الريــم
11-06-2022, 08:01 PM
La dimensi?n casi m?tica de la Transici?n en Espa?a ha provocado que cada vez que una coyuntura pol?tica se aparta lo suficiente de la normalidad se hable de 'segunda Transici?n'. De momento, ninguna ha logrado el consenso necesario para ser reconocida como secuela del paso de la dictadura a la democracia, ni siquiera la victoria en 1996 de José Mar?a Aznar -que incluso escribi? un libro titulado as?, 'La segunda Transici?n'- tras 13 a?os de gobiernos socialistas. Pero si alg?n episodio estuvo a punto de llevarse la etiqueta fue el auge, en los a?os posteriores a la crisis que empez? en 2008, de nuevos partidos que llegaron a amenazar la hegemon?a del PSOE y el PP. A las puertas, todo indica,*de nuevas turbulencias econ?micas, vale la pena analizar qué queda de todo aquello en el escenario pol?tico, y también*c?mo han gestionado otros pa?ses europeos esa pulsi?n renovadora.
Adem?s del auge de partidos como Ciudadanos y Podemos, o como causa de su nacimiento, los primeros a?os de la segunda década del siglo estuvieron salpicados de importantes acontecimientos que todav?a moldean el presente pol?tico, y que*contribuyeron a que aplicarles ese sello de 'segunda Transici?n' quiz?s no pareciera exagerado. Los dos principales son*la abdicaci?n en su hijo de Juan Carlos I*y la puesta en marcha del 'procés' soberanista en Catalunya, que desembocar?a en*la declaraci?n de independencia frustrada de 2017.
A d?a de hoy, la primera constataci?n es que*socialistas y populares aguantan mal que bien como fuerzas preeminentes en sus respectivos espectros ideol?gicos, pese a que en los dos lados del tablero ha habido movimientos bruscos en los ?ltimos a?os. Ambos partidos han sufrido pérdidas con respecto a sus n?meros de antes de la crisis de 2008, y*tanto PSOE como PP se han visto en alg?n momento cerca de ser v?ctimas de un 'sorpasso'*de los nuevos partidos, pero resistieron y hoy parecen haber sorteado esa contingencia.
En parte, por las disputas internas de quienes quisieron sustituirlos y acabaron cayendo en los mismos males que buscaban resta?ar. El ?ltimo ejemplo es*la crisis de Ciudadanos en Barcelona. El partido, que naci? en Catalunya para hacer frente al nacionalismo, puede estar a punto de pasar a mejor vida en la capital catalana. Las circunstancias -la concejala Luz Guilarte, que iba a ser candidata a alcaldesa el a?o que viene, ha dimitido, enfrentada a sus dos compa?eros en el Ayuntamiento- son lo de menos. La cuesti?n es que*la "refundaci?n" que Inés Arrimadas promueve desde hace meses pierde un calcet?n en cada colada, y ya casi no le quedan prendas.
El gran l?der -aunque*empezara siéndolo por una cuesti?n alfabética- de esa formaci?n, que primero se reclam? de centroizquierda y después liberal, cuando tuvo opciones de lograr grandes cosas en la pol?tica nacional, fue Albert Rivera. Su momento clave fueron las generales de abril de 2019: sac? 57 diputados, se qued? a nueve asientos y 200.000 votos del PP. No pact? con Pedro S?nchez, y*prefiri? forzar unas nuevas elecciones para intentar sustituir a los populares*en las preferencias de los espa?oles de orden.*Se hundi? hasta los 10 esca?os, dimiti?, y desde entonces todo ha sido penar.
'El centroderecha es m?o'
"A Rivera se le subieron a la cabeza los 57 diputados y se volvi? loco. Pens?: 'El centroderecha es m?o'.*No entendi? los resultados de las municipales de un mes después, donde Cs sac? 2.000 concejales y el PP m?s de 20.000. Ah? se vio que el PP es mucho PP en implantaci?n territorial e institucional, donde la diferencia es abismal", explica Ces?reo Rodr?guez-Aguilera, catedr?tico de Ciencias Pol?ticas de la UB.*
Otro experto, el polit?logo y profesor de la UAB Oriol Bartomeus, también apunta a la volatilidad y a la falta de arraigo como causas de que Cs y Podemos no hayan podido sustituir a los grandes partidos en Espa?a. "Los nuevos partidos, y ha pasado también por ejemplo en Dinamarca,*pueden tener un resultado fant?stico y en las siguientes elecciones darse un batacazo y desaparecer. Ciudadanos encabezaba las encuestas en 2018, y en las generales de noviembre de 2019 se qued? en 10 esca?os", subraya. Bartomeus piensa que*Vox también perder? peso en las pr?ximas convocatorias electorales, entre otras razones porque "en Espa?a los partidos tradicionales est?n m?s protegidos por el sistema surgido en 1978, que busca sobre todo asegurar la estabilidad".
