Juan Echanove: "Las redes sociales est?n acabando con el sentido del humor"

[الريــم]

Fue Francisco Franco en Madregilda, Trujillo en La fiesta del chivo y ahora, en Ser o no ser incorpora a un actor que se disfraza de nazi por exigencias de su gui?n... ?Qué tienen los dictadores y sus alrededores que tanto parecen fascinarle?Yo no voy buscando fascistas, no, no... Lo que s? puedo decir es que nunca pongo en duda la dimensi?n social, humana y pol?tica de estos personajes; nunca los he utilizado para mandar mi mensaje, sino que me he limitado a interpretarlos.Hace unos meses estuvo en La Roca (laSexta) y vivi? un momento muy emocionante con el testimonio de una intérprete ucraniana que estaba viviendo literalmente las peripecias de Ser o no ser. Ustedes montaron esta funci?n antes de la invasi?n de Ucrania, pero sugongo que la guerra lo habr? redimensionado todo, habr? hecho que lo vivan ustedes todo de una manera m?s ?ntima y emotiva.Que en Kiev haya compa?eras y compa?eros que viven la misma situaci?n de la obra a d?a de hoy, en el siglo XXI, es algo lamentable. Hitler invadi? Polonia y Putin ha invadido Ucrania. Es lo mismo, sigue pasando. Somos un mundo c?clico, somos un planeta esférico, damos vueltas y siempre terminamos volviendo a las mismas cosas. Lo que ocurri? en los a?os 20 y 30 del siglo XX es exactamente lo que est? ocurriendo ahora, no hemos evolucionado nada.Ser o no ser reivindica el poder del teatro. ?D?nde radica su utilidad ahora mismo, en estos momentos?Si el teatro no fuera un servicio ?til, habr?a desaparecido hace mil a?os. El teatro, en todos sus formatos, en comedia, en drama, l?rico, recitales, siempre tiene una raz?n de ser, una raz?n para levantar el tel?n. Y esa raz?n vincula al espectador y le hace reflexionar; incluso si le mata de risa durante dos horas como es el caso de Ser o no ser. Da igual el veh?culo con el que le conduzcas, pero al final la reflexi?n se impone.También la obra reivindica el poder del humor frente al horror, aunque, a veces, sea dif?cil mantener una actitud c?mica ante lo que nos aplasta diariamente. ?C?mo no caer en el des?nimo? Yo, por ejemplo, procuro vivir lo m?s lejos que puedo de las redes sociales, porque creo que est?n acabando con el sentido del humor, haciendo que su recorrido sea cada vez m?s corto. De vez en cuando utilizo Instagram como veh?culo de comunicaci?n y de diversi?n, pero vivo alejado de Twitter, de Facebook y de todas esas redes que est?n construyendo un modelo social con el que no estoy de acuerdo.Ahora Twitter tiene a su propio dictador, el megamillonario Elon Musk, que ya est? imponiendo su ley en la hasta ahora bastante libre red de microblogging.Todos estos megal?manos s?lo piensan en su beneficio mientras la gente pasa necesidades. Y creo que se ha permitido llegar a esta situaci?n, con payasos de tres al cuarto como Elon Musk, porque tienen el apoyo popular de gente que renunci? a la cultura. Y han ganado tanto dinero en la pandemia que todo ya les da lo mismo, pero son muy peligrosos: desde sus plataformas consiguen manipular y torcer el signo de muchos gobiernos de muchas partes del mundo.Ante ello, el humor, ?es un escudo o una espada?El humor es el humor. Es lo que define al ser humano m?s interesante, el que tiene la capacidad de re?rse de s? mismo y de poner también su puntilla en la piel de los dem?s. ?Cu?l es el l?mite del humor? Perder la empat?a con la persona con la que est?s jugando. El humor en el que yo me he formado es el que tiene que ver con Chumy Ch?mez, con Summers, que son verdaderos artistas... Pero si ahora el humor es ver c?mo un gato toca un piano de una manera trucada... A m? eso no me hace ni pu?etera gracia. A m? me interesa la brillantez del humor, como la de Lubitsch en Ser o no ser.Por cierto, ?ha visto muchas veces la pel?cula Ser o no ser?S?, porque siempre me ha entusiasmado. Pero he seguido el sistema que empleé cuando dirig? la adaptaci?n teatral de El verdugo: cuando me propusieron el proyecto no volv? a ver la pel?cula. No es que no me quiera mediatizar ni nada por el estilo, pero t? tienes que poner tu mente a trabajar para construir espacios y escenas teatrales, y eso no te lo va a dar una pel?cula.Quiz?s ahora, tan interesado en su faceta como director, podr?a iniciar carrera como dramaturgo. No, por ahora no necesito contar una historia escrita por m?. Hay mucho teatro que hacer que requiere adaptaci?n. Adem?s, lo bueno que tiene el teatro es que puedes jugar con un t?tulo como El alcalde de Zalamea y siempre ser? interesante porque la obra puede tener cada vez connotaciones y lecturas distintas a las de su estreno.Antes de estrenar Ser o no ser, estuvo a punto de retirarse un tiempo de las tablas y limitarse a la direcci?n. ?Por qué? Ven?amos de hacer La fiesta del chivo en plena pandemia, algo que fue complicad?simo, y, adem?s, yo estaba verdaderamente tocado porque ve?a que mi colectivo profesional estaba herido de muerte y parec?a que a nadie le importaba, ni le interesaba. Trabajar para aforos reducidos a veces al 30 por ciento, con el p?blico enmascarado... Hubo un momento en que me dije: «Estoy harto, estoy harto de no estar en mi casa con mi gente. Llevo 44 a?os en esto, sin parar de trabajar, he dado m?s de 20 veces la vuelta a Espa?a»... Y fue Luc?a Quintana [su compa?era de reparto en Ser o no ser] quien me propuso que siguiera el mismo elenco de La fiesta del chivo y que recuper?ramos el proyecto de Ser o no ser, en el que Bernardo llev?bamos a?os. Y aqu? estamos.Lo que s? tiene claro es que ya no se va a dirigir m?s.Si puedo evitarlo, lo evitaré. Porque cuando me dirijo a m? mismo me quedo sin el premio final del director: ver el resultado final de su montaje. O es que quiz?s el Echanove actor y el Echanove director no se llavan demasiado bien...La verdad es que es un co?azo trabajar con el Echanove director, es m?s exigente con el Echanove actor que con los dem?s, no le deja vivir, le tiene absorbido todo el d?a [Risas].Pasada ya la pandemia, ?en qué situaci?n ha quedado el sector teatral?En una situaci?n muy delicada. Los teatros p?blicos cada vez programan menos d?as, parece ser que el teatro es una cosa de fin de semana y en el mejor de los casos se programa cuatro veces al mes. En este momento, es todo un triunfo que una compa??a que debuta en Madrid con un espect?culo tenga 25 bolos, cuando antes har?a del orden de 350. Es cierto que hay una oferta enorme para actores y actrices dentro del audiovisual, pero quitando a los intérpretes protagonistas, la mayor?a son trabajos de un d?a; as? que muchos s?lo tienen 3 ? 4 sesiones de trabajo al a?o. La verdad es que me sigue pareciendo que todos los que se dedican a esta profesi?n son verdaderos héroes.



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