الريــم
11-09-2022, 01:01 PM
Al lado de una fotograf?a del papa Francisco, en un colch?n sucio tirado en el suelo, duerme un joven senegalés que se jug? la vida para coger naranja en València. Migr? con el objetivo de llegar a tiempo para la temporada de c?tricos, para ponerse a trabajar y labrarse un futuro. Como fuera.
Ese 'como fuera' significa que ahora duerme en un aula de un colegio cat?lico abandonado cerca del centro de València. En la esquina de la habitaci?n hay una peque?a biblioteca con libros hojeados por curiosiad. Papeles, un ordenador, pizarras y hasta fotocopiadora. Al lado de la cama vac?a un bocata de jam?n de alguien que ha salido a ganarse la vida por una miseria.Son invisibles. Y son quince; vienen de Mali, Gambia y Senegal. Ni servicios sociales sab?a de su existencia hasta ahora a pesar de que llevan tres meses malviviendo all?. Los vecinos consultados tampoco tienen queja ni sab?an de ello. Fuentes del ayuntamiento explican que este mismo miércoles mandar?n a personal para darles asistencia.
Pero eso no es lo que m?s preocupa. El colegio, sobre todo en la segunda planta, tiene grietas en las que se podr?an meter dos dedos. Mohamed Mboirick, portavoz de la Uni?n Africana de Espa?a denuncia que "hay que hacer algo antes de que ocurra una desgracia".
El colegio tiene tres habitaciones con los marcos reventados al forzar las puertas. Parece que, un buen d?a, todo el mundo se fue y dej? las salas tal y como estaban todav?a est? lleno de archivos, documentos, y pizarras con eventos pasados organizados por la comunidad, incluso folletos, dibujos y noticias colgados de las paredes. De hecho, los migrantes a penas han tocado nada, solo han echado sus colchones al suelo.
Al parecer se trata de una escuela construida en los a?os 60 que después se reconvirti? en un centro para las juventudes cat?licas y después se abandon?. Aunque por el momento el arzobispado de València no ha podido confirmar este extremo.
En el piso de abajo hay otros dos colchones echados, en lo que alguna vez fueron unos ba?os p?blicos, pero que ahora est?n completamente llenos de suciedad con una puerta que ni siquiera ya cierra. Lo ?nico que hay son bolsas de pl?stico, alg?n producto de limpieza y dos pares de zapatillas de alguien.
https://uc-4u.com/clip/dddb307d-d35d-46c6-8c78-6ef2a1042b19_16-9-aspect-ratio_default_0.jpg Valencia. Un antiguo colegio abandonado en la calle Pablo Melendez sirve de refugio para un grupo de migrantes africanos. | Fernando Bustamante
Nadie sab?a de ellos hasta hace nada, salvo un vecino del barrio que advirti? de la situaci?n. Este vecino lleva semanas dando agua y alimento a los temporeros, les lava la ropa en su casa y es quien guarda el pasaporte y otra documentaci?n (que lo es todo para estas personas) en su casa, el lugar m?s seguro posible para alguien que no tiene ni un techo decente.
Vidas temporeras
La mayor?a de estas personas son n?madas, y casi nadie lleg? directamente desde ?frica a València. "La mayor?a llegan de Zaragoza o Lleida, de otras temporadas en el campo. Ahora se han trasladado aqu? porque dentro de nada empiezan la de la naranja en València", cuenta Mboirick.
Todos menos uno. Un hombre senegalés que decidi? migrar desde su pa?s y arriesgar la vida en el Mediterr?neo con el plan de conseguir trabajo en València, en la naranja. "Esta gente casi nunca est?n aqu?, siempre estén en la calle busc?ndose la vida como sea y d?nde sea, unos en el campo, otros en la chatarra y el resto haciendo chapuzas o currando donde les paguen", cuenta Mboirick.
https://uc-4u.com/clip/207c7a47-9fa8-4003-9f74-c293e082e7da_16-9-aspect-ratio_default_0.jpg Valencia. Un antiguo colegio abandonado en la calle Pablo Melendez sirve de refugio para un grupo de migrantes africanos. | Fernando Bustamante
La raz?n es sencilla: no tienen otra opci?n. El actual reglamento de extranjer?a les impide acceder a un permiso de trabajo, y tampoco a papeles ni residencia en un tiempo que normalmente es de tres a?os (cuando la gran mayor?a consiguen el arraigo social), as? que se ven abocados a trabajos que rallan la esclavitud y muy mal pagados.