M?s informaci?n (Auto)
http://placehold.it/175x100 T?tulo noticia (Auto)
Un poco antes que Rivera -al menos en el escenario estatal- hab?a despuntado*Pablo Iglesias. A rebufo del 15-M, de su contundencia en las tertulias televisivas m?s populares y de su inconfundible coleta, el profesor de la Complutense y sus colegas se inventaron Podemos, que irrumpi? con fuerza en las urnas: logr? cinco esca?os en las europeas de 2014. Poco después lleg? su momento cumbre: en las generales de 2016, el partido y sus fuerzas asociadas obtuvieron m?s de cinco millones de votos y 71 esca?os, solo 14 menos que el PSOE.*Nunca volvi? a estar tan cerca de desbancar a los socialistas.*De "asaltar el cielo", como pidi? Iglesias en 2014.
Castigo a la dispersi?n del voto
"La irrupci?n de Ciudadanos y Podemos puso en serio peligro la hegemon?a de PP y PSOE", constata ahora Rodr?guez-Aguilera. Las dos formaciones, pero sobre todo Podemos en aquellas elecciones de 2016, lograron sortear el principal problema que ha afectado a los terceros partidos en Espa?a: el castigo en representaci?n que provoca la dispersi?n de su voto, frente al premio que recibe en esca?os la concentraci?n del apoyo de los nacionalistas. Sin tanta fuerza como en esos a?os, a los nuevos partidos les puede pasar ahora "como le pasaba a Izquierda Unida, que ten?a grandes resultados en votos pero muy pocos diputados". "Y los votantes de ese tipo de partidos en muchas provincias ven como a?o tras a?o no sacan representaci?n y*al final se acaban apuntando a uno mayoritario", afirma Bartomeus.
La entrada en el Gobierno de Espa?a, en 2019, ha matizado las disputas internas que, como ha pasado en Ciudadanos, han salpicado la trayectoria de Unidas Podemos. El partido afronta en las elecciones municipales y auton?micas del a?o que viene un nuevo momento decisivo: retirado Iglesias, la vicepresidenta del Gobierno*Yolanda D?az intenta aglutinar a todas las fuerzas a la izquierda del PSOE. Hay reticencias en el partido, que ya sabe (por*las recientes experiencias negativas en Madrid o Andaluc?a, por ejemplo) que los electores castigan la divisi?n.
En cualquier caso, Bartomeus ve una fortaleza en Podemos -y también en Vox- con respecto a Ciudadanos. "En Espa?a, los partidos de centro siempre lo han tenido muy dif?cil.*De los tres nuevos, el que est? destrozado es el del medio; los de los extremos a?n funcionan, tienen cierta parroquia y no se prevé que desaparezcan en las pr?ximas elecciones", asegura. Rodr?guez-Aguilera a?ade, sobre el mismo asunto, que "un partido centrista se desautoriza cuando solo es capaz de pactar hacia un lado del tablero".
A las puertas del a?o 2023, cuyo colof?n ser?n unas elecciones generales,*el panorama pol?tico espa?ol presenta un bipartidismo imperfecto. Estos d?as se recuerdan*los 40 a?os de la primera victoria del PSOE, la de 1982, que también fue el primer episodio de la larga hegemon?a compartida de populares y socialistas. Aquel a?o, la suma de los votos de los dos grandes partidos alcanz? el 74,47% de las papeletas, y los 309 diputados (de 350).*En 2019 se quedaron lejos de aquellos n?meros (48,81% de apoyos entre PSOE y PP, y 209 diputados), aunque mantuvieron la mayor?a absoluta de los esca?os.
