الريــم
11-10-2022, 12:22 PM
El ?ltimo misil lanzado el miércoles por la ma?ana por Corea del Norte acerca la cosecha anual de artefactos lanzados a la sesentena. Una marca sensacional incluso para los par?metros norcoreanos. En 2017, cuando Pionyang y Washington se cruzaban amenazas diarias de destrucci?n inminente, fueron 27. A continuaci?n, la escalada de lanzamientos contextualizada en claves.
1. Sobrevolar Jap?n
Un misil reciente lanzado por Corea del Norte volvi? a sobrevolar Jap?n tras cinco a?os y oblig? a sus ciudadanos a correr hacia los refugios. D?as después eran los vecinos de una isla al sur del paralelo 38 los que se proteg?an de un misil que cay? m?s all? de la frontera mar?tima del norte. También ha sido detectado un misil intercontinental o ICBM, con presunta capacidad para golpear Estados Unidos. Los expertos intuyen el séptimo ensayo nuclear a la vuelta de la esquina.
2. Respuesta a las maniobras militares
Las enésimas maniobras militares en su patio trasero son la explicaci?n m?s inmediata del lanzamiento de misiles por parte de Pionyang. Son ejecutadas varias veces al a?o por Estados Unidos, Corea del Sur y Jap?n, juntos o por separado, por tierra, mar y aire. La tensi?n en la pen?nsula siempre coincide con maniobras que Pyonyang juzga como ensayos de invasi?n. El despliegue de las de la semana pasada carec?a de precedentes en un lustro. Fueron bautizadas como 'Vigilant Storm' en un gui?o a aquella 'Desert Storm' que capitane? Estados Unidos en Irak en los noventa. Es costumbre que Corea del Norte responda a las maniobras con misiles, que el otro bando las prorrogue como represalia y que ambos bandos se acusen durante semanas de azuzar la tensi?n.
3. Llamada de atenci?n
Un pa?s del Extremo Oriente con 24 millones de habitantes y un PIB rid?culo no coleccionar?a portadas globales sin un refinado dominio de la escena y de los tiempos. Pionyang suma décadas atrayendo los focos pero la guerra en Ucrania le ha dificultado la tarea. La soluci?n pasa por subir los decibelios. La Casa Blanca es la principal destinataria del mensaje porque a Joe Biden se le intuye sobrepasado por la agenda nacional e internacional y no le gustar?a a Pionyang eternizarse en la carpeta de asuntos pendientes. También va dirigido hacia la Casa Azul. El nuevo presidente surcoreano, Yoon Suk Yeol, ha terminado con la admirable paciencia de su predecesor, Moon Jae-in, que hab?a hecho de la paz en la pen?nsula su misi?n vital. Yook anticipa un periodo fragoroso en la pen?nsula y Kim Jong-un marca la l?nea.
4. Postura de fuerza
El regreso de la normalidad cierra el paréntesis del coronavirus y reinicia un ciclo conocido que tiene a Washington como objetivo. La "paciencia estratégica" de Obama persegu?a el estrangulamiento econ?mico de Pionyang y fue calamitosa. Le dio el tiempo necesario para desarrollar con tranquilidad su programa misil?stico y a Trump, su sucesor, le toc? lidiar con los ICBM, la meta de la carrera norcoreana. Después de amenazar con borrar del mapa al pa?s se dej? vencer por la 'realpolitik' y otorg? la igualdad de condiciones a Kim en la mesa de negociaciones. Biden ha heredado la v?a del di?logo, la ?nica posible, pero sus invitaciones a Kim Jong-un a hablar cu?ndo y d?nde quiera, Pionyang incluido, han sido deso?das. Con Biden, como con Trump, Corea del Norte est? mostrando su arsenal antes de acercarse a negociar desde una posici?n de fuerza.
5. Un exceso de stock
Los almacenes militares se antojaban atiborrados tras la inactividad forzosa. Primero fueron los a?os de negociaciones por la desnuclearizaci?n con Donald Trump y después los del coronavirus. Apenas se lanzaron cuatro en 2020 y ocho en 2021 hasta que este a?o llegara el frenes?. La fabricaci?n de una bomba nuclear es factible en un laboratorio bajo tierra pero la carrera misil?stica exige el método de prueba-error y m?s cuando los simuladores norcoreanos, se?alan los expertos, no son fiables. La crisis actual permite comprobar si funcionan los avances que los ingenieros plasmaron en los planos.
6. Sanciones in?tiles
Los misiles acreditan la inutilidad de las sanciones. El pa?s m?s castigado del mundo es también el que con m?s terquedad lo desaf?a. Es un debate recurrente la asistencia internacional que recibe el arsenal norcoreano y es probable que el misil recogido recientemente por Corea del Sur de sus aguas ayude a descifrar el misterio. Otro proyectil recuperado una década atr?s se asemejaba a una convenci?n de la ONU: all? concurr?an piezas suizas, brit?nicas, estadounidenses, chinas y rusas.
