الريــم
11-09-2022, 01:01 PM
El t?tulo oficial es 'Ley de derechos parentales en educaci?n' pero se ha popularizado por el nombre que le dieron los cr?ticos: "No digas gay". Es una polémica norma por la que Florida, entre otras cosas, proh?be la*ense?anza y discusi?n sobre orientaci?n sexual e identidad de género para alumnos*hasta los 8 o 9 a?os y la limita para los de cualquier edad seg?n el subjetivo par?metro de lo que se considere "apropiado".*El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, denunci? que estaba "llena de odio".
Dem?cratas, activistas y grandes empresas, incluyendo Disney, una fuerza en el estado, se opusieron y la criticaron ferozmente; alertaron de sus peligros y, como muchos ciudadanos de a pie, prometieron combatirla. Para Ron DeSantis, el gobernador que estamp? henchido de orgullo su firma en el texto, fue, simplemente, otra victoria.
Estrella republicana
Con esa ley, solo una de las medidas con las que Florida est? atacando y recortando los derechos conquistados por la comunidad LGTBI+,*DeSantis sigui? ciment?ndose como la estrella republicana de m?s peso en las guerras culturales*que desde que*Donald Trump*pas? por la presidencia han tomado lugar central en la vida pol?tica de los estadounidenses. Nada en la agenda del gobernador escapa de las posiciones m?s reaccionarias que ha abrazado la derecha en cuestiones como el aborto, los derechos de voto, la raza o la inmigraci?n, o la lucha contra la pandemia de covid. Y con ese radicalismo ha arrasado en las elecciones de medio mandato, convirtiéndose en el*m?ximo competidor del expresidente en su m?s que probable carrera presidencial.
Acaba de firmar la ley llamada "no digas gay", por la que en unos casos proh?be y en otros restringe hablar en las escuelas de diversidad sexual y de género
La de DeSantis es una batalla ideol?gica que se libra en ese terreno conocido en que los conservadores claman a favor de la "libertad" y contra el "socialismo", el "marxismo" y la "izquierda radical"*–dialéctica de la que también beben el ayusismo y Vox–. Pero el gobernador, que presume de haber hecho a Florida "el estado m?s libre" y "la vanguardia de la libertad", ha puesto detr?s de proclamas y guerras culturales el peso del poder estatal y la acci?n ejecutiva. Y ha pasado a encarnar lo que uno de sus aliados defini? en ‘The New York Times’ como "trumpismo competente".*
Anti-LGTBI
DeSantis, por ejemplo,*ha vetado a las deportistas transgénero en institutos y universidades*y recientemente emiti? una proclamaci?n (sin m?s valor que simb?lico) en que no reconoc?a la reciente victoria de la nadadora Lia Thomas en los campeonatos universitarios. También ha apoyado legislaci?n que*criminaliza a quienes prestan a menores servicios médicos*como terapia hormonal y da*inmunidad*a médicos y aseguradoras que se*niegan a prestar atenci?n a la comunidad LGTBI*por “creencias religiosas, éticas o morales”.*Vet? también dar fondos para prestar asistencia psicol?gica*a los supervivientes de la*matanza en el club gay Pulse.
DeSantis ha vetado a las deportistas trans en institutos y universidades y hace poco emiti? una proclamaci?n simb?lica por la que no reconoc?a la victoria de la nadadora Lia Thomas
El gobernador, que el a?o pasado prohibi? la ense?anza de Teor?a Cr?tica de la Raza –marco te?rico que aborda el racismo como un fen?meno estructural– en el estado (aunque no forma parte del curr?culo), también tiene en su mesa a la espera de su firma la*ley Stop-WOKE*(concepto que alude a la toma de conciencia de género, raza y clase), que estipula que “a un individuo*[se entiende que blanco] no se le debe hacer sentir incomodidad, culpa, angustia o cualquier otra forma de aflicci?n psicol?gica por su raza”. La ley, que adem?s insta a una ense?anza patri?tica y a educar en “las virtudes del gobierno limitado”, est? modelada como la polémica ley*sobre el aborto de Tejas, poniendo en manos de ciudadanos corrientes su ejecuci?n al ser los padres quienes podr?an interponer demandas.
M?s informaci?n (Auto)
http://placehold.it/175x100 T?tulo noticia (Auto)
Contra el derecho al aborto
En el aborto, precisamente, DeSantis también ha colocado a Florida entre los estados que m?s est?n*restringiendo el acceso. Ya se proh?be usar fondos de Medicaid, el sistema p?blico de salud para los pobres, y el gobernador ha tildado de “muy razonable” una ley, a la espera de su firma, proh?be interrupciones del embarazo después de 15 semanas y que no incluye excepciones para la violaci?n o abuso familiar.