Grandes diferencias por pa?ses
El caso espa?ol se parece al alem?n, dista m?s del brit?nico y es radicalmente opuesto al francés o al italiano, por poner el foco en los cinco grandes pa?ses de la Europa occidental. Si, como escribi? Schopenhauer, el cambio es la ?nica cosa inmutable, en el continente cada pa?s lo afronta de una manera distinta. En el Reino Unido cambia casi todo -brexit, muerte de la reina*Isabel II, crisis de primeros ministros- menos el sistema de partidos, que sufre pocas variaciones.*Conservadores y laboristas se alternan en el poder desde los a?os 20 del siglo pasado, y, si bien los Liberal Dem?cratas crecieron al calor de la crisis -lograron su mayor hito en 2010: con un 23% de apoyos entraron en el gobierno de David Cameron y situaron a Nick Clegg como viceprimer ministro-, su peso ha deca?do en las ?ltimas convocatorias.
Bartomeus achaca ese vigor de conservadores y laboristas al sistema electoral brit?nico. "Incluso en los a?os, antes del brexit, en los que el UKIP lleg? a imponer su agenda e influy? en la salida del Reino Unido de la UE, solo ten?a un diputado", recuerda Bartomeus.*"Y ahora est? muerto y enterrado", a?ade sobre el partido 'antiUE'.
En 2019, en la gran victoria por mayor?a absoluta de Boris Johnson, los dos grandes partidos brit?nicos sumaron m?s del 75% de los votos, y 567 esca?os de los 650 que tiene la C?mara de los Comunes. Tres a?os después, no solo ha ca?do Johnson, sino también su sucesora,*Liz Truss.*Rishi Sunak*intenta ahora como primer ministro*poner orden en la olla de grillos conservadora.
En Alemania, donde se celebraron elecciones en 2021, los socialdem?cratas recuperaron el poder tras una re?ida batalla con sus tradicionales adversarios de la CDU que, de la mano de Angela Merkel, encabezaban el Gobierno desde 2005, casi siempre en una 'grosse koalition' con el propio SPD.*Los dos partidos obtuvieron en los ?ltimos comicios el 49,81% de los votos, y 403 de los 736 asientos del Bundestag.
Tres fracasos liberales en Espa?a
Los liberales brit?nicos y los alemanes, con mucha mayor tradici?n hist?rica como tercer partido que Ciudadanos, no se han hundido, y siguen por encima del 10% de los apoyos. Llama la atenci?n el fracaso primero de Rivera y después de*Arrimadas en liderar en Espa?a una opci?n liberal*equiparable a la que hace a?os que est? consolidada en otros pa?ses europeos.*"La historia de los liberales en Espa?a es un drama", sostiene el catedr?tico Rodr?guez-Aguilera. "Después de la Transici?n, de los tres intentos que ha habido en ese sentido, el primero, el CDS de Adolfo Su?rez, pudo haberse consolidado, porque opt? por el liberalismo a secas, sin otras etiquetas. Pero al final Aznar se lo trag?. Los dos posteriores, UPyD y Cs, han cometido el mismo error: centrarse en la cuesti?n territorial.*Su obsesi?n por el nacionalismo espa?ol ha sido letal. No han sido genuinos partidos liberales por ejemplo en sus posiciones sobre la memoria hist?rica o la eutanasia. Solo han sido liberales en lo econ?mico, y para eso ya estaba el PP", a?ade.
En las ?ltimas elecciones alemanas, a la izquierda del SPD, Die Linken perdi? casi la mitad de su fuerza y se qued? por debajo del 5% de los votos. En cambio,*los ecologistas de Los Verdes lograron situarse por primera vez justo detr?s de los dos grandes partidos, con casi el 15% de las papeletas.
Pero si bien en Espa?a, en el Reino Unido y en Alemania gobiernan partidos de larga tradici?n democr?tica, los casos de*Francia e Italia son claros ejemplos de pa?ses donde las nuevas siglas han barrido*a las fuerzas que se disputaron el poder después de la Segunda Guerra Mundial. Tienen algo m?s en com?n: tanto en Italia como en Francia, el peso de las opciones de extrema derecha es claramente superior al de formaciones an?logas de Espa?a, Reino Unido y Alemania.