"Normalmente van saltando de ciudad en ciudad en funci?n de la temporada en el campo. Zaragoza, Lleida, Barcelona, Valencia, M?laga... Van probando donde les pueden dar trabajo hasta que consiguen algo m?s fijo en alg?n lugar. Fijo puede significar en un taller como mec?nico aunque sea sin papeles. Pero es algo m?s estable. Entonces es cuando se quedan e intentan echar ra?ces en alg?n sitio donde tengan alguna oportunidad", explica el portavoz de la Uni?n Africana.
Las condiciones del trabajo en el campo rallan la esclavitud, pero como remarca el representante de la Uni?n Africana "son personas que se mueven por lo que haga falta porque no tienen otra".
Mboirick explica que hay unos tres asentamientos bastante conocidos entre la comunidad migrante y temporera en València, son como una especie de puntos de paso. "Quienes vienen de Zaragoza o Lleida acuden directamente a estos sitios para vivir ah? durante las semanas que dure la temporada y luego irse. También son lugares abandonados, como este, donde evidentemente las personas no est?n como deber?an", explica.
https://uc-4u.com/clip/36f6a17e-55d9-4d4d-b24a-7e45c3e48037_16-9-aspect-ratio_default_0.jpg Valencia. Un antiguo colegio abandonado en la calle Pablo Melendez sirve de refugio para un grupo de migrantes africanos. | Fernando Bustamante
Antes eran cuatro asentamientos, uno de ellos una nave abandonada muy pr?xima al municipio de Tavernes Blanques (y muy pr?ximo también a grandes extensiones de campo). Pero esta nave sufri? un incendio, adem?s durante la noche, con los migrantes dentro. Felizmente no hubo ning?n herido, pero la polic?a acab? por clausurar el recinto y derrumbar lo que quedaba de aquella nave.
"La Garrofera sigue igual"
La Garrofera es el nombre por el que se conoce popularmente a una f?brica de leche abandonada a las afueras de València. Este es uno de los puntos de paso de temporeros que vienen a València. Durante todo el a?o suele tener una treintena de migrantes malviviendo all?. En febrero este lugar salt? a los titulares por la muerte de Abraham y Richard, dos temporeros de Ghana que murieron, uno por c?ncer hep?tico y otro por causas que a?n se desconocen, mientras dorm?an a la intemperie.
Mboirick sigue yendo regularmente a este asentamiento para ofrecer agua, comida, y compa??a a los africanos que siguen residiendo all?. Denuncia que est? muy descontento con la pol?tica llevada a cabo por el ayuntamiento de València, y m?s en un caso tan grave. "Viven las mismas personas que estaban cuando ocurri? lo de Richard y Abraham. Las mismas. Ninguna ha salido de all?, siguen en esa situaci?n tan lamentable", reivindica.
Las visitas de los trabajadores sociales son peri?dicas y a muchos se les ha tramitado ayudas como la Renta Valenciana de Inclusi?n, seg?n un informe del ayuntamiento al que ha tenido acceso este peri?dico. Pero esa intervenci?n no ha parecido servir de mucho cuando se trata de las mismas personas que, nueve meses después, siguen en la misma situaci?n de sinhogarismo y en condiciones de explotaci?n laboral.
Aunque ya lo reivindic? con los fallecimientos, la Uni?n Africana vuelve a hacerlo. "Servicios Sociales saca pecho de un albergue para gatos que cre? recientemente, pero tenemos decenas de temporeros en la calle malviviendo en condiciones de miseria y ni siquiera se ha planteado en el consistorio hacer algo con eso. Tenemos albergues para gatos, pero no albergues para personas".