Represi?n y protestas raciales
También en 2021 DeSantis firm? una ley “combatir violencia, desorden y saqueos y proteger a las fuerzas del orden”. Aunque un juez ha paralizado su aplicaci?n, la norma, creada tras las protestas por el asesinato de George Floyd (aunque en Florida no fueron especialmente significativas), incluye la protecci?n de quien atropelle a manifestantes con un coche. Adem?s elimina las ayudas estatales a los gobiernos locales que reduzcan su presupuesto para la polic?a y permite que se persiga con las leyes contra el crimen organizado a cualquiera que financie u organice una reuni?n que acabe en “desorden o violencia”.
Voto y distritos negros
Los tintes racistas no est?n solo en esa norma y DeSantis es también una figura prominente en el asalto republicano a los derechos de voto que afectan sobre todo a minor?as. Primero, el gobernador, elegido en 2018,*invalid? en la pr?ctica una ley aprobada por referendo en esas mismas elecciones que devolv?a en Florida el derecho de voto a los antiguos presos, al obligarles a pagar lo que debieran en multas o gastos de sus procesos, algo que la mayor?a no puede hacer. En 2019 el gobernador aprob? una de las leyes m?s duras del pa?s limitando el voto por correo, o los buzones para depositar papeletas, o prohibiendo prestar atenci?n o dar agua o alimentos a quienes esperan en cola para votar.
Ha firmado una ley para “proteger a las fuerzas del orden” que incluye el amparo de quien atropelle a manifestantes con un coche
Adem?s, DeSantis ha propuesto crear la que ser?a la primera fuerza policial de EEUU especialmente dedicada a investigar el supuesto fraude electoral (que reportar?a a la secretar?a de Estado, nombrada él). Esta misma semana, adem?s, ha vetado el redise?o de mapas electorales propuesto por la legislatura controlada por los republicanos, porque quiere avanzar en un redise?o a?n m?s extremo (inspirado por Steve Bannon y potencialmente anticonstitucional) que eliminar?a dos esca?os en distritos electorales negros.
M?s informaci?n (Auto)
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Inmigraci?n
En inmigraci?n, DeSantis firm? una*ley en 2019 que vetaba las llamadas “ciudades santuario”*(aunque Florida no ten?a ninguna). Pese a que un juez federal ha bloqueado la mayor?a de esa norma, el gobernador no ha cejado en su cruzada y ha prohibido a las agencias locales hacer negocios con contratistas federales que transportan*inmigrantes, de aerol?neas a compa??as de autobuses u organizaciones, adem?s de ordenar cerrar refugios.
Propaganda covid
Si algo ha cimentado especialmente a DeSantis como icono de la derecha han sido sus posturas y medidas durante la pandemia. Florida fue uno de los estados que m?s tarde impuso restricciones y uno de los primeros que las levant?. En mayo del a?o pasado firm? una orden ejecutiva que invalidaba cualquier mandato local que restringiera derechos o libertades de empresas e individuos. Y esta misma semana ha liderado una demanda interpuesta por 21 estados republicanos contra el gobierno federal por prolongar hasta abril la obligaci?n de usar m?scaras en el transporte.
DeSantis clama por la “libertad contra el Faucismo”, un juego de palabras con fascismo y Anthony Fauci, la principal autoridad epidemiol?gica
DeSantis clam? por la “libertad contra el Faucismo”, un juego de palabras con fascismo y*Anthony Fauci, la principal autoridad epidemiol?gica en EEUU. En un acto con estudiantes de instituto, el gobernador se mof? de los que a?n llevaban m?scaras. Dio una rueda de prensa con antivacunas y sugiri? que los sueros pueden provocar infertilidad. Y adem?s, eligi? para el principal cargo de sanidad en el estado a*Joseph Ladapo, que cuestion? también las vacunas.
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Duelo con Trump
Ese radicalismo le hizo ganar terreno entre las bases m?s radicales frente a Trump, que defendi? p?blicamente la vacunaci?n. Y las dos posturas llevaron a los dos a enfrentarse, uno de los elementos que crea tensiones entre el expresidente y DeSantis, al que*Trump dio el respaldo en la campa?a para gobernador en 2018 y al que ahora mira como principal rival*en una potencial carrera para volver al Despacho Oval. Aunque DeSantis oficialmente no ha declarado su intenci?n de presentarse a las elecciones presidenciales de 2024, son cristalinas las ambiciones del gobernador, y m?xime ahora que ha ganado su reelecci?n.