Francia e Italia: desintegraci?n del sistema
"En Francia e Italia, y también en Grecia, ha habido una desintegraci?n del sistema de partidos, cosa que no es muy frecuente", explica Rodr?guez-Aguilera. En Italia no queda nada de la larga hegemon?a de la Democracia Cristiana, durante la cual el Partido Comunista ejerc?a de principal partido de la oposici?n.*La corrupci?n hizo saltar por los aires en los a?os 90 el sistema, surgido tras la derrota de Benito Mussolini. Desde entonces, el peso de los herederos directos de la Democracia Cristiana es anecd?tico.*
En las elecciones celebradas hace menos de dos meses,*los Fratelli d'Italia de Giorgia Meloni*lograron la primera posici?n con un 26% de apoyos. La nueva primera ministra, que particip? con*un discurso de derecha radical en la campa?a de Vox*en las ?ltimas elecciones andaluzas, se confesaba*admiradora de Mussolini en su juventud*y ha hecho bandera de su oposici?n a la inmigraci?n masiva. La acompa?ar?n en el Gobierno dos partidos surgidos tras la crisis del sistema -la Lega y Forza Italia-, comandados por Matteo Salvini y Silvio Berlusconi. En cuanto a la izquierda, se ha reagrupado en torno al Partido Democr?tico, una marca surgida en 2007 para relevar a El Olivo, creado a su vez en 1995.
Francia es, al menos en pol?tica, el polo opuesto del Reino Unido. Si tres de cada cuatro brit?nicos optaron por un partido tradicional en las ?ltimas elecciones a la C?mara de los Comunes, el pasado mes de marzo*solo seis de cada 100 franceses apoyaron o bien a Los Republicanos -herederos de la UNR de De Gaulle y de la UMP de Chirac- o bien al Partido Socialista. Ninguno de ellos pas? a la segunda vuelta.
En esa elecci?n final, Francia tuvo que escoger entre los centristas de En Marcha, de Emmanuel Macron -que se hizo con la victoria- o la Reagrupaci?n Nacional, encabezada por Marine Le Pen. No era la primera vez que los ultras, antes bajo las siglas de Frente Nacional,*llegaban a la ronda decisiva: ya lo hab?an hecho en 2002 y en 2017. "Al desaparecer los partidos moderados, se benefician Le Pen y Jean-Luc Mélenchon*[el l?der de la izquierdista Francia Insumisa]", incide Rodr?guez-Aguilera. En cuanto al partido de Macron, que pese a la distancia en los resultados es el principal referente internacional de Ciudadanos -comparten grupo, Renovar Europa, en el Parlamento europeo-, es una formaci?n socioliberal nacida en 2016.
Ultras a la baja en Espa?a, Reino Unido y Alemania
Las opciones extremas no han cuajado con tanta fuerza en otros pa?ses. En Espa?a, si bien Vox logr? un buen resultado en 2019 -aunque por debajo de los mejores tiempos de Cs y de Podemos, porque obtuvo un 15% de votos y 52 esca?os- el partido de Santiago Abascal también empieza a verse afectado por el mismo mal que todas las formaciones emergentes: la disensi?n interna. Episodios como la salida de Macarena Olona (diputada en Andaluc?a que amaga con crear un nuevo partido) o la de Antonio Gallego en el Parlament llegan cuando los ultras espa?oles se estancan en las encuestas:*ya son cuartos seg?n el CIS, (https://www.sport.es/es/noticias/nacional/psoe-ganaria-elecciones-municipales-32-78132938) y Podemos, en tercer lugar, les aventaja en casi cuatro puntos.
En el Reino Unido, la derecha populista solo tuvo incidencia pol?tica importante en un momento puntual, pero qué momento: tras obtener m?s de un 26% de los votos en las europeas de 2014,*el UKIP de Farage se convirti? en la punta de lanza de los defensores del brexit*en el referéndum de 2016. En los a?os posteriores, tras demostrarse que muchos de sus*argumentos a favor de la salida de la UE eran exagerados o directamente falsos, han vuelto a la irrelevancia.
En Alemania, donde las reminiscencias de la extrema derecha son tan problem?ticas o m?s que en Espa?a, la AfD nacionalconservadora y euroescéptica pareci? empezar a crecer en las elecciones europeas de 2014 (7,1% de votos, quinta fuerza) y, sobre todo, las federales de 2017 (12,6% de votos, tercera fuerza). Pero, como Vox, se han estancado, y en las elecciones de 2021 bajaron hasta el 10,3% de apoyos.*"La nueva pol?tica est? llena de altibajos", concluye Bartomeus.