أكثر... (https://www.sport.es/es/noticias/internacional/frenesi-norcoreano-lanzar-misiles-claves-78374186)
1. Sobrevolar Jap?n
Un misil reciente lanzado por Corea del Norte volvi? a sobrevolar Jap?n tras cinco a?os y oblig? a sus ciudadanos a correr hacia los refugios. D?as después eran los vecinos de una isla al sur del paralelo 38 los que se proteg?an de un misil que cay? m?s all? de la frontera mar?tima del norte. También ha sido detectado un misil intercontinental o ICBM, con presunta capacidad para golpear Estados Unidos. Los expertos intuyen el séptimo ensayo nuclear a la vuelta de la esquina.
2. Respuesta a las maniobras militares
Las enésimas maniobras militares en su patio trasero son la explicaci?n m?s inmediata del lanzamiento de misiles por parte de Pionyang. Son ejecutadas varias veces al a?o por Estados Unidos, Corea del Sur y Jap?n, juntos o por separado, por tierra, mar y aire. La tensi?n en la pen?nsula siempre coincide con maniobras que Pyonyang juzga como ensayos de invasi?n. El despliegue de las de la semana pasada carec?a de precedentes en un lustro. Fueron bautizadas como 'Vigilant Storm' en un gui?o a aquella 'Desert Storm' que capitane? Estados Unidos en Irak en los noventa. Es costumbre que Corea del Norte responda a las maniobras con misiles, que el otro bando las prorrogue como represalia y que ambos bandos se acusen durante semanas de azuzar la tensi?n.
3. Llamada de atenci?n
Un pa?s del Extremo Oriente con 24 millones de habitantes y un PIB rid?culo no coleccionar?a portadas globales sin un refinado dominio de la escena y de los tiempos. Pionyang suma décadas atrayendo los focos pero la guerra en Ucrania le ha dificultado la tarea. La soluci?n pasa por subir los decibelios. La Casa Blanca es la principal destinataria del mensaje porque a Joe Biden se le intuye sobrepasado por la agenda nacional e internacional y no le gustar?a a Pionyang eternizarse en la carpeta de asuntos pendientes. También va dirigido hacia la Casa Azul. El nuevo presidente surcoreano, Yoon Suk Yeol, ha terminado con la admirable paciencia de su predecesor, Moon Jae-in, que hab?a hecho de la paz en la pen?nsula su misi?n vital. Yook anticipa un periodo fragoroso en la pen?nsula y Kim Jong-un marca la l?nea.
4. Postura de fuerza
El regreso de la normalidad cierra el paréntesis del coronavirus y reinicia un ciclo conocido que tiene a Washington como objetivo. La "paciencia estratégica" de Obama persegu?a el estrangulamiento econ?mico de Pionyang y fue calamitosa. Le dio el tiempo necesario para desarrollar con tranquilidad su programa misil?stico y a Trump, su sucesor, le toc? lidiar con los ICBM, la meta de la carrera norcoreana. Después de amenazar con borrar del mapa al pa?s se dej? vencer por la 'realpolitik' y otorg? la igualdad de condiciones a Kim en la mesa de negociaciones. Biden ha heredado la v?a del di?logo, la ?nica posible, pero sus invitaciones a Kim Jong-un a hablar cu?ndo y d?nde quiera, Pionyang incluido, han sido deso?das. Con Biden, como con Trump, Corea del Norte est? mostrando su arsenal antes de acercarse a negociar desde una posici?n de fuerza.
5. Un exceso de stock
Los almacenes militares se antojaban atiborrados tras la inactividad forzosa. Primero fueron los a?os de negociaciones por la desnuclearizaci?n con Donald Trump y después los del coronavirus. Apenas se lanzaron cuatro en 2020 y ocho en 2021 hasta que este a?o llegara el frenes?. La fabricaci?n de una bomba nuclear es factible en un laboratorio bajo tierra pero la carrera misil?stica exige el método de prueba-error y m?s cuando los simuladores norcoreanos, se?alan los expertos, no son fiables. La crisis actual permite comprobar si funcionan los avances que los ingenieros plasmaron en los planos.
6. Sanciones in?tiles
Los misiles acreditan la inutilidad de las sanciones. El pa?s m?s castigado del mundo es también el que con m?s terquedad lo desaf?a. Es un debate recurrente la asistencia internacional que recibe el arsenal norcoreano y es probable que el misil recogido recientemente por Corea del Sur de sus aguas ayude a descifrar el misterio. Otro proyectil recuperado una década atr?s se asemejaba a una convenci?n de la ONU: all? concurr?an piezas suizas, brit?nicas, estadounidenses, chinas y rusas.
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