Influyentes voces conservadoras ya lo identifican como “la voz del nuevo partido republicano”
En ese potencial duelo con Trump el gobernador de Florida, de 44 a?os,*tiene algunas ventajas. De Santis, que proviene de una familia de clase media pero estudi? luego en Yale y Harvard y pas? como abogado para el ejército por Guant?namo Bay e Irak,*no tiene el carisma del expresidente pero tampoco su impulsividad o su querencia por el caos.*Comparte con Trump la energ?a populista, pero es inteligente y disciplinado, met?dico. Controla el proceso legislativo, presta atenci?n al detalle y lleva toda su carrera pol?tica, que inici? como congresista en 2012 con su esposa, Casey, coomo principal asesora, con disciplina militar.
De la mano del Tea Party
DeSantis, que escribi? en 2011 un libro centrado en el ataque a Barack Obama en el que postul? sus credenciales conservadoras en pol?ticas fiscales o en favor de los recortes sociales,*lleg? al Congreso con el apoyo del Tea Party*y ayud? a formar el Freedom Caucus. Luego tuvo una breve carrera por el Senado en 2016 que se abort? cuando Marco Rubio abandon? sus aspiraciones presidenciales. Su fugaz paso, sin embargo, le abri? la puerta a los contactos con donantes. Ahora tiene muy bien engrasada la maquinaria de recaudaci?n de fondos en todo el pa?s, incluyendo a algunos que siguen apoyando también al expresidente.
Sin veto de Twitter, DeDantis usa personalmente y a través de su portavoz la red social para mantenerse enfocado en su mensaje. Este y su rostro, adem?s, se han hecho*ineludibles en todo el microcosmos medi?tico conservador,*donde es uno de los invitados m?s frecuentes. Fueron precisamente sus apariciones en Fox las que en su d?a llamaron la atenci?n de Trump. En el Congreso, DeSentis ya hab?a propuesto quitar fondos para la investigaci?n del fiscal especial Robert Mueller y en su campa?a de 2018 a gobernador apareci? en un v?deo leyendo a uno de sus tres hijos 'Trump, el arte de la negociaci?n' y con otra hija construyendo con un juego de bloques el muro fronterizo.
Ahora el disc?pulo puede volverse contra el maestro. Y DeSantis ya es identificado por influyentes voces conservadoras como Rich Lowry, editor del ‘National Review’, como “la voz del nuevo partido republicano”. Lo que dice esa voz, y lo que hace DeSantis, es lo que obliga a prestar atenci?n.
أكثر... (https://www.sport.es/es/noticias/internacional/ron-desantis-trumpista-trump-proximo-78330922)
Dem?cratas, activistas y grandes empresas, incluyendo Disney, una fuerza en el estado, se opusieron y la criticaron ferozmente; alertaron de sus peligros y, como muchos ciudadanos de a pie, prometieron combatirla. Para Ron DeSantis, el gobernador que estamp? henchido de orgullo su firma en el texto, fue, simplemente, otra victoria.
Estrella republicana
Con esa ley, solo una de las medidas con las que Florida est? atacando y recortando los derechos conquistados por la comunidad LGTBI+,*DeSantis sigui? ciment?ndose como la estrella republicana de m?s peso en las guerras culturales*que desde que*Donald Trump*pas? por la presidencia han tomado lugar central en la vida pol?tica de los estadounidenses. Nada en la agenda del gobernador escapa de las posiciones m?s reaccionarias que ha abrazado la derecha en cuestiones como el aborto, los derechos de voto, la raza o la inmigraci?n, o la lucha contra la pandemia de covid. Y con ese radicalismo ha arrasado en las elecciones de medio mandato, convirtiéndose en el*m?ximo competidor del expresidente en su m?s que probable carrera presidencial.
Acaba de firmar la ley llamada "no digas gay", por la que en unos casos proh?be y en otros restringe hablar en las escuelas de diversidad sexual y de género
La de DeSantis es una batalla ideol?gica que se libra en ese terreno conocido en que los conservadores claman a favor de la "libertad" y contra el "socialismo", el "marxismo" y la "izquierda radical"*–dialéctica de la que también beben el ayusismo y Vox–. Pero el gobernador, que presume de haber hecho a Florida "el estado m?s libre" y "la vanguardia de la libertad", ha puesto detr?s de proclamas y guerras culturales el peso del poder estatal y la acci?n ejecutiva. Y ha pasado a encarnar lo que uno de sus aliados defini? en ‘The New York Times’ como "trumpismo competente".*
Anti-LGTBI
DeSantis, por ejemplo,*ha vetado a las deportistas transgénero en institutos y universidades*y recientemente emiti? una proclamaci?n (sin m?s valor que simb?lico) en que no reconoc?a la reciente victoria de la nadadora Lia Thomas en los campeonatos universitarios. También ha apoyado legislaci?n que*criminaliza a quienes prestan a menores servicios médicos*como terapia hormonal y da*inmunidad*a médicos y aseguradoras que se*niegan a prestar atenci?n a la comunidad LGTBI*por “creencias religiosas, éticas o morales”.*Vet? también dar fondos para prestar asistencia psicol?gica*a los supervivientes de la*matanza en el club gay Pulse.