En todo caso, parece que*la fragmentaci?n de las opciones electorales ha venido para quedarse, como sucede con la atomizaci?n de la oferta televisiva. Si el PSOE y el PP no est?n a la altura de las expectativas, los ciudadanos pueden, con mucha m?s normalidad ahora que hace dos décadas, cambiar de canal.
أكثر... (https://www.sport.es/es/noticias/nacional/nueva-politica-asalto-cielo-queda-78215896)
Adem?s del auge de partidos como Ciudadanos y Podemos, o como causa de su nacimiento, los primeros a?os de la segunda década del siglo estuvieron salpicados de importantes acontecimientos que todav?a moldean el presente pol?tico, y que*contribuyeron a que aplicarles ese sello de 'segunda Transici?n' quiz?s no pareciera exagerado. Los dos principales son*la abdicaci?n en su hijo de Juan Carlos I*y la puesta en marcha del 'procés' soberanista en Catalunya, que desembocar?a en*la declaraci?n de independencia frustrada de 2017.
A d?a de hoy, la primera constataci?n es que*socialistas y populares aguantan mal que bien como fuerzas preeminentes en sus respectivos espectros ideol?gicos, pese a que en los dos lados del tablero ha habido movimientos bruscos en los ?ltimos a?os. Ambos partidos han sufrido pérdidas con respecto a sus n?meros de antes de la crisis de 2008, y*tanto PSOE como PP se han visto en alg?n momento cerca de ser v?ctimas de un 'sorpasso'*de los nuevos partidos, pero resistieron y hoy parecen haber sorteado esa contingencia.
En parte, por las disputas internas de quienes quisieron sustituirlos y acabaron cayendo en los mismos males que buscaban resta?ar. El ?ltimo ejemplo es*la crisis de Ciudadanos en Barcelona. El partido, que naci? en Catalunya para hacer frente al nacionalismo, puede estar a punto de pasar a mejor vida en la capital catalana. Las circunstancias -la concejala Luz Guilarte, que iba a ser candidata a alcaldesa el a?o que viene, ha dimitido, enfrentada a sus dos compa?eros en el Ayuntamiento- son lo de menos. La cuesti?n es que*la "refundaci?n" que Inés Arrimadas promueve desde hace meses pierde un calcet?n en cada colada, y ya casi no le quedan prendas.
El gran l?der -aunque*empezara siéndolo por una cuesti?n alfabética- de esa formaci?n, que primero se reclam? de centroizquierda y después liberal, cuando tuvo opciones de lograr grandes cosas en la pol?tica nacional, fue Albert Rivera. Su momento clave fueron las generales de abril de 2019: sac? 57 diputados, se qued? a nueve asientos y 200.000 votos del PP. No pact? con Pedro S?nchez, y*prefiri? forzar unas nuevas elecciones para intentar sustituir a los populares*en las preferencias de los espa?oles de orden.*Se hundi? hasta los 10 esca?os, dimiti?, y desde entonces todo ha sido penar.
'El centroderecha es m?o'
"A Rivera se le subieron a la cabeza los 57 diputados y se volvi? loco. Pens?: 'El centroderecha es m?o'.*No entendi? los resultados de las municipales de un mes después, donde Cs sac? 2.000 concejales y el PP m?s de 20.000. Ah? se vio que el PP es mucho PP en implantaci?n territorial e institucional, donde la diferencia es abismal", explica Ces?reo Rodr?guez-Aguilera, catedr?tico de Ciencias Pol?ticas de la UB.*
Otro experto, el polit?logo y profesor de la UAB Oriol Bartomeus, también apunta a la volatilidad y a la falta de arraigo como causas de que Cs y Podemos no hayan podido sustituir a los grandes partidos en Espa?a. "Los nuevos partidos, y ha pasado también por ejemplo en Dinamarca,*pueden tener un resultado fant?stico y en las siguientes elecciones darse un batacazo y desaparecer. Ciudadanos encabezaba las encuestas en 2018, y en las generales de noviembre de 2019 se qued? en 10 esca?os", subraya. Bartomeus piensa que*Vox también perder? peso en las pr?ximas convocatorias electorales, entre otras razones porque "en Espa?a los partidos tradicionales est?n m?s protegidos por el sistema surgido en 1978, que busca sobre todo asegurar la estabilidad".