أكثر... (https://www.sport.es/es/noticias/sociedad/quince-migrantes-africanos-malviven-colegio-78329882)
Ese 'como fuera' significa que ahora duerme en un aula de un colegio cat?lico abandonado cerca del centro de València. En la esquina de la habitaci?n hay una peque?a biblioteca con libros hojeados por curiosiad. Papeles, un ordenador, pizarras y hasta fotocopiadora. Al lado de la cama vac?a un bocata de jam?n de alguien que ha salido a ganarse la vida por una miseria.Son invisibles. Y son quince; vienen de Mali, Gambia y Senegal. Ni servicios sociales sab?a de su existencia hasta ahora a pesar de que llevan tres meses malviviendo all?. Los vecinos consultados tampoco tienen queja ni sab?an de ello. Fuentes del ayuntamiento explican que este mismo miércoles mandar?n a personal para darles asistencia.
Pero eso no es lo que m?s preocupa. El colegio, sobre todo en la segunda planta, tiene grietas en las que se podr?an meter dos dedos. Mohamed Mboirick, portavoz de la Uni?n Africana de Espa?a denuncia que "hay que hacer algo antes de que ocurra una desgracia".
El colegio tiene tres habitaciones con los marcos reventados al forzar las puertas. Parece que, un buen d?a, todo el mundo se fue y dej? las salas tal y como estaban todav?a est? lleno de archivos, documentos, y pizarras con eventos pasados organizados por la comunidad, incluso folletos, dibujos y noticias colgados de las paredes. De hecho, los migrantes a penas han tocado nada, solo han echado sus colchones al suelo.
Al parecer se trata de una escuela construida en los a?os 60 que después se reconvirti? en un centro para las juventudes cat?licas y después se abandon?. Aunque por el momento el arzobispado de València no ha podido confirmar este extremo.
En el piso de abajo hay otros dos colchones echados, en lo que alguna vez fueron unos ba?os p?blicos, pero que ahora est?n completamente llenos de suciedad con una puerta que ni siquiera ya cierra. Lo ?nico que hay son bolsas de pl?stico, alg?n producto de limpieza y dos pares de zapatillas de alguien.
https://uc-4u.com/clip/dddb307d-d35d-46c6-8c78-6ef2a1042b19_16-9-aspect-ratio_default_0.jpg Valencia. Un antiguo colegio abandonado en la calle Pablo Melendez sirve de refugio para un grupo de migrantes africanos. | Fernando Bustamante
Nadie sab?a de ellos hasta hace nada, salvo un vecino del barrio que advirti? de la situaci?n. Este vecino lleva semanas dando agua y alimento a los temporeros, les lava la ropa en su casa y es quien guarda el pasaporte y otra documentaci?n (que lo es todo para estas personas) en su casa, el lugar m?s seguro posible para alguien que no tiene ni un techo decente.
Vidas temporeras
La mayor?a de estas personas son n?madas, y casi nadie lleg? directamente desde ?frica a València. "La mayor?a llegan de Zaragoza o Lleida, de otras temporadas en el campo. Ahora se han trasladado aqu? porque dentro de nada empiezan la de la naranja en València", cuenta Mboirick.
Todos menos uno. Un hombre senegalés que decidi? migrar desde su pa?s y arriesgar la vida en el Mediterr?neo con el plan de conseguir trabajo en València, en la naranja. "Esta gente casi nunca est?n aqu?, siempre estén en la calle busc?ndose la vida como sea y d?nde sea, unos en el campo, otros en la chatarra y el resto haciendo chapuzas o currando donde les paguen", cuenta Mboirick.
https://uc-4u.com/clip/207c7a47-9fa8-4003-9f74-c293e082e7da_16-9-aspect-ratio_default_0.jpg Valencia. Un antiguo colegio abandonado en la calle Pablo Melendez sirve de refugio para un grupo de migrantes africanos. | Fernando Bustamante
La raz?n es sencilla: no tienen otra opci?n. El actual reglamento de extranjer?a les impide acceder a un permiso de trabajo, y tampoco a papeles ni residencia en un tiempo que normalmente es de tres a?os (cuando la gran mayor?a consiguen el arraigo social), as? que se ven abocados a trabajos que rallan la esclavitud y muy mal pagados.