DeSantis ha vetado a las deportistas trans en institutos y universidades y hace poco emiti? una proclamaci?n simb?lica por la que no reconoc?a la victoria de la nadadora Lia Thomas
El gobernador, que el a?o pasado prohibi? la ense?anza de Teor?a Cr?tica de la Raza –marco te?rico que aborda el racismo como un fen?meno estructural– en el estado (aunque no forma parte del curr?culo), también tiene en su mesa a la espera de su firma la*ley Stop-WOKE*(concepto que alude a la toma de conciencia de género, raza y clase), que estipula que “a un individuo*[se entiende que blanco] no se le debe hacer sentir incomodidad, culpa, angustia o cualquier otra forma de aflicci?n psicol?gica por su raza”. La ley, que adem?s insta a una ense?anza patri?tica y a educar en “las virtudes del gobierno limitado”, est? modelada como la polémica ley*sobre el aborto de Tejas, poniendo en manos de ciudadanos corrientes su ejecuci?n al ser los padres quienes podr?an interponer demandas.
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Contra el derecho al aborto
En el aborto, precisamente, DeSantis también ha colocado a Florida entre los estados que m?s est?n*restringiendo el acceso. Ya se proh?be usar fondos de Medicaid, el sistema p?blico de salud para los pobres, y el gobernador ha tildado de “muy razonable” una ley, a la espera de su firma, proh?be interrupciones del embarazo después de 15 semanas y que no incluye excepciones para la violaci?n o abuso familiar.
Represi?n y protestas raciales
También en 2021 DeSantis firm? una ley “combatir violencia, desorden y saqueos y proteger a las fuerzas del orden”. Aunque un juez ha paralizado su aplicaci?n, la norma, creada tras las protestas por el asesinato de George Floyd (aunque en Florida no fueron especialmente significativas), incluye la protecci?n de quien atropelle a manifestantes con un coche. Adem?s elimina las ayudas estatales a los gobiernos locales que reduzcan su presupuesto para la polic?a y permite que se persiga con las leyes contra el crimen organizado a cualquiera que financie u organice una reuni?n que acabe en “desorden o violencia”.
Voto y distritos negros
Los tintes racistas no est?n solo en esa norma y DeSantis es también una figura prominente en el asalto republicano a los derechos de voto que afectan sobre todo a minor?as. Primero, el gobernador, elegido en 2018,*invalid? en la pr?ctica una ley aprobada por referendo en esas mismas elecciones que devolv?a en Florida el derecho de voto a los antiguos presos, al obligarles a pagar lo que debieran en multas o gastos de sus procesos, algo que la mayor?a no puede hacer. En 2019 el gobernador aprob? una de las leyes m?s duras del pa?s limitando el voto por correo, o los buzones para depositar papeletas, o prohibiendo prestar atenci?n o dar agua o alimentos a quienes esperan en cola para votar.
Ha firmado una ley para “proteger a las fuerzas del orden” que incluye el amparo de quien atropelle a manifestantes con un coche
Adem?s, DeSantis ha propuesto crear la que ser?a la primera fuerza policial de EEUU especialmente dedicada a investigar el supuesto fraude electoral (que reportar?a a la secretar?a de Estado, nombrada él). Esta misma semana, adem?s, ha vetado el redise?o de mapas electorales propuesto por la legislatura controlada por los republicanos, porque quiere avanzar en un redise?o a?n m?s extremo (inspirado por Steve Bannon y potencialmente anticonstitucional) que eliminar?a dos esca?os en distritos electorales negros.
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Inmigraci?n
En inmigraci?n, DeSantis firm? una*ley en 2019 que vetaba las llamadas “ciudades santuario”*(aunque Florida no ten?a ninguna). Pese a que un juez federal ha bloqueado la mayor?a de esa norma, el gobernador no ha cejado en su cruzada y ha prohibido a las agencias locales hacer negocios con contratistas federales que transportan*inmigrantes, de aerol?neas a compa??as de autobuses u organizaciones, adem?s de ordenar cerrar refugios.