M?s informaci?n (Auto)
http://placehold.it/175x100 T?tulo noticia (Auto)
Un poco antes que Rivera -al menos en el escenario estatal- hab?a despuntado*Pablo Iglesias. A rebufo del 15-M, de su contundencia en las tertulias televisivas m?s populares y de su inconfundible coleta, el profesor de la Complutense y sus colegas se inventaron Podemos, que irrumpi? con fuerza en las urnas: logr? cinco esca?os en las europeas de 2014. Poco después lleg? su momento cumbre: en las generales de 2016, el partido y sus fuerzas asociadas obtuvieron m?s de cinco millones de votos y 71 esca?os, solo 14 menos que el PSOE.*Nunca volvi? a estar tan cerca de desbancar a los socialistas.*De "asaltar el cielo", como pidi? Iglesias en 2014.
Castigo a la dispersi?n del voto
"La irrupci?n de Ciudadanos y Podemos puso en serio peligro la hegemon?a de PP y PSOE", constata ahora Rodr?guez-Aguilera. Las dos formaciones, pero sobre todo Podemos en aquellas elecciones de 2016, lograron sortear el principal problema que ha afectado a los terceros partidos en Espa?a: el castigo en representaci?n que provoca la dispersi?n de su voto, frente al premio que recibe en esca?os la concentraci?n del apoyo de los nacionalistas. Sin tanta fuerza como en esos a?os, a los nuevos partidos les puede pasar ahora "como le pasaba a Izquierda Unida, que ten?a grandes resultados en votos pero muy pocos diputados". "Y los votantes de ese tipo de partidos en muchas provincias ven como a?o tras a?o no sacan representaci?n y*al final se acaban apuntando a uno mayoritario", afirma Bartomeus.
La entrada en el Gobierno de Espa?a, en 2019, ha matizado las disputas internas que, como ha pasado en Ciudadanos, han salpicado la trayectoria de Unidas Podemos. El partido afronta en las elecciones municipales y auton?micas del a?o que viene un nuevo momento decisivo: retirado Iglesias, la vicepresidenta del Gobierno*Yolanda D?az intenta aglutinar a todas las fuerzas a la izquierda del PSOE. Hay reticencias en el partido, que ya sabe (por*las recientes experiencias negativas en Madrid o Andaluc?a, por ejemplo) que los electores castigan la divisi?n.
En cualquier caso, Bartomeus ve una fortaleza en Podemos -y también en Vox- con respecto a Ciudadanos. "En Espa?a, los partidos de centro siempre lo han tenido muy dif?cil.*De los tres nuevos, el que est? destrozado es el del medio; los de los extremos a?n funcionan, tienen cierta parroquia y no se prevé que desaparezcan en las pr?ximas elecciones", asegura. Rodr?guez-Aguilera a?ade, sobre el mismo asunto, que "un partido centrista se desautoriza cuando solo es capaz de pactar hacia un lado del tablero".
A las puertas del a?o 2023, cuyo colof?n ser?n unas elecciones generales,*el panorama pol?tico espa?ol presenta un bipartidismo imperfecto. Estos d?as se recuerdan*los 40 a?os de la primera victoria del PSOE, la de 1982, que también fue el primer episodio de la larga hegemon?a compartida de populares y socialistas. Aquel a?o, la suma de los votos de los dos grandes partidos alcanz? el 74,47% de las papeletas, y los 309 diputados (de 350).*En 2019 se quedaron lejos de aquellos n?meros (48,81% de apoyos entre PSOE y PP, y 209 diputados), aunque mantuvieron la mayor?a absoluta de los esca?os.
Grandes diferencias por pa?ses
El caso espa?ol se parece al alem?n, dista m?s del brit?nico y es radicalmente opuesto al francés o al italiano, por poner el foco en los cinco grandes pa?ses de la Europa occidental. Si, como escribi? Schopenhauer, el cambio es la ?nica cosa inmutable, en el continente cada pa?s lo afronta de una manera distinta. En el Reino Unido cambia casi todo -brexit, muerte de la reina*Isabel II, crisis de primeros ministros- menos el sistema de partidos, que sufre pocas variaciones.*Conservadores y laboristas se alternan en el poder desde los a?os 20 del siglo pasado, y, si bien los Liberal Dem?cratas crecieron al calor de la crisis -lograron su mayor hito en 2010: con un 23% de apoyos entraron en el gobierno de David Cameron y situaron a Nick Clegg como viceprimer ministro-, su peso ha deca?do en las ?ltimas convocatorias.
