci?n. Rafa Yuste, neurocient?fico de la Universidad de Columbia, promueve los neuroderechos universales. Chile es el primer pa?s del mundo que impulsa una legislaci?n frente a los riesgos de la neurotecnolog?a.No est? por el 'mejoramiento'.Nuestro objetivo es la prevenci?n en salud del cerebro. Si hubiera una tecnolog?a para hacerte m?s listo, ?quién tendr?a acceso? ?Los ricos se har?n m?s listos y lo pobres, m?s tontos? Hablé con la gente de Blue Origin [la empresa fundada por Jeff Bezos], que manda gente al espacio por un mill?n de d?lares. Eso tiene unas connotaciones graves para una compa??a. Espero que los humanos seamos suficientemente listos para evitar el control sobre nuestros cerebros. Lo que no puede ser es que las élites tecnol?gicas controlen nuestra manera de pensar. Ser?n las nuevas generaciones las que decidir?n cu?l ser? el umbral, que quiz? sea m?s bajo que el nuestro.Y mientras hay una hemorragia en el ?rea de salud mentalY el panorama de los antidepresivos no ha cambiado mucho en 30 a?os. Se necesita un abordaje nuevo a las enfermedades psiqui?tricas y neurodegenerativas. Los innovadores tenemos la obligaci?n de aportar nuevas nuevas maneras de interactuar con el cerebro. Ya sea con herramientas digitales como los videojuegos, la electroestimulaci?n o la tentativa de Silicon Valley de sintetizar LSD y otras dorgas psicodélicas contra la depresi?n.
أكثر... (https://www.sport.es/es/noticias/sociedad/ana-maiques-ceo-neuroelectrics-privacidad-78416045)
?Qué es lo meritorio de su gorro?Desde que pensamos por primera vez en la neurociencia, hemos creado una tecnolog?a que est? presente en dos estudios cl?nicos de la FDA [Food and Drugs Administration, la agencia reguladora del Gobierno de Estados Unidos]. Uno en epilepsia y otro, en depresi?n. A?n no tenemos la aprobaci?n de la FDA, que permitir? su uso terapéutico, pero en las pruebas piloto con 200 pacientes de 25 hospitales norteamericanos hemos demostrado que podemos reducir en un 50% las crisis epilépticas en pacientes que no responden a la medicaci?n y que los enfermos de depresi?n mejoran.
"Podemos reducir en un 50% las crisis epilépticas en pacientes que no responden a la medicaci?n"
Medio millar de cient?ficos del Human Brain Project tratan sin éxito de cartografiar el cerebro desde 2013. ?C?mo aplicar soluciones sin mapa?Nosotros hacemos modelos matem?ticos del cerebro a nivel eléctrico, no qu?mico, y tratamos de entender c?mo las corrientes afectan a los pacientes. Tenemos la voluntad de encontrar un punto intermedio entre conocer al detalle c?mo funciona el cerebro humano y ayudar a los pacientes que lo necesitan hoy.?C?mo funciona eléctricamente el cerebro?Es como la red eléctrica de una ciudad. Tenemos 100 billones de neuronas que –también – se comunican eléctricamente y podemos modular con corrientes eléctricas la actividad cerebral de manera artificial. Los pacientes epilépticos, por ejemplo, tienen crisis porque una zona de su cerebro est? hiperexitada. Con el Starstim podemos ‘inyectar’ corrientes negativas para bajar esa excitaci?n.?Ha indagado en sus propias corrientes?No tengo ninguna patolog?a. Como compa??a nos tranquiliza trabajar con cerebros que no funcionan bien. Nos da miedo estimular a gente sana.
"Comenzar a jugar con el cerebro tiene consecuencias muy superiores a las de cualquier otra tecnolog?a"
?Su gorro puede 'volver' a alguien m?s listo?Eso pretende Elon Musk en Neuralink Corporation, que busca implantar chips en el cerebro y desarrollar interfaces cerebro-m?quina. A nuestra compa??a la orienta la ciencia y el impacto social, proteger a los pacientes. Comenzar a jugar con el cerebro tiene consecuencias muy superiores a las de cualquier otra tecnolog?a. Estamos viendo la influencia pol?tica que tienen las redes sociales, pero de Facebook o Twitter podemos salir. Imagine que no hubiera filtro.Alguna vez habl? usted de la aspiraci?n de 'copiar' el cerebro para subirlo a la nube. ?Se desdice?Pensamos que el futuro de nuestra tecnolog?a ser?n los 'neurotwins', copias digitales de nuestro cerebro de modo que se pueda simular la respuesta a un determinado tratamiento antes de administrarlo. Como un simulador de vuelo que permite a los pilotos enfrentarse a las dificultades sin riesgo. Ahora bien, la pregunta es: ?quién tendr? los datos? ?se podr?n vender a terceros?
"Los antidepresivos no ha cambiado mucho en 30 a?os. Los innovadores tenemos la obligaci?n de dar otras respuestas"
El cerebro es la caja negra.Ah? entra la neuroética. Hasta hablar con expertos en neuroética, yo pensaba que hac?a las cosas bien. Nadie de la FDA me hab?a preguntado si cuando estimulo a un paciente estoy alterando su autonom?a, identidad o agencia. ?Es posible que estimul?ndote pueda cambiar tu pensamiento o tu identidad? ?D?nde est? la frontera? La privacidad mental est? en juego. Los gobiernos deben empezar a pensar en la regulaci?n. Rafa Yuste, neurocient?fico de la Universidad de Columbia, promueve los neuroderechos universales. Chile es el primer pa?s del mundo que impulsa una legislaci?n frente a los riesgos de la neurotecnolog?a.No est? por el 'mejoramiento'.Nuestro objetivo es la prevenci?n en salud del cerebro. Si hubiera una tecnolog?a para hacerte m?s listo, ?quién tendr?a acceso? ?Los ricos se har?n m?s listos y lo pobres, m?s tontos? Hablé con la gente de Blue Origin [la empresa fundada por Jeff Bezos], que manda gente al espacio por un mill?n de d?lares. Eso tiene unas connotaciones graves para una compa??a. Espero que los humanos seamos suficientemente listos para evitar el control sobre nuestros cerebros. Lo que no puede ser es que las élites tecnol?gicas controlen nuestra manera de pensar. Ser?n las nuevas generaciones las que decidir?n cu?l ser? el umbral, que quiz? sea m?s bajo que el nuestro.Y mientras hay una hemorragia en el ?rea de salud mentalY el panorama de los antidepresivos no ha cambiado mucho en 30 a?os. Se necesita un abordaje nuevo a las enfermedades psiqui?tricas y neurodegenerativas. Los innovadores tenemos la obligaci?n de aportar nuevas nuevas maneras de interactuar con el cerebro. Ya sea con herramientas digitales como los videojuegos, la electroestimulaci?n o la tentativa de Silicon Valley de sintetizar LSD y otras dorgas psicodélicas contra la depresi?n.
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