Propaganda covid
Si algo ha cimentado especialmente a DeSantis como icono de la derecha han sido sus posturas y medidas durante la pandemia. Florida fue uno de los estados que m?s tarde impuso restricciones y uno de los primeros que las levant?. En mayo del a?o pasado firm? una orden ejecutiva que invalidaba cualquier mandato local que restringiera derechos o libertades de empresas e individuos. Y esta misma semana ha liderado una demanda interpuesta por 21 estados republicanos contra el gobierno federal por prolongar hasta abril la obligaci?n de usar m?scaras en el transporte.
DeSantis clama por la “libertad contra el Faucismo”, un juego de palabras con fascismo y Anthony Fauci, la principal autoridad epidemiol?gica
DeSantis clam? por la “libertad contra el Faucismo”, un juego de palabras con fascismo y*Anthony Fauci, la principal autoridad epidemiol?gica en EEUU. En un acto con estudiantes de instituto, el gobernador se mof? de los que a?n llevaban m?scaras. Dio una rueda de prensa con antivacunas y sugiri? que los sueros pueden provocar infertilidad. Y adem?s, eligi? para el principal cargo de sanidad en el estado a*Joseph Ladapo, que cuestion? también las vacunas.
M?s informaci?n (Auto)
http://placehold.it/175x100 T?tulo noticia (Auto)
Duelo con Trump
Ese radicalismo le hizo ganar terreno entre las bases m?s radicales frente a Trump, que defendi? p?blicamente la vacunaci?n. Y las dos posturas llevaron a los dos a enfrentarse, uno de los elementos que crea tensiones entre el expresidente y DeSantis, al que*Trump dio el respaldo en la campa?a para gobernador en 2018 y al que ahora mira como principal rival*en una potencial carrera para volver al Despacho Oval. Aunque DeSantis oficialmente no ha declarado su intenci?n de presentarse a las elecciones presidenciales de 2024, son cristalinas las ambiciones del gobernador, y m?xime ahora que ha ganado su reelecci?n.
Influyentes voces conservadoras ya lo identifican como “la voz del nuevo partido republicano”
En ese potencial duelo con Trump el gobernador de Florida, de 44 a?os,*tiene algunas ventajas. De Santis, que proviene de una familia de clase media pero estudi? luego en Yale y Harvard y pas? como abogado para el ejército por Guant?namo Bay e Irak,*no tiene el carisma del expresidente pero tampoco su impulsividad o su querencia por el caos.*Comparte con Trump la energ?a populista, pero es inteligente y disciplinado, met?dico. Controla el proceso legislativo, presta atenci?n al detalle y lleva toda su carrera pol?tica, que inici? como congresista en 2012 con su esposa, Casey, coomo principal asesora, con disciplina militar.
De la mano del Tea Party
DeSantis, que escribi? en 2011 un libro centrado en el ataque a Barack Obama en el que postul? sus credenciales conservadoras en pol?ticas fiscales o en favor de los recortes sociales,*lleg? al Congreso con el apoyo del Tea Party*y ayud? a formar el Freedom Caucus. Luego tuvo una breve carrera por el Senado en 2016 que se abort? cuando Marco Rubio abandon? sus aspiraciones presidenciales. Su fugaz paso, sin embargo, le abri? la puerta a los contactos con donantes. Ahora tiene muy bien engrasada la maquinaria de recaudaci?n de fondos en todo el pa?s, incluyendo a algunos que siguen apoyando también al expresidente.
Sin veto de Twitter, DeDantis usa personalmente y a través de su portavoz la red social para mantenerse enfocado en su mensaje. Este y su rostro, adem?s, se han hecho*ineludibles en todo el microcosmos medi?tico conservador,*donde es uno de los invitados m?s frecuentes. Fueron precisamente sus apariciones en Fox las que en su d?a llamaron la atenci?n de Trump. En el Congreso, DeSentis ya hab?a propuesto quitar fondos para la investigaci?n del fiscal especial Robert Mueller y en su campa?a de 2018 a gobernador apareci? en un v?deo leyendo a uno de sus tres hijos 'Trump, el arte de la negociaci?n' y con otra hija construyendo con un juego de bloques el muro fronterizo.
Ahora el disc?pulo puede volverse contra el maestro. Y DeSantis ya es identificado por influyentes voces conservadoras como Rich Lowry, editor del ‘National Review’, como “la voz del nuevo partido republicano”. Lo que dice esa voz, y lo que hace DeSantis, es lo que obliga a prestar atenci?n.
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