Bartomeus achaca ese vigor de conservadores y laboristas al sistema electoral brit?nico. "Incluso en los a?os, antes del brexit, en los que el UKIP lleg? a imponer su agenda e influy? en la salida del Reino Unido de la UE, solo ten?a un diputado", recuerda Bartomeus.*"Y ahora est? muerto y enterrado", a?ade sobre el partido 'antiUE'.
En 2019, en la gran victoria por mayor?a absoluta de Boris Johnson, los dos grandes partidos brit?nicos sumaron m?s del 75% de los votos, y 567 esca?os de los 650 que tiene la C?mara de los Comunes. Tres a?os después, no solo ha ca?do Johnson, sino también su sucesora,*Liz Truss.*Rishi Sunak*intenta ahora como primer ministro*poner orden en la olla de grillos conservadora.
En Alemania, donde se celebraron elecciones en 2021, los socialdem?cratas recuperaron el poder tras una re?ida batalla con sus tradicionales adversarios de la CDU que, de la mano de Angela Merkel, encabezaban el Gobierno desde 2005, casi siempre en una 'grosse koalition' con el propio SPD.*Los dos partidos obtuvieron en los ?ltimos comicios el 49,81% de los votos, y 403 de los 736 asientos del Bundestag.
Tres fracasos liberales en Espa?a
Los liberales brit?nicos y los alemanes, con mucha mayor tradici?n hist?rica como tercer partido que Ciudadanos, no se han hundido, y siguen por encima del 10% de los apoyos. Llama la atenci?n el fracaso primero de Rivera y después de*Arrimadas en liderar en Espa?a una opci?n liberal*equiparable a la que hace a?os que est? consolidada en otros pa?ses europeos.*"La historia de los liberales en Espa?a es un drama", sostiene el catedr?tico Rodr?guez-Aguilera. "Después de la Transici?n, de los tres intentos que ha habido en ese sentido, el primero, el CDS de Adolfo Su?rez, pudo haberse consolidado, porque opt? por el liberalismo a secas, sin otras etiquetas. Pero al final Aznar se lo trag?. Los dos posteriores, UPyD y Cs, han cometido el mismo error: centrarse en la cuesti?n territorial.*Su obsesi?n por el nacionalismo espa?ol ha sido letal. No han sido genuinos partidos liberales por ejemplo en sus posiciones sobre la memoria hist?rica o la eutanasia. Solo han sido liberales en lo econ?mico, y para eso ya estaba el PP", a?ade.
En las ?ltimas elecciones alemanas, a la izquierda del SPD, Die Linken perdi? casi la mitad de su fuerza y se qued? por debajo del 5% de los votos. En cambio,*los ecologistas de Los Verdes lograron situarse por primera vez justo detr?s de los dos grandes partidos, con casi el 15% de las papeletas.
Pero si bien en Espa?a, en el Reino Unido y en Alemania gobiernan partidos de larga tradici?n democr?tica, los casos de*Francia e Italia son claros ejemplos de pa?ses donde las nuevas siglas han barrido*a las fuerzas que se disputaron el poder después de la Segunda Guerra Mundial. Tienen algo m?s en com?n: tanto en Italia como en Francia, el peso de las opciones de extrema derecha es claramente superior al de formaciones an?logas de Espa?a, Reino Unido y Alemania.
Francia e Italia: desintegraci?n del sistema
"En Francia e Italia, y también en Grecia, ha habido una desintegraci?n del sistema de partidos, cosa que no es muy frecuente", explica Rodr?guez-Aguilera. En Italia no queda nada de la larga hegemon?a de la Democracia Cristiana, durante la cual el Partido Comunista ejerc?a de principal partido de la oposici?n.*La corrupci?n hizo saltar por los aires en los a?os 90 el sistema, surgido tras la derrota de Benito Mussolini. Desde entonces, el peso de los herederos directos de la Democracia Cristiana es anecd?tico.*
En las elecciones celebradas hace menos de dos meses,*los Fratelli d'Italia de Giorgia Meloni*lograron la primera posici?n con un 26% de apoyos. La nueva primera ministra, que particip? con*un discurso de derecha radical en la campa?a de Vox*en las ?ltimas elecciones andaluzas, se confesaba*admiradora de Mussolini en su juventud*y ha hecho bandera de su oposici?n a la inmigraci?n masiva. La acompa?ar?n en el Gobierno dos partidos surgidos tras la crisis del sistema -la Lega y Forza Italia-, comandados por Matteo Salvini y Silvio Berlusconi. En cuanto a la izquierda, se ha reagrupado en torno al Partido Democr?tico, una marca surgida en 2007 para relevar a El Olivo, creado a su vez en 1995.
Francia es, al menos en pol?tica, el polo opuesto del Reino Unido. Si tres de cada cuatro brit?nicos optaron por un partido tradicional en las ?ltimas elecciones a la C?mara de los Comunes, el pasado mes de marzo*solo seis de cada 100 franceses apoyaron o bien a Los Republicanos -herederos de la UNR de De Gaulle y de la UMP de Chirac- o bien al Partido Socialista. Ninguno de ellos pas? a la segunda vuelta.
En esa elecci?n final, Francia tuvo que escoger entre los centristas de En Marcha, de Emmanuel Macron -que se hizo con la victoria- o la Reagrupaci?n Nacional, encabezada por Marine Le Pen. No era la primera vez que los ultras, antes bajo las siglas de Frente Nacional,*llegaban a la ronda decisiva: ya lo hab?an hecho en 2002 y en 2017. "Al desaparecer los partidos moderados, se benefician Le Pen y Jean-Luc Mélenchon*[el l?der de la izquierdista Francia Insumisa]", incide Rodr?guez-Aguilera. En cuanto al partido de Macron, que pese a la distancia en los resultados es el principal referente internacional de Ciudadanos -comparten grupo, Renovar Europa, en el Parlamento europeo-, es una formaci?n socioliberal nacida en 2016.
Ultras a la baja en Espa?a, Reino Unido y Alemania
Las opciones extremas no han cuajado con tanta fuerza en otros pa?ses. En Espa?a, si bien Vox logr? un buen resultado en 2019 -aunque por debajo de los mejores tiempos de Cs y de Podemos, porque obtuvo un 15% de votos y 52 esca?os- el partido de Santiago Abascal también empieza a verse afectado por el mismo mal que todas las formaciones emergentes: la disensi?n interna. Episodios como la salida de Macarena Olona (diputada en Andaluc?a que amaga con crear un nuevo partido) o la de Antonio Gallego en el Parlament llegan cuando los ultras espa?oles se estancan en las encuestas:*ya son cuartos seg?n el CIS, (https://www.sport.es/es/noticias/nacional/psoe-ganaria-elecciones-municipales-32-78132938) y Podemos, en tercer lugar, les aventaja en casi cuatro puntos.
En el Reino Unido, la derecha populista solo tuvo incidencia pol?tica importante en un momento puntual, pero qué momento: tras obtener m?s de un 26% de los votos en las europeas de 2014,*el UKIP de Farage se convirti? en la punta de lanza de los defensores del brexit*en el referéndum de 2016. En los a?os posteriores, tras demostrarse que muchos de sus*argumentos a favor de la salida de la UE eran exagerados o directamente falsos, han vuelto a la irrelevancia.
En Alemania, donde las reminiscencias de la extrema derecha son tan problem?ticas o m?s que en Espa?a, la AfD nacionalconservadora y euroescéptica pareci? empezar a crecer en las elecciones europeas de 2014 (7,1% de votos, quinta fuerza) y, sobre todo, las federales de 2017 (12,6% de votos, tercera fuerza). Pero, como Vox, se han estancado, y en las elecciones de 2021 bajaron hasta el 10,3% de apoyos.*"La nueva pol?tica est? llena de altibajos", concluye Bartomeus.
En todo caso, parece que*la fragmentaci?n de las opciones electorales ha venido para quedarse, como sucede con la atomizaci?n de la oferta televisiva. Si el PSOE y el PP no est?n a la altura de las expectativas, los ciudadanos pueden, con mucha m?s normalidad ahora que hace dos décadas, cambiar de canal.
أكثر... (https://www.sport.es/es/noticias/nacional/nueva-politica-asalto-cielo-queda-78215896)