"Normalmente van saltando de ciudad en ciudad en funci?n de la temporada en el campo. Zaragoza, Lleida, Barcelona, Valencia, M?laga... Van probando donde les pueden dar trabajo hasta que consiguen algo m?s fijo en alg?n lugar. Fijo puede significar en un taller como mec?nico aunque sea sin papeles. Pero es algo m?s estable. Entonces es cuando se quedan e intentan echar ra?ces en alg?n sitio donde tengan alguna oportunidad", explica el portavoz de la Uni?n Africana.
Las condiciones del trabajo en el campo rallan la esclavitud, pero como remarca el representante de la Uni?n Africana "son personas que se mueven por lo que haga falta porque no tienen otra".
Mboirick explica que hay unos tres asentamientos bastante conocidos entre la comunidad migrante y temporera en València, son como una especie de puntos de paso. "Quienes vienen de Zaragoza o Lleida acuden directamente a estos sitios para vivir ah? durante las semanas que dure la temporada y luego irse. También son lugares abandonados, como este, donde evidentemente las personas no est?n como deber?an", explica.
https://uc-4u.com/clip/36f6a17e-55d9-4d4d-b24a-7e45c3e48037_16-9-aspect-ratio_default_0.jpg Valencia. Un antiguo colegio abandonado en la calle Pablo Melendez sirve de refugio para un grupo de migrantes africanos. | Fernando Bustamante
Antes eran cuatro asentamientos, uno de ellos una nave abandonada muy pr?xima al municipio de Tavernes Blanques (y muy pr?ximo también a grandes extensiones de campo). Pero esta nave sufri? un incendio, adem?s durante la noche, con los migrantes dentro. Felizmente no hubo ning?n herido, pero la polic?a acab? por clausurar el recinto y derrumbar lo que quedaba de aquella nave.
"La Garrofera sigue igual"
La Garrofera es el nombre por el que se conoce popularmente a una f?brica de leche abandonada a las afueras de València. Este es uno de los puntos de paso de temporeros que vienen a València. Durante todo el a?o suele tener una treintena de migrantes malviviendo all?. En febrero este lugar salt? a los titulares por la muerte de Abraham y Richard, dos temporeros de Ghana que murieron, uno por c?ncer hep?tico y otro por causas que a?n se desconocen, mientras dorm?an a la intemperie.
Mboirick sigue yendo regularmente a este asentamiento para ofrecer agua, comida, y compa??a a los africanos que siguen residiendo all?. Denuncia que est? muy descontento con la pol?tica llevada a cabo por el ayuntamiento de València, y m?s en un caso tan grave. "Viven las mismas personas que estaban cuando ocurri? lo de Richard y Abraham. Las mismas. Ninguna ha salido de all?, siguen en esa situaci?n tan lamentable", reivindica.
Las visitas de los trabajadores sociales son peri?dicas y a muchos se les ha tramitado ayudas como la Renta Valenciana de Inclusi?n, seg?n un informe del ayuntamiento al que ha tenido acceso este peri?dico. Pero esa intervenci?n no ha parecido servir de mucho cuando se trata de las mismas personas que, nueve meses después, siguen en la misma situaci?n de sinhogarismo y en condiciones de explotaci?n laboral.
Aunque ya lo reivindic? con los fallecimientos, la Uni?n Africana vuelve a hacerlo. "Servicios Sociales saca pecho de un albergue para gatos que cre? recientemente, pero tenemos decenas de temporeros en la calle malviviendo en condiciones de miseria y ni siquiera se ha planteado en el consistorio hacer algo con eso. Tenemos albergues para gatos, pero no albergues para personas".
أكثر... (https://www.sport.es/es/noticias/sociedad/quince-migrantes-africanos-malviven-colegio-78329882)