الريــم
11-08-2022, 09:00 PM
Lo ten?a todo para erigirse en voz de una generaci?n, y en la figura m?s relevante del rap femenino en Espa?a desde la Mala Rodr?guez. Pero enmudeci? a causa de un ‘shock’ anafil?ctico, de repente, a punto de cumplir los 26 a?os y de publicar el que acab? siendo su disco p?stumo, ‘Banzai’. Ana Isabel Garc?a, m?s conocida como Gata Cattana, se convirti? aquel d?a en algo parecido a un s?mbolo.
Ella misma se hab?a definido como dos mujeres en una. A un lado Ana la poeta, creadora de versos profundos declamados con sensibilidad ?nica; al otro Gata la rapera, una guerrera cuyas palabras impactaban como pu?etazos.
Sus rimas fueron publicadas por primera vez en 2016, tanto en el poemario autoeditado ‘La escala de Mohs’ como en un EP titulado ‘Inéditas’, rebosantes de Historia, de filosof?a, de cultura cl?sica, de alusiones a la precariedad y la corrupci?n y de otras pruebas de su licenciatura en Ciencias Pol?ticas; por ellas paseaban tanto Ant?gona como Gilles Deleuze, tanto G?ngora y Quevedo –a quienes defini? como unos “grandes raperos”– como Walter White.
“Sab?a muy bien que pod?a influir en la gente por medio de la palabra, pero no era panfletaria en absoluto; prefer?a echar mano del poder de la mat?fora, de forma sutil, sin caer en lo evidente”. Lo afirma Juanma Sayalonga, que fue amigo de la cordobesa y que pr?cticamente desde su muerte ha estado trabajando en el documental-homenaje ‘Eterna’, que ahora ve la luz en el Festival de Cine Europeo de Sevilla.
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(https://www.instagram.com/p/Ckib3KisCzn/?utm_source=ig_embed&utm_campaign=loading)A post shared by Juanma Sayalonga (@jmsayalonga) (https://www.instagram.com/p/Ckib3KisCzn/?utm_source=ig_embed&utm_campaign=loading)
Contra el tipo de mitificaci?n entre rom?ntica y morbosa de la que suelen ser objeto los artistas que mueren o desaparecen demasiado j?venes, la nueva pel?cula opone un retrato de la persona que al morir qued? reducida a icono. Repasa su historia desde la infancia hasta que la escena cultural ‘underground’ del pa?s convirti? ‘Gata Cattana’ en una suerte de contrase?a, y sus inquietudes humanas y art?sticas son recordadas tanto por familiares y amistades como por personalidades musicales y literarias como Juancho Marqués, Alejandra Mart?nez de Miguel, Frank T, Sara Socas o la propia Mala Rodr?guez.
Se explica c?mo Ana se gan? el apodo de Gata de muy ni?a, por sus ojos felinos pero también por esa man?a suya de ara?ar cuando se ve?a envuelta en una ri?a. Ana Llorente, su madre, recuerda que aunque “cantar le encantaba, escribir era su pasi?n”. Y a?ade: “Ella me dec?a: ‘Mam?, yo ser?a la m?s feliz del mundo si mi ?nica ocupaci?n fuese escribir’”. Fue al trasladarse a Granada que aprendi? a unir la poes?a con la m?sica y as? dio a luz a su rap, que aunaba folclore y vanguardia y beb?a del flamenco y la electr?nica por igual.
“Si se met?a en una discusi?n, dejaba a cualquiera sin argumentos”, afirma también Llorente en un momento de ‘Eterna’ sobre su hija. “Iba para presidenta del gobierno”, opinan sobre ella dos de sus amigas de ni?ez al recordar que Gata ten?a alma de l?der, de revolucionaria y, sobre todo, de abanderada para el movimiento feminista. "Yo nunca fui ese tipo de princesa que se espera sentada a escuchar odas a su belleza, yo era m?s una Teodora de Bizancio, que quebraba y administraba imperios con una palabra", "déjame ser otra cosa que no sea un cuerpo", “elegimos la manzana y eso jam?s lo perdonar?n”, “Yo no camelo perfumes de Nina Ricci, soy m?s de libros de Silvia Federici”, son algunas de las frases de sus canciones y sus poemas lo atestiguan.
"Hac?a entender a los hombres el feminismo, pero al mismo tiempo se mostraba muy cr?tica acerca de c?mo el movimiento se articulaba pol?ticamente”, indica Sayalonga. “Y se hizo respetar en un mundo tan masculinizado como el de la m?sica urbana”.?Hasta d?nde habr?a llegado Gata Cattana de no haber fallecido solo unas semanas después de ofrecer un concierto en la sala Sol de Madrid, del que muchos dicen que pareci? certificar el nacimiento de una estrella? Imposible saberlo. S? hay evidencias, en cualquier caso, de que la sombra proyectada por su figura es cada vez m?s alargada.
Su influencia es clara en raperas como Tribade -”lo que hizo Ana fue el curro de abrir la senda, y en parte gracias a ella hemos tenido ya un camino por d?nde ir”, afirma una de sus componentes en ‘Eterna’-, Las Ninyas del Corro y Queralt Lahoz, y sus seguidores se han convertido en el tipo de milicia que ella invoc? en uno de los versos de ‘Desértico’, el ?ltimo tema de ‘Banzai’: “10.000 oyentes bien usados son un ejército”.
Seg?n Sayalonga, “sus versos y su m?sica llenan los hilos de Twitter y las ‘stories’ de Instagram cada vez que se celebra un D?a de Andaluc?a o un 8-M, su rostro y sus palabras decoran muros de pueblos y ciudades. Ella no hac?a m?sica pensando en su tiempo o en adaptarse a las tendencias para triunfar. Ten?a el objetivo de dejar algo, trascender su propia muerte y perdurar. Y lo logr?”.
أكثر... (https://www.sport.es/es/noticias/cultura/gata-cattana-rapera-murio-estrella-78307509)
Ella misma se hab?a definido como dos mujeres en una. A un lado Ana la poeta, creadora de versos profundos declamados con sensibilidad ?nica; al otro Gata la rapera, una guerrera cuyas palabras impactaban como pu?etazos.
Sus rimas fueron publicadas por primera vez en 2016, tanto en el poemario autoeditado ‘La escala de Mohs’ como en un EP titulado ‘Inéditas’, rebosantes de Historia, de filosof?a, de cultura cl?sica, de alusiones a la precariedad y la corrupci?n y de otras pruebas de su licenciatura en Ciencias Pol?ticas; por ellas paseaban tanto Ant?gona como Gilles Deleuze, tanto G?ngora y Quevedo –a quienes defini? como unos “grandes raperos”– como Walter White.
“Sab?a muy bien que pod?a influir en la gente por medio de la palabra, pero no era panfletaria en absoluto; prefer?a echar mano del poder de la mat?fora, de forma sutil, sin caer en lo evidente”. Lo afirma Juanma Sayalonga, que fue amigo de la cordobesa y que pr?cticamente desde su muerte ha estado trabajando en el documental-homenaje ‘Eterna’, que ahora ve la luz en el Festival de Cine Europeo de Sevilla.
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Contra el tipo de mitificaci?n entre rom?ntica y morbosa de la que suelen ser objeto los artistas que mueren o desaparecen demasiado j?venes, la nueva pel?cula opone un retrato de la persona que al morir qued? reducida a icono. Repasa su historia desde la infancia hasta que la escena cultural ‘underground’ del pa?s convirti? ‘Gata Cattana’ en una suerte de contrase?a, y sus inquietudes humanas y art?sticas son recordadas tanto por familiares y amistades como por personalidades musicales y literarias como Juancho Marqués, Alejandra Mart?nez de Miguel, Frank T, Sara Socas o la propia Mala Rodr?guez.
Se explica c?mo Ana se gan? el apodo de Gata de muy ni?a, por sus ojos felinos pero también por esa man?a suya de ara?ar cuando se ve?a envuelta en una ri?a. Ana Llorente, su madre, recuerda que aunque “cantar le encantaba, escribir era su pasi?n”. Y a?ade: “Ella me dec?a: ‘Mam?, yo ser?a la m?s feliz del mundo si mi ?nica ocupaci?n fuese escribir’”. Fue al trasladarse a Granada que aprendi? a unir la poes?a con la m?sica y as? dio a luz a su rap, que aunaba folclore y vanguardia y beb?a del flamenco y la electr?nica por igual.
“Si se met?a en una discusi?n, dejaba a cualquiera sin argumentos”, afirma también Llorente en un momento de ‘Eterna’ sobre su hija. “Iba para presidenta del gobierno”, opinan sobre ella dos de sus amigas de ni?ez al recordar que Gata ten?a alma de l?der, de revolucionaria y, sobre todo, de abanderada para el movimiento feminista. "Yo nunca fui ese tipo de princesa que se espera sentada a escuchar odas a su belleza, yo era m?s una Teodora de Bizancio, que quebraba y administraba imperios con una palabra", "déjame ser otra cosa que no sea un cuerpo", “elegimos la manzana y eso jam?s lo perdonar?n”, “Yo no camelo perfumes de Nina Ricci, soy m?s de libros de Silvia Federici”, son algunas de las frases de sus canciones y sus poemas lo atestiguan.
"Hac?a entender a los hombres el feminismo, pero al mismo tiempo se mostraba muy cr?tica acerca de c?mo el movimiento se articulaba pol?ticamente”, indica Sayalonga. “Y se hizo respetar en un mundo tan masculinizado como el de la m?sica urbana”.?Hasta d?nde habr?a llegado Gata Cattana de no haber fallecido solo unas semanas después de ofrecer un concierto en la sala Sol de Madrid, del que muchos dicen que pareci? certificar el nacimiento de una estrella? Imposible saberlo. S? hay evidencias, en cualquier caso, de que la sombra proyectada por su figura es cada vez m?s alargada.
Su influencia es clara en raperas como Tribade -”lo que hizo Ana fue el curro de abrir la senda, y en parte gracias a ella hemos tenido ya un camino por d?nde ir”, afirma una de sus componentes en ‘Eterna’-, Las Ninyas del Corro y Queralt Lahoz, y sus seguidores se han convertido en el tipo de milicia que ella invoc? en uno de los versos de ‘Desértico’, el ?ltimo tema de ‘Banzai’: “10.000 oyentes bien usados son un ejército”.
Seg?n Sayalonga, “sus versos y su m?sica llenan los hilos de Twitter y las ‘stories’ de Instagram cada vez que se celebra un D?a de Andaluc?a o un 8-M, su rostro y sus palabras decoran muros de pueblos y ciudades. Ella no hac?a m?sica pensando en su tiempo o en adaptarse a las tendencias para triunfar. Ten?a el objetivo de dejar algo, trascender su propia muerte y perdurar. Y lo logr?